Columna del rector: Enfrentando la violencia sexual: una tarea de toda nuestra sociedad

Los casos de agresiones y violencia sexual en sus variadas formas han remecido al sistema universitario, presentándose denuncias, protestas y tomas en diferentes casas de estudios. Para el rector Ignacio Sánchez, esta es la expresión de un hecho que lamentablemente afecta a la sociedad en su conjunto, incluida la universidad. Impulsada desde la Rectoría y con la participación activa de toda la comunidad, desde hace más de dos años, la UC está abordando esta problemática de manera decidida. “La violencia sexual atenta contra la dignidad de las personas, por lo que se debe intervenir para resguardar el cuidado de todos quienes forman parte de la universidad”, apunta la autoridad en una columna que publica este miércoles 9 de mayo diario El Mercurio.
 
“Hemos declarado la promoción del cuidado y la calidad de vida de todos los miembros de la comunidad a través de la consolidación de una cultura del respeto”, señala. Luego comenta que la universidad busca erradicar conductas que atenten contra estos principios, entregando orientaciones sobre la relación que deben establecer los miembros de la comunidad en el marco de sus actividades académicas y de la convivencia cotidiana dentro de los espacios en que se extienden al quehacer universitario, ya sea dentro o fuera de los recintos de la institución.

Así, dice Sánchez, diseñamos un conjunto de acciones en el marco de la implementación del protocolo y la política de prevención de violencia sexual en la UC. Estas iniciativas han surgido fruto del trabajo conjunto de diversas comisiones donde han participado directivos, académicos, representantes de la FEUC y de la Consejería Superior, estudiantes, funcionarios y administrativos, así como un equipo de profesionales de Prorrectoría, Secretaria General y de las Vicerrectorías de la universidad. 

Como parte de estas iniciativas, en primer lugar, -con el propósito de comprender la prevalencia y los factores de riesgo que se asocian a conductas de violencia sexual y de realizar un seguimiento de las medidas que se implementarán en esta política-, se realizó una medición longitudinal, -aprobada por el Comité de Ética de Ciencias Sociales-, en el que participaron estudiantes, funcionarios y académicos. En segundo lugar, con el objetivo de sensibilizar e involucrar a toda la comunidad en la prevención, denuncia, acogida e intervención frente a hechos de violencia sexual, se está implementando una campaña comunicacional con mensajes muy simples y directos. Además, se enviará a todas las autoridades de la universidad un instructivo con un protocolo formal de registro de información ante estos hechos que afecten a miembros de la comunidad universitaria. Con este instructivo, explica el rector,  esperamos crear un mecanismo de acogida de las personas que hayan sido víctimas o testigos de hechos de violencia sexual que permita canalizar esta información a las entidades competentes para realizar las denuncias. Junto a esto, a través de este sistema “esperamos brindar orientación para el apoyo legal y psicológico de las personas afectadas”.

Como eje central de la prevención de violencia sexual que involucran a estudiantes, -junto a programas de inducción a los que ingresan a la UC-, se ha dado inicio al programa de formación de observadores activos que apunta a preparar a más de cuatrocientos estudiantes monitores que cumplirán la importante misión e contribuir a detectar y frenar situaciones conducentes a violencia sexual. Un programa similar se diseñará en la Dirección de Personal, orientado a todos los funcionarios y profesionales de la universidad. Asimismo, una profesional coordinará el “Programa de prevención y apoyo a víctimas de violencia sexual en la UC", donde participan representantes de los estudiantes, funcionarios y académicos.

A través de la implementación de la "Política de Prevención y Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual de la UC” se presenta a la comunidad un conjunto de recomendaciones de buenas prácticas que faciliten una adecuada convivencia entre profesores, estudiantes, profesionales y administrativos. Se busca un correcto manejo de los límites en esta relación y la prevención de conductas confusas o inapropiadas que pueden fomentar el abuso o directamente hechos de violencia sexual. Los lineamientos que se presentarán próximamente serán una guía para facilitar un clima de respeto en toda relación profesor y alumno, donde quiera que ésta se desarrolle.  “Esperamos instalar una reflexión profunda que contribuya a generar educación y prevención en esta materia”, señala Ignacio Sánchez. 

Y agrega que el desarrollo de una cultura de cuidado y respeto a la dignidad de las personas solo es posible de lograr en la medida en que se desarrolle un trabajo conjunto entre todos los miembros de la comunidad universitaria.  “Tenemos mucho que avanzar aún en este cuidado, el que debiera proyectarse desde las universidades a toda la sociedad. Estamos llamados a cumplir este gran desafío”, enfatiza la autoridad.