Experto UC en bioenergía apoyará la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos
Se trata del ingeniero César Sáez, quien lidera el desarrollo de soluciones tecnológicas con microalgas para reducir la contaminación de buses y con residuos del campo para producir gas.
El profesor del Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Universidad Católica, César Sáez, fue nombrado como contraparte oficial y representante de la casa de estudios para conformar el Comité Asesor de la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos, que será presentada en la próxima COP25.
En el Laboratorio de Energías Renovables y Residuos UC, el doctor en Ciencias de la Ingeniería lidera diversos trabajos de investigación y desarrollo en el área de la bioenergía, específicamente con microalgas para reducir la contaminación de buses y con residuos del campo para producir gas.
El profesor Sáez y su equipo diseñaron una planta de microalgas en pleno desierto, en la comuna de Mejillones en la Región de Antofagasta, que permite desaguar los organismos en forma eficiente y económica para la producción de biocombustible.
En la Región de la Araucanía, en tanto, el ingeniero encabezó el desarrollo de un sistema de biodigestores reciclables, altamente resistentes y durables, que funcionan como unos contenedores impermeables y herméticos, en el que se depositan materiales orgánicos del campo para producir gas.
El Comité Asesor para la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos espera aumentar significativamente la tasa de valorización de los residuos orgánicos gestionados a nivel municipal, considerando el promedio anual de 7,5 millones de toneladas de basura domiciliaria.
La iniciativa del Ministerio del Medio Ambiente pretende solucionar el 50% de la basura domiciliaria. Para ello, la cartera inició un estudio que servirá de base para definir los instrumentos necesarios, cuyos resultados serán presentados durante la próxima COP25.
En la actualidad, los municipios destinan más de un 10% de su presupuesto en gastos de aseo. Sin embargo, el bajo nivel de recaudación que registra este servicio a la comunidad, ha significado un déficit económico para la mayoría de las comunas.
A dicha barrera que enfrentan los municipios, se suman la falta de incentivos para separar los residuos orgánicos, la baja disponibilidad de terrenos para el desarrollo de proyectos de valorización y el desconocimiento de tecnologías por parte de la mayoría de los equipos técnicos, entre otros.
En paralelo, sólo un 13% de las comunas del país valorizan una fracción de los residuos orgánicos generados. Algunas de las iniciativas existentes corresponden a las instalaciones de compostaje de Viña del Mar, La Pintana, San Antonio y Santa Juana.