Felipe Heusser: «Nos motiva el aporte constante al país»
Más de tres décadas de carrera tiene este cardiólogo pediatra, quien durante los próximos cuatro años liderará como decano una de las facultades más antiguas de la Universidad Católica: Medicina. La entrevista fue publicada en la última edición del diario Visión UC.
Quienes conocen la trayectoria del cardiólogo Felipe Heusser (60), no se sorprenden con la noticia de su nuevo cargo: decano de la Facultad de Medicina por los próximos cuatro años. Lo esperaban. Y no sin alegría. En sus más de 30 años como académico, Heusser ha tenido una decena de roles administrativos entre los cuales destacan el haber sido vicedecano, vicedecano de asuntos clínicos y director médico de la Red de Salud UC Christus, director de la Escuela de Medicina y jefe de distintas áreas, principalmente, las ligadas a su pericia, la cardiología pediátrica.
Casado con la profesora titular de esta escuela, Marcela Ferrés, y con seis hijos, el nuevo decano se tituló de médico en la Universidad de Chile en 1981, especializándose en pediatría en la UC y en cardiología pediátrica a mediados de los 80 en la Universidad de Yale.
En los 80, Heusser estaría vinculado a importantes proyectos de desarrollo y de investigación, siendo el primero de ellos el Programa de cardiología y cardiocirugía pediátrica en el Hospital Clínico de la UC.
- ¿Cuándo se vuelve más apasionante lo administrativo que lo académico?
Nunca. Tiene que ver con roles que uno va tomando. Una parte de querer a la institución es estar disponible para ella, porque al final el trabajo que estás haciendo permite que muchos más puedan hacer tanto un buen trabajo académico como una buena práctica profesional.
- Con casi 100 años, la facultad se ha transformado en un referente local y regional. ¿Qué más le hace falta?
Profundizar su misión. Esto es un continuo. Una de las cosas que tenemos que hacer es consolidar a esta facultad que estaba muy cargada a medicina. Hoy, con una Escuela de Enfermería, una de Odontología, con un Departamento de ciencias de la salud –que aún no se llama escuela porque tiene que cumplir requisitos académicos, pero que lo es en la práctica–, estamos obligados a organizarnos de otra forma: como una facultad multiescuelas. Éramos bien monoescuela, aunque fuéramos dos (Medicina y Enfermería), y ese es un cambio que también hay que consolidar, además de lo interprofesional, de la interdisciplina, de la internacionalización.
- ¿Qué otras carreras podrían llegar?
Estamos organizados con tres escuelas y una cuarta llamada ciencias de la salud. Lo hemos puesto así justamente porque hay otras carreras del área de la salud que no formamos y que podrían agregarse. Se ha estado explorando y avanzando: Terapia ocupacional es una de ellas. Es un tercer profesional que trabaja muy relacionadamente con kinesiólogos y fonoaudiólogos que ya estamos formando.
- ¿Cómo pretende potenciar el rol público de la facultad?
Como proveedores de salud y desarrollo médico damos atención compleja a todo el sector público en muchas áreas, como trasplantes cardíacos y hepáticos, cirugía de cardiopatías congénitas, entre otras. Tenemos en Puente Alto y La Pintana tres consultorios de medicina familiar (la red Áncora) que atiende alrededor de 65.000 personas. Proveemos cien por ciento al sector público allí, son cien por ciento UC. Nos motiva el aporte constante al país, porque entendemos que la salud está en la base de las necesidades. Por esto, parte del tema es ir creando y entregando modelos de atención que puedan ser más eficientes y permitan atender mejor a nuestra población.
La garantía internacional
La investigación e internacionalización son dos de las mayores preocupaciones de la nueva autoridad. Es verdad que la facultad ha triplicado en la última década tanto el número de proyectos de investigación adjudicados como las publicaciones ISI. De hecho, en una presentación realizada a la comunidad de su facultad, Heusser refrendó la importancia de fomentar tanto el intercambio estudiantil como el académico y la colaboración interinstitucional. Hay antecedentes, como la acreditación a la Escuela de Medicina como centro formador de especialistas médicos otorgada en el año 2016 por el Royal College of Physicians and Surgeons of Canada.
«Gran parte de la internacionalización tiene que ver con incorporar una mirada más global, pero también con ir mejorando nuestros estándares y ver cómo los entregamos a Chile. Nuestro trabajo en posgrado con el Royal College lo hemos extendido al país: hacemos con los canadienses un congreso latinoamericano llamado LACRE. Esa reunión tiene una mirada país y regional. No es solo para que nosotros mejoremos», explica el médico, quien destaca, además, las alianzas de la facultad con organizaciones como U21, ECFMG / FAIMER y AMEE, la Asociación para la Educación Médica de Europa, por sus siglas en inglés:
«Con estos últimos tenemos un diploma on line en conjunto. Hemos aprendido, y nos medimos con ellos también para mejorar, porque queremos que esta alianza beneficie a la región entera», sostiene el decano, ansioso de seguir consolidando esta facultad en este nuevo rol.