El aborto en la Convención Constitucional
En estos días en que varias iniciativas están siendo discutidas por las y los representantes constituyentes, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, reflexiona sobre el cumplimiento del "cuidado a la vida y a la dignidad de las personas en una nueva Constitución", en esta columna publicada por El Mercurio.
La semana pasada se aprobó en general en la comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constitucional el derecho al aborto libre. Esta norma implica que sería un derecho constitucional exigible, en “condiciones de igualdad y sin discriminación,”. Añade que “se reconoce y se promueve el derecho de las personas a tomar decisiones libres y autónomas sobre sus cuerpos, su sexualidad y su reproducción”. Así también, señala que el Estado debe garantizar el acceso a la información y proveer los medios materiales. Además, se rechazaría la objeción de conciencia personal y el ideario institucional para oponerse a realizar un aborto. Todo lo descrito es de la mayor gravedad y requiere un análisis y debate en profundidad en nuestra sociedad.
"Una sociedad desarrollada se reconoce por respetar la vida, que es el primer derecho humano" - Rector UC Ignacio Sánchez
Estas propuestas desconocen lo que ya hace unos meses se discutió ampliamente y se rechazó en el parlamento, junto a la opinión mayoritaria de la ciudadanía en relación a oponerse al aborto libre (Encuesta Bicentenario UC 2021). En una sociedad que anhela avanzar hacia el desarrollo integral, -y particularmente en una nueva Carta Fundamental-, el valor de la vida desde la concepción se debe proteger y siempre debe estar en el centro de la dignidad de la persona.
Esta iniciativa de la comisión, -la que deberá ser votada próximamente en el pleno-, atenta contra el primer derecho humano, que es la vida. Este inaceptable agravio se hace con el ser más desvalido e inocente de todos, quien no se puede defender, y es el niño que está por nacer. En la gestación, se ha insistido que el compromiso debe ser cuidar de manera integral a la madre y al niño por nacer.
Una sociedad desarrollada se reconoce por respetar la vida, que es el primer derecho humano. Hemos reiterado que el aborto es un grave atentado contra la vida, por lo que proteger la vida desde su inicio en la concepción es cuidar un derecho humano fundamental. Esta es una gran responsabilidad de la Convención, la ciudadanía debiera estar muy atenta a que se cumpla de manera integral el cuidado a la vida y a la dignidad de las personas en una nueva Constitución.