El impacto de las humanidades digitales en la convergencia de diversas generaciones y disciplinas
En el área de las humanidades “se ha hecho un mayor esfuerzo por sistematizar la información” en torno a las nuevas plataformas que ofrece la transformación digital. El Instituto de Historia realizó un conversatorio con uno de los mayores exponentes del tema a nivel latinoamericano, el historiador del Colmex, Carlos Marichal.
Hoy las diversas áreas disciplinarias tienen la misión de encontrarse. En un contexto de producción constante de información y nuevas herramientas que facilitan el cruce de datos, la interdisciplina y el aprovechamiento de la tecnología son una obligación. Una obligación que ha sido atendida con mayor antelación por parte de las humanidades, aseguró el historiador mexicano y académico del Colmex, Carlos Marichal.
El investigador, especializado en historia bancaria, historia intelectual latinoamericana y humanidades digitales, dictó una charla en la Biblioteca de Humanidades, donde analizó el origen, las complejidades y la proyección del concepto “humanidades digitales”, junto con entregar herramientas y ejemplos para aplicar a la investigación histórica y a las ciencias sociales.
Marichal relató su experiencia sobre el tema. En 2001, explicó, instituciones como los bancos o entidades económicas no habían tomado conciencia sobre la importancia de generar, conservar y gestionar sus archivos, fenómeno que hoy ha cambiado. En cambio, apuntó, en las humanidades existe una conciencia temprana relacionada quizás con el imperativo y la humana necesidad “de conservar, consultar, almacenar y difundir” objetos como libros, arte y producción de conocimiento.
Los museos y las bibliotecas, continuó Marichal, fueron la respuesta anticipada a este requerimiento. De esta manera, las disciplinas asociadas a las prácticas que se resguardan en estos espacios, tomaron en consideración la misma idea, pero en sintonía con la transformación digital y las nuevas herramientas de información.
Uno de los mayores desafíos en la materia para el historiador, se vincula a la alfabetización digital de los académicos y docentes. Muchas veces “existe un rechazo por parte de generaciones mayores, a adaptarse y aprovechas estas oportunidades”. En términos metodológicos o prácticos, saber utilizar softwares o plataformas sociales puede facilitar y enriquecer las labores asociadas.
Uno de los ejemplos que dio Marichal fue el trabajo de digitalización de información que ha realizado la Universidad de Stanford sobre el imperio romano. “Ha sido un cruce entre la arqueología, la historia y otras áreas, como la climatología”. Esto ha permitido observar la historia desde múltiples perspectivas y ha sido posible introducir nuevos factores que explican los desenlaces narrativos elaborados en torno a momentos como la caída del imperio romano.
Junto con la alfabetización digital necesaria en el contexto de docencia, Marichal llamó a estar en sintonía con los códigos y los temas que les interesan a los alumnos. Explicó que entre las tareas que encarga a sus estudiantes, les pide hacer reportes sobre sitios web elegidos por ellos mismos. Si bien, apuntó, en Latinoamérica queda un largo camino por recorrer para sistematizar información, se han hecho esfuerzos sustantivos y valiosos. Sin ir más lejos, expresó, “el sitio Memoria Chilena es la mejor iniciativa latinoamericana de digitalización histórica y patrimonial”.