El estallido social: ¿cómo dialogar desde la evidencia?
Salud, territorios, pueblos originarios, y descontento ciudadano. El Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social viene desde 2014 investigando estos temas y este año elaboró un completo dossier para entender las causas y desafíos del estallido social.
No es solo algo que ocurrió el 18 de octubre de 2019. Las tensiones que gatillaron el estallido social estaban presentes desde hace años, y han sido el foco de la investigación realizada por el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), el cual elaboró un Dossier Especial con 18 temas para entender el 18 de octubre.
Cuando COES fue creado en 2014, había solo un centro de estudios FONDAP aprobado en el ámbito de las ciencias sociales: el CIIR.
“Nuestro desafío durante el primer quinquenio fue construir los vínculos entre nosotros, entender de una forma interdisciplinaria la complejidad de los elementos que podrían explicar el descontento social, que ya se evidenciaba en esos años”, recuerda Roberto González, académico de la Escuela de Psicología e investigador principal del COES.
"Este dossier es una herramienta para este momento en que nos estamos repensando como sociedad, para no perder nuestra capacidad de discutir y de dialogar. Si no nos hacemos cargo de la cohesión social, seguiremos arrastrando estos problemas” - Roberto González, psicólogo social e investigador COES.
Desde esos inicios, lo clave fue enfocarse en temáticas de cohesión social, derechos humanos, desigualdad socioeconómica, educación, educación cívica, género, justicia social y meritocracia, medio ambiente, migración, movimientos sociales, participación política, política e instituciones, proceso constituyente, pueblos originarios, salud, territorio, trabajo y violencia: 18 categorías que hoy forman parte del dossier creado por el COES para aglutinar en esas aristas todas las investigaciones que han realizado y que sirven para entender el 18 de octubre y el actual proceso de una nueva Constitución.
“Nuestro centro en alguna medida ha ido revelando estos problemas que afectan a la sociedad chilena. No solo medimos cosas negativas: el tema de la participación ciudadana -si miras los últimos años-, claramente nuestra sociedad se ha ido interesando más en esto. A través de estudios como el ELSOC, hemos visto cómo se transformó esto en el tiempo, y cómo los jóvenes fueron vinculándose más durante este nuevo milenio a la agenda política y a los movimientos sociales. Es desde esa década pasada que emerge una nueva generación de jóvenes que se involucraron y que hoy incluso están en el Parlamento”, cuenta Roberto González.
Si bien ninguno de los investigadores e investigadoras del COES podría haber vislumbrado un evento específico como el estallido social y sus repercusiones en la contingencia del país, su labor de análisis y el trabajo previo a 2019 les permitió observar aquellos ingredientes que estaban latentes entre las tensiones de Chile.
“Desde las investigaciones que comenzamos a realizar en el COES pudimos ver los niveles de desigualdad económica, problemas de segregación social y geográfica, de integración en las escuelas, un sistema político con fuertes niveles de desconfianza, y fuertes preocupaciones medioambientales; entonces había mucha evidencia sobre ese descontento que estaba ocurriendo. Todo lo que estábamos estudiando venía diciéndonos que había un problema serio en el país”, dice Roberto González.
A través del Dossier Especial y la plataforma que creó el COES con motivo de los dos años del Estallido Social, se pueden buscar las categorías y empezar a mirar la evidencia tras ese descontento y con esos datos comprender más sobre los actuales desafíos de Chile.
Se trata de investigaciones de todo tipo, cuantitativas y cualitativas, que abordan las preocupaciones reales de chilenas y chilenos que hoy debieran estar en la base de cualquier discusión profunda sobre el futuro nacional.
“Esto no es pura conflictividad, porque conflicto no siempre debe interpretarse como sinónimo de violencia. Los conflictos también movilizan a las sociedades o nos revelan que hay algo que resolver. No hay que negar que los movimientos sociales gatillaron un proceso sustantivo de cambio. Y, a su vez, eso no significa que vamos a estar exentos de tensiones derivadas de esos cambios. Lo que viene con un proceso constituyente -que reúne diferentes miradas-, es un gran desafío. Este dossier es una herramienta para este momento en que nos estamos repensando como sociedad, para no perder nuestra capacidad de discutir y de dialogar. Si no nos hacemos cargo de la cohesión social, seguiremos arrastrando estos problemas”, sostiene Roberto González.