“Epu Trokin Kimün”: el juego que conjuga cultura mapuche y ecosistemas de La Araucanía
La apuesta, desarrollada como una de las iniciativas que fomenta la Educación inclusiva y la interculturalidad —dos de los sellos del Campus Villarrica UC—, es un material pedagógico que utiliza la metodología indagatoria para el encuentro de saberes locales y científicos, basado en investigación realizada por el académico Martín Bascopé.
Seis tableros de actividades, fichas de flora y fauna y 12 cuadernillos de actividades con pertinencia territorial, con los cuales los niños pueden crear y llevar a cabo proyectos de indagación científica, componen el kit “Epu Trokin Kimün”, que en mapudungun significa “encuentro de dos saberes”.
El juego, inédito en Chile, nació en 2019 en el marco de un proyecto financiado por la Fundación Siemens, “Programa Experimento”, y está orientado a cursos de prekinder a 6to básico, basado en saberes locales principalmente de origen mapuche.
“Es un kit multisensorial que busca despertar la curiosidad en los niños y niñas. Quisimos diseñar un material no convencional, sin formatos estructurados de guías o actividades predefinidas. Es un instrumento que promueve la creatividad, inventar juegos, organizar el pensamiento y las ideas que tenemos sobre nuestro entorno”, explica Martín Bascopé, director del proyecto.
Tras cuatro años de trabajo previo entre la universidad y ocho establecimientos educacionales rurales de La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos, el proyecto comenzó a ejecutarse en 2019, capacitando a más de 50 profesores e impactando en más de 1500 niños.
"Quisimos diseñar un material no convencional (...) Es un instrumento que promueve la creatividad, inventar juegos, organizar el pensamiento y las ideas que tenemos sobre nuestro entorno” - Martín Bascopé, académico Campus Villarrica.
Saberes locales en el currículo escolar
Con el objetivo de levantar una propuesta pedagógica para la incorporación de conocimientos locales en el currículo escolar chileno, en 2014 el investigador Martín Bascopé realizó un estudio con cinco escuelas rurales de La Araucanía, el que involucró a profesores, apoderados y comunidad educativa circundante.
Mediante observación de clases en aula y entrevistas a docentes del área de Ciencias y mapuzungun, y a padres y miembros de la comunidad en la que se inserta la escuela, se levantó información sobre el desarrollo de las clases, los conocimientos sobre aprendizaje indagatorio y la cultura mapuche, los saberes previos de los estudiantes y los conocimientos de los padres/apoderados, entre otros.
Entre los resultados que arrojó la investigación destaca que no existe una transversalidad ni un diálogo de conocimientos entre asignaturas, es decir, cada materia y contenido es vista en su espacio y tiempo, y no se retroalimentan.
“Producto de esta parcialización de conocimientos y falta de diálogo es que cuesta concebir cómo los conocimientos mapuches pueden articularse con lo que se nos enseña como aprendizajes escolares. La escuela sigue emplazándose como una realidad ajena a la cultura local”, plantea Bascopé en un paper en la Revista Electrónica de Investigación Educativa, REDIE, junto a la investigadora Natalia Caniguán de la Universidad de la Frontera.
Agrega que “se ha podido constatar que la escuela ha tendido a privilegiar el aprendizaje individual sobre el trabajo colaborativo y asociativo; el aprendizaje se vive y se evalúa desde lo individual, cada niño debe aprehender lo que se le entrega como información. Escasean los procesos reflexivos y colectivos de construcción de respuestas y, con ello, de conocimientos”.
A partir de la información recopilada en el trabajo de campo y la revisión de los programas educativos desarrollados por el MINEDUC, los investigadores Bascopé y Caniguán establecieron la existencia de cinco dominios generadores de integración de conocimientos locales dentro de la asignatura de Ciencias y que se plantea incluir en la educación escolar: hierbas medicinales y cuerpo humano, comidas tradicionales y procesos culinarios, construcción de artesanías y herramientas con recursos locales, ecosistemas y entorno natural, y cosmovisión y nociones espacio-temporales.
"(...) el aprendizaje se vive y se evalúa desde lo individual, cada niño debe aprehender lo que se le entrega como información. Escasean los procesos reflexivos y colectivos de construcción de respuestas y, con ello, de conocimientos” - Martín Bascopé, investigador Campus Villarrica UC
A partir de esto, se concluye que “si bien los cinco dominios buscan conectar conocimientos locales con el paradigma científico, no se debe banalizar o simplificar estos saberes a los códigos del pensamiento científico. Por el contrario, la sola inclusión de estos temas abre el espacio para la generación de un debate sobre temas histórico-culturales o sobre las cosmovisiones ancestrales, que a pesar de no concordar directamente con la perspectiva científica, permiten situar los aprendizajes del currículo oficial en un diálogo con otras visiones de mundo.