Estudiantes de la Facultad de Derecho ganan concurso de estudio jurídico por proyecto social
La iniciativa consiste en ayudar a niños, niñas y adolescentes -a quienes se les entrevista- para poder representar sus intereses, deseos e inquietudes en procesos judiciales que tendrán consecuencias sobre ellos.
Un importante reconocimiento tuvieron dos alumnos de Derecho UC, en el marco de la premiación de los Fondos Concursables (versiones 2002 y 2023) del estudio jurídico Barros & Errázuriz. Esta iniciativa de la firma busca apoyar proyectos de estudiantes de la carrera de Derecho de distintas universidades del país, que busquen generar impacto y valor agregado en el ámbito académico.
Así, se premió a los alumnos Rosario Venegas, hoy egresada, y a Byron Espinoza, estudiante de cuarto año y trabajador social UC. Ambos ganaron el primer lugar el año 2022 -cuyo premio acaba de ser entregado- con el proyecto “Estrategia interdisciplinaria en la representación judicial de niños, niñas y adolescentes”. Esta última es parte del proyecto de curadurías ad litem de la Clínica Jurídica Derecho UC y que consiste en ayudar a menores de edad -a quienes se les entrevista- para poder representar sus intereses, deseos e inquietudes en procesos judiciales que tendrán consecuencias sobre ellos.
Más de 100 niños y niñas
El proyecto de curadurías ad litem comenzó con el proyecto de finalización de carrera del estudiante de Trabajo Social, Byron Espinoza, -hoy trabajador social del equipo-, quien se encargó de la investigación, diseño e implementación del mismo. Esto, en conjunto con la abogada, profesora y coordinadora del Área de Familia de la Clínica Jurídica Derecho UC, Heydi Román.
La investigación comenzó considerando la ausencia de servicios especializados y de calidad en el sector público y privado. De esta manera, se recopilaron experiencias profesionales de ambos sectores -incluyendo a la Corporación de Asistencia Judicial (CAJ), universidades y al programa "Mi Abogado"- y se levantó información documental de las experiencias de "Guardian ad litem" en Estados Unidos, Irlanda, Reino Unido y Australia. Todo lo anterior se tradujo en la elaboración e implementación de un protocolo para el servicio de curadurías ad litem, un flujo de trabajo interdisciplinario para la atención de casos y un espacio adecuado para entrevistar a niños, niñas y adolescentes en un ambiente respetuoso y amigable.
La puesta en marcha comenzó en abril de 2022, en convenio con Tribunales de Familia de Santiago, especialmente el Tercer Juzgado de Familia de Santiago y el Centro de Medidas Cautelares, especializándose en causas sobre negligencias, maltrato y otras de alta complejidad (abuso, secuestro internacional, cuidado personal, internación en residencia y explotación sexual infantil).
A la fecha, se han atendido a más de 100 niños, se ha participado en más de 200 audiencias y se ha contado con la colaboración exitosa de 60 alumnos, las profesoras Francisca Murray y Heydi Román, así como del abogado Patricio Villavicencio y la psicóloga Paz Rey, ambos del Área Niñez de la Clínica Jurídica, además de Byron Espinoza en su rol de trabajador social.
“El principal recuerdo que nuestros usuarios tendrán luego de pasar por un proceso judicial será el de un grupo de personas que se sentaron junto a ellos, los miraron a los ojos y les preguntaron ‘¿cómo estás?’” - Byron Espinoza, estudiante de Derecho
“En este trabajo, nuestra labor consiste, desde lo académico, en entregar enseñanza especializada en el ejercicio del derecho de familia e infancia a nuestros alumnos, y por otra parte, entregar un servicio de excelencia y alta especialización para la representación de niños que se encuentran en medio de procesos judiciales, facilitando el acceso a la justicia de un modo amable y menos revictimizante”, explicó la profesora Román.
El alumno Byron Espinoza, en tanto, agradeció el premio, especialmente “a nombre de nuestros usuarios”. Y sostuvo que “el principal recuerdo que nuestros usuarios tendrán luego de pasar por un proceso judicial será el de un grupo de personas que se sentaron junto a ellos, los miraron a los ojos y les preguntaron ‘¿cómo estás? y ¿qué quieres tú?’”.
“Para nosotras, la curaduría es un espacio en donde pude darme cuenta de la importancia y la necesidad de ayudar a niños, que son personas completamente vulnerables y muy invisibilizadas en la sociedad, que pasan por procesos en donde ellos no pueden realmente opinar y ser tomados en cuenta. Con la curaduría le damos la importancia que ellos merecen, porque somos sus abogados y velamos por ellos más allá de lo que quiera el padre o madre”, comentaron, a su vez, las alumnas de quinto año Valentina Zamora y María Emilia Papic, quienes han trabajado en esta iniciativa.