Habrá segunda vuelta para elegir nueva FEUC tras proceso marcado por denuncias de abuso
Culminaron las elecciones de la FEUC y dos listas pasaron a segunda vuelta: Movimiento Gremial y NAU. El proceso se desarrolló como cada año, sin embargo, se generaron denuncias anónimas por abuso sexual dirigidas hacia dos candidatos rivales (MG y Surgencia). Frente a este panorama, la UC continúa desarrollando discusiones y medidas para avanzar y contextualizar el protocolo contra la violencia sexual. Una nueva oficina conformada por profesionales de la psicología busca orientar a las víctimas y un nuevo consejo se articuló para enfrentar este tema.
Las elecciones para la nueva FEUC 2019 se desarrollaron esta semana. Tras las votaciones del 23 y 24 de octubre, dos listas pasaron a segunda vuelta: el Movimiento Gremial (23,8) y el NAU (22,8). En esta ocasión, el proceso estuvo marcado por las denuncias de abuso sexual, donde se acusó a dos candidatos de listas rivales, del Movimiento Gremial y de Surgencia. Este hecho concentró la cobertura mediática del proceso eleccionario de este año.
Al respecto, la secretaria general, Marisol Peña afirma que "fue preocupante el tono de las declaraciones, el hecho de que fueran anónimas y en redes sociales. De alguna manera así se desconoce que la UC tiene protocolos establecidos, además de una unidad especializada para reconducir las denuncias". A la vez, destacó que la Secretaría General siempre está abierta y que en ambos casos, no hubo ningún acercamiento previo al organismo.
Uno de los alumnos denunciados de forma anónima se autodenunció ante Fiscalía. Se trata de Ignacio Palma (MG), quien se mantuvo en la postulación a la presidencia rumbo a segunda vuelta. Mientras, el postulante a vicepresidente de Surgencia (Frente Amplio y PC), Eduardo Milla, fue desvinculado del proceso.
"Estamos viviendo hechos inéditos. Está bien que las ideas se debatan con énfasis, pero no podemos caer en descalificaciones personales. Como abogada, me llama la atención que se haga una declaración sobre un hecho tan grave de manera informal, ya que esto impide el derecho a la defensa o un juicio justo", aseguró Peña sobre la implicancia de una falta del debido proceso.Asimismo, recalcó que "ninguna de las víctimas o eventuales víctimas se ha acercado a nosotros".
Frente a las denuncias de abuso sexual a nivel universitario, la UC comenzó a desarrollar un protocolo desde 2017 y el primer semestre se conformó la «Unidad de prevención y apoyo a víctimas de violencia sexual», que surgió al alero de la implementación de esta política de prevención y apoyo.
Las psicólogas María de los Ángeles Aliste y Alejandra Blanco lideran esta nueva entidad, que busca transformarse en un área especializada de orientación, acogida, acompañamiento y apoyo a todos quienes puedan sufrir este tipo de experiencias: estudiantes, académicos, funcionarios contratados y subcontratados. Ambas psicólogas son profesionales experimentadas en la materia. Antes de llegar a la UC trabajaban en el Centro de Asistencia a Víctimas de Atentados Sexuales (CAVAS) de la PDI. Desde junio, es posible recurrir a ellas por diversas vías (ver al final de la nota).
Por su parte, el académico de la Escuela de Psicología UC e investigador del COES, Roberto González, ha liderado el desarrollo de este protocolo junto con la elaboración y aplicación de un estudio longitudinal. Este permitirá evaluar la evolución de la política y su impacto en la comunidad universitaria. Sobre las denuncias anónimas en redes sociales, señala que "lo que esta situación revela es la importancia de que se ocupen los canales correctos. El riesgo de una denuncia anónima es que crea dudas sobre la verosimilitud". Cabe mencionar que si las denuncias son directas, de igual manera se mantienen en absoluta confidencialidad.
Nueva unidad de apoyo a víctimas
Generar un espacio de orientación y acogida para las víctimas de violencia sexual, es el principal propósito de esta unidad que se dedica a buscar la mejor solución posible de acuerdo a la particularidad de cada caso.
«Las personas que han sufrido hechos de violencia sexual grave muestran un impacto masivo en su funcionamiento psíquico. Además, suelen requerir terapias de largo aliento o tratamientos especializados», explica Blanco. Así, lo que hace esta unidad es acoger, acompañar y orientar cuál es la instancia más adecuada dentro o fuera de la universidad para apoyar a las víctimas en función de las necesidades que se detecten. Para eso existe una oferta en el ámbito público y privado para atención especializada.
La unidad de Prevención y Apoyo tiene el rol de gestionar diversas acciones frente a hechos de violencia sexual. Por ejemplo, puede derivar el caso a la Clínica Jurídica de la Facultad de Derecho, cuando se considere necesario realizar una evaluación que eventualmente puede conducir a una denuncia legal.
Al mismo tiempo, puede derivar el caso a la Secretaría General para que analice los antecedentes y, de acuerdo a sus facultades, ésta inicie un proceso de investigación para generar resoluciones o sanciones según corresponda. En los casos que involucren a estudiantes, la entidad puede coordinar acciones con la Unidad de Apoyo Psicológico de Salud Estudiantil o con programas del sistema de salud nacional si la víctima así lo estima necesario. «La respuesta que podemos dar como institución es esencial, puede marcar la diferencia en la proyección de la recuperación. Un elemento que mejora o empeora el pronóstico tiene que ver con la reacción del entorno», advierte Aliste.
Las psicólogas aclaran que no es requisito que el hecho de violencia sexual haya ocurrido en el periodo de estancia en la universidad, pues también se pueden acercar las víctimas que hayan sufrido abusos en la infancia o adolescencia a buscar formas de apoyo. Al mismo tiempo, recalcan que los casos que llegan no sólo son derivados, sino que se realiza un monitoreo y acompañamiento para conocer la evolución de las personas afectadas.
*Cabe mencionar que tras el proceso eleccionario, el Tricel evaluará los resultados preliminares de primera vuelta.