El arquitecto UC que participa en la reconstrucción de Ucrania
Luego de 23 horas a bordo de en un tren de otra época desde Polonia, Cristián Wittig llegó a una ciudad devastada por la guerra de Ucrania: Irpin. Quince días le bastaron al arquitecto para dedicarse por completo a un proyecto de reconstrucción de esa ciudad, destruida en un 80% por el ataque ruso.
Cristián Wittig, arquitecto chileno de 50 años, fue convocado un par de meses después de la invasión de Rusia para colaborar desde Chile con la reconstrucción de Irpin. No tuvo dudas en aceptar. En junio, un segundo llamado removió su vida: “Necesitamos que vengas a conocer Irpin”. Aunque debía conseguir el financiamiento para el costoso viaje, según cuenta, estaba seguro de que tenía que aceptar.
Hoy, a varios meses de esa visita, ha dejado de lado sus otros proyectos para dedicarse, por completo, a los planes de reconstrucción. “Me duermo pensando en esto y despierto pensando en esto”, confiesa.
Cristián Wittig agrega que a los pocos días del ataque a Irpin recibió el llamado de Irina Yarmolenko, concejala de Bucha, un barrio de esta ciudad ucraniana. Ella lo contactó para invitarlo a formar parte de un equipo de consultores internacionales, proyectando la pronta desocupación de las tropas rusas del territorio.
Así comenzaron las reuniones de trabajo online con profesionales de todas partes del mundo. Wittig era el único hispanoamericano. “Anteriormente me había tocado hacer un par de consultorías para la CEPAL y todos esos trabajos quedan dentro de una bolsa de consultores, un Global Marketplace, y siempre están llegando invitaciones para licitar estudios y análisis en ciudades”, comparte el arquitecto.
Luego de dos meses de trabajo a distancia, a Wittig le solicitaron que viajara a Ucrania para evaluar ciertos aspectos en terreno. “Cuando me invitaron a visitar Irpin para tomar decisiones sobre la reconstrucción, me pasó algo a nivel emocional y acepté. Ellos me esperaban con comida y alojamiento, pero no tenían dinero para el pasaje”.
Una serie de factores coincidieron para que el viaje se pudiera realizar. Consiguió donaciones por parte de la Fundación La Fuente, del equipo de pastoral del colegio Sagrados Corazones de Manquehue y de un par de personas particulares.
Así comenzó su travesía.
Leer el artículo “Ucrania: urgente llamado desde una ciudad en ruinas”