Equidad de género en la producción de conocimientos
Las desigualdades en el campo de la investigación académica pueden conducir a estudios sesgados, y conclusiones erradas. Académicos y académicas que trabajan en diferentes disciplinas coinciden en este diagnóstico, destacando que incluso más allá de la reivindicación de mayor participación femenina en la academia, la falta de diversidad en equipos de investigación también afecta la calidad de ésta.
¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas? En 1971, la historiadora del arte Linda Lochlin, se preguntó por qué no existían exponentes de sexo femenino equiparables a Miguel Angel o Pablo Picasso en el mundo de las artes visuales. La pregunta apuntaba a una disciplina específica, pero bien podría ser llevada a muchos otros campos como las matemáticas, la filosofía, las ciencias de la salud, u otros.
Las posibles respuestas a esta interrogante, planteada 50 años atrás, incluyen una serie de variables, que por cierto descartan de plano la posibilidad de que no existan mujeres con los méritos suficientes como para ser destacadas a nivel mundial en diferentes áreas del saber. En cambio, el mundo de la investigación académica es uno de los campos que tiene una responsabilidad histórica en el problema sobre el cual reflexionó Lochlin.
¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas? (...) Las posibles respuestas a esta interrogante, planteada 50 años atrás, incluyen una serie de variables, que por cierto descartan de plano la posibilidad de que no existan mujeres con los méritos suficientes como para ser destacadas a nivel mundial en diferentes áreas del saber.
Este fue uno de los principales temas que se abordó en el panel “Encuentro de saberes para la equidad de género” realizado en el contexto del proyecto “Innovación en Educación Superior en Género” (InES de género) de la UC.
Desde el plano de la música, el profesor UC Daniel Party explica las formas en que la producción artística de mujeres se ha invisibilizado históricamente: “La idea de que en el pasado no hubo artistas mujeres es falsa. Lo que pasa es que quienes han estado a cargo de canonizar las obras han sido hombres, quienes a su vez han tendido a canonizar a artistas hombres. Entonces en nuestros cursos enseñamos más a artistas y compositores hombres y en las salas de conciertos tocamos más obras de compositores hombres".
El académico explica que incluso desde una mirada revisionista, que intenta buscar y poner en valor la obra de mujeres que en el pasado no recibieron suficiente reconocimiento, resulta difícil encontrar datos básicos para entender el contexto y sentido de su producción artística. “Es muy difícil identificar dónde compusieron sus obras, encontrar las partituras, entonces hay todo un trabajo que tenemos que hacer para que las obras y biografías estén disponibles para que los públicos las puedan ver", afirma.
"La idea de que en el pasado no hubo artistas mujeres es falsa. Lo que pasa es que quienes han estado a cargo de canonizar las obras han sido hombres, quienes a su vez han tendido a canonizar a artistas hombres"- Daniel Party, académico UC
En el caso de las áreas STEM, donde a pesar de esfuerzos recientes sigue habiendo una marcada subrepresentación de mujeres, la académica del Instituto de Matemáticas de la U. de Valparaíso Andrea Vera, se refiere a la forma en que esto afecta la forma en que la disciplina se sitúa incluso a nivel social. “La matemática ocupa un lugar privilegiado en la jerarquía de saberes, y es una disciplina que se ha construido como masculina en sus lógicas, en sus prácticas, en las narrativas que hay alrededor de las matemáticas. Y eso puede actuar como un dispositivo de exclusión", advierte.
Un punto que actualmente genera consenso en las discusiones acerca de la participación femenina en la investigación académica es que al tomar en cuenta miradas diversas las investigaciones se enriquecen.
A pesar de venir de disciplinas diferentes como las Ciencias Sociales, Matemáticas, Medicina y Música, los y las docentes que participaron en el panel “Encuentro de saberes para la equidad de género”, Verónica Undurraga, Andrea Vera, Carlos Güida y Daniel Party, están de acuerdo en que la producción de conocimiento puede verse afectada al no considerar el género, o al menos cuestionar respecto de quiénes componen los equipos de investigación en contextos académicos y la forma en que se investiga para generar conocimientos.
“Si es que uno no involucra el género en las investigaciones, solo está viendo un fragmento de la realidad. El género no es solo abrir el sujeto de estudio para estudiar a las mujeres, el género son las interacciones entre mujeres y hombres, tomando en cuenta las relaciones de poder”, afirma Verónica Undurraga, académica del Instituto de Historia UC: “Aquí estamos entendiendo el poder ya no anclado en las instituciones, como se viene estudiando en los últimos setenta años en las Ciencias Sociales y las Humanidades, sino que el poder son todas las interacciones humanas, en la familia, en el consultorio, y también en la universidad”.
Ausencia de lo masculino en áreas específicas del conocimiento
Carlos Güida es académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile y ha participado en diversas publicaciones en salud reproductiva, estudios de género y participación ciudadana en salud. En su trabajo, también le ha tocado constatar cómo los hombres son excluidos en ciertos campos de la medicina, como, por ejemplo, en lo vinculado a la salud reproductiva. “Muchas de las investigaciones que están dedicados a la salud reproductiva o a la salud sexual, no aparece la palabra hombre ni paternidad, en decenas de ellos. Yo pienso que para bien o para mal eso incide en los resultados”.
Desde su experiencia, específicamente en el estudio “Paternidades y exclusiones: el lugar de los varones en la pobreza extrema” (2006), se cuestionó cómo los apoyos para educación, crianza, alimentación, iban siempre dirigidos a las mujeres, y no estaban también abiertos a los hombres, “porque existía la idea de que malgastaban el dinero. En muchos casos efectivamente era así, pero en otros no. Hombres viudos, parejas homoparentales, o también hombres que se hacían cargo de la crianza de sus hijos no eran considerados”. Desde diferentes organizaciones, Guida planteó que eso debía ser al menos revisado. “Y eso no tuvo una buena recepción en todas partes. Ahí decidimos tomar el género como una categoría de análisis”, comenta.
Parte del trabajo por lograr la equidad e incorporar a mujeres en áreas tradicionalmente vinculadas a lo masculino, como las disciplinas STEM, también pasa por incorporar a hombres en áreas como la Enfermería o Educación. Consultada respecto de si se debiese forzar la participación de hombres en carreras como estas, Verónica Undurraga cree que “más allá de forzar, lo importante es integrar, porque una mirada diversa dentro de la disciplina incide en una mayor creatividad. Más hombres puedan aportar diferentes miradas, ¿estamos perdiendo talentos masculinos que se inhiben de entrar a esas áreas?”, cuestiona. Para contestar esa pregunta, e integrar a más hombres, la historiadora UC recalca la importancia de identificar las razones que inhiben la participación masculina.
Acciones para erradicar los sesgos de género en investigación
Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, al año 2018 el 34% de las personas que trabajaban en investigación académica en Chile eran mujeres, lo que evidencia un largo camino por recorrer en términos de equidad y diversidad en los equipos de trabajo de investigación.
El proyecto “Innovación en Educación Superior en Género” (InES de género) busca desarrollar diferentes acciones y planes para disminuir las brechas de género en investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento (I+D+i+e) en la UC y en otras universidades del país.
Actualmente la UC está impulsando un plan para reducir las diferencias que existen entre hombres y mujeres en el mundo de la investigación, con el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). En concreto el proyecto “Innovación en Educación Superior en Género” (InES de género) busca desarrollar diferentes acciones y planes para disminuir las brechas de género en investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento (I+D+i+e) en la UC y en otras universidades del país.
El proyecto está integrado por diversos equipos de la Vicerrectoría de Investigación y la Vicerrectoría Académica de la UC, quienes trabajan de manera colaborativa, y entre sus objetivos se cuenta el lograr la igualdad en el avance de la carrera académica para hombres y mujeres; distribuir la carga horaria académica; aumentar el liderazgo de académicas; e incorporar la mirada de género en todas las áreas y disciplinas del conocimiento en la universidad.
Para conocer más sobre el InES de género revisa esta nota.