Estudio analizará cómo y qué leen los escolares en formato digital
El proyecto financiado por el Fondo de Investigación en Educación, Fonide, busca conocer y describir las prácticas de lectura digital de los jóvenes y proponer estrategias para que la escuela eventualmente las incorpore y se beneficie de ellas.
A fines del año pasado el Ministerio de Educación lanzó la Biblioteca Digital Escolar, que entrega acceso gratuito a libros a los alumnos de colegios municipales y particulares subvencionados. Esta colección se suma a la Biblioteca Pública Digital que existe desde 2013 y está abierta a todos los chilenos. Cada vez existe más acceso a los libros en este formato y, por otro lado, los jóvenes pasan cada vez más tiempo frente a las pantallas y desarrollan habilidades digitales avanzadas.
Sin embargo, la escuela no se encarga de tender un puente entre estas dos realidades y tampoco promueve la lectura digital. “Está el acceso, pero en general la escuela no lo conoce, no lo ocupa y, más aún, tiene prácticas de lectura muy impositivas, que hacen que los jóvenes no puedan usar los dispositivos digitales”, explica Maili Ow, profesora de la Facultad de Educación de la UC.
A pesar de que los libros en este formato tienen la ventaja de ser más ecológicos y económicos, persiste una mirada crítica de la tecnología. “Lo digital tiene un prestigio negativo, los estudiantes no pueden usar el teléfono, porque pareciera que están perdiendo el tiempo, no pueden usar el computador, no pueden llevar su tablet, y se sigue leyendo sólo en soporte papel”, agrega la académica experta en literatura infantil.
Con la finalidad de hacer una evaluación de las prácticas lectoras digitales de los escolares y establecer en qué medida la escuela podría tomar estas habilidades y vincularlas al desarrollo curricular de lengua y literatura, un equipo liderado por la profesora Ow trabaja en un proyecto financiado por el Fondo de Investigación en Educación, Fonide.
En la iniciativa -Lecturas literarias digitales en la escuela. Análisis de prácticas lectoras de estudiantes de 7° a II Medio - participan los académicos de Educación Alejandra Meneses y Max Montenegro, y las profesoras de la Universidad de Tarapacá Berta Reyes, Paloma de Gálvez y Amalia Rojas.
Trabajarán con ocho colegios, cuatro en la región de Arica y Parinacota y cuatro en Santiago, de distintas dependencias, donde aplicarán un cuestionario que les permita levantar prácticas de lectura digital, tanto literarias, como no literarias. Se espera reunir una muestra de entre 900 y mil alumnos. Además, entrevistarán a profesores y estudiantes de esos niveles y contrastarán esta realidad con lo que dice el currículum y con el material disponible en las bibliotecas digitales. La finalidad es terminar con una propuesta de política pública.
En las entrevistas preliminares hay estudiantes aficionados a plataformas como Wattpad, una comunidad virtual para lectores y escritores no profesionales, donde se pueden publicar relatos, poemas, blogs, fan-fictions, historias de ciencia ficción, etc.
También aparecen en los testimonios la práctica de juegos de roles a través de WhatsApp o las historias que se comparten a través de textos y fotografías en Instagram.
“Hay ciertas prácticas digitales que no son literarias, pero que comparten rasgos ciertos rasgos de la ficcionalidad, que nosotros podríamos tomar para hacer el vínculo con la escuela”, concluye Maili Ow.