El padre Tomás Schertz presentó documento sobre los profesores y la pasión por educar

Limitar las aspiraciones y expectativas en torno a la contribución social de la figura del profesor y recordar que no son sólo ellos quienes deben enfrentar los problemas y proponer las soluciones a los dilemas de cada época, fueron parte de las reflexiones que sucedieron a la presentación del documento “Los profesores y la pasión por educar”. Escrito por el padre Tomás Scherz, vicario para la Educación del Arzobispado de Santiago, el texto de trabajo fue presentado  en el Salón de Honor de la UC.

El documento es el quinto número de la serie “Educación de calidad para el Chile de hoy”, y fue comentado por el rector de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, UMCE, Jaime Espinoza; el director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas de la Educación, CEPPE y vicedecano de la Facultad de Educación, Andrés Bernasconi.

En la inauguración del conversatorio, los organizadores explicaron que en el actual escenario de debate legislativo sobre la profesión docente, el documento pretende ser un aporte a la discusión desde una perspectiva que busca relevar la identidad del profesor. Además pretende ampliar el sentido de la docencia más allá de sus aspectos técnicos, jurídicos y políticos, e incluir variables como la confianza intergeneracional, el desarrollo de una paciencia dinamizadora de los talentos y el cultivo cotidiano de la pasión por educar.

Durante su intervención, el padre Scherz comentó que “de manera  accidental me encontrado con este arte sagrado y desde la admiración me he sumado a la pasión de ellos. En primer lugar, a la pasión en el sentido del padecer y ofrenda sacrificial que vive el profesor por ser sujeto de letargo olvido y trabajo anónimo trascendente pero no reconocido”. 

Trabajar con otros

El profesor Andrés Bernasconi comentó que el documento del padre Scherz funciona como un llamado potente a reflexionar sobre en qué consiste ser profesor y enumeró los elementos que caracterizan a la profesión docente. “Existe un principio de benevolencia, ya que el profesor sólo puede prodigar el bien común entre sus alumnos; también un principio de interdependencia, ya que no se trata sólo de que el docente enseña y el alumno aprende, el profesor también se deja interpelar”, sostuvo.

Y agregó que hoy, cuando existe acceso instantáneo a la información, el profesor debe enmarcar, sintetizar e interrogar sobre el sentido de este conocimiento al que acceden sus alumnos.

“La confianza, la autoestima, el sentido del logro, son la base del desempeño de la profesión. En la docencia, si no existe esa confianza, es muy difícil que los estudiantes logren los aprendizajes”, argumentó Bernasconi.

El vicedecano de la Facultad de Educación de la UC recordó también que la profesión se encuentra sometida a tensiones por creer que es capaz de resolver todos los problemas sociales, de socializar a la juventud, reemplazar la función de la familia y aumentar el bienestar social y el desarrollo económico de los países. “Hoy en día, los profesores deben ser científicos, intelectuales, líderes organizacionales, terapeutas, compañeros, emprendedores. Tienen que ser tanto para todos, que corremos el riesgo de ser nada para nadie”, advirtió.

El rector Jaime Espinoza por su parte, comentó que la figura del profesor resulta clave para superar las desigualdades sociales. “Chile es uno de los países más segregados del mundo (…)  Queremos una sociedad más inclusiva, más solidaria, más colaborativa y no tan competitiva, y todo esto tiene que ver con la tarea diaria de un profesor, con su pasión por educar. Este es un proceso que no ha sido totalmente superado, pero nos gusta pensar que para allá vamos”.

El académico señaló que una de las principales preocupaciones de las universidades debiera ser cómo formar profesores con vocación para evitar las altas tasas de abandono y deserción de la carrea docente.

Y agregó: “El buen profesor siempre debe tener autonomía de vuelo para lograr aprendizajes en sus alumnos. Sea cual sea la política, un buen profesor nunca se subordina a ella, mantiene su independencia para ver cómo trabaja con sus alumnos. Siempre conoce cuál es su responsabilidad”.

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Francisco Zabaleta, Facultad de Educación, fzabaleta@uc.cl