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Feria CEDETi 3D reunió diversas innovaciones para personas en situación de discapacidad


El encuentro organizado por el Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión (CEDETi UC) contó con stands demostrativos y una mesa de políticas públicas. Guantes con sensores para el gateo de niños ciegos, un robot de telepresencia y softwares del centro, fueron algunos de los proyectos exhibidos.

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photo_camera Archivo UC

En las instalaciones del Centro de Desarrollo de Tecnologías de la Inclusión (CEDETi UC) se realizó una feria de innovación donde se dieron a conocer más de una decena de proyectos orientados a apoyar a personas en situación de discapacidad. Creaciones como sillas motorizadas, prótesis 3D a bajo costo, sistema de control ocular y recorridos interactivos formaron parte de la instancia donde a la vez, se realizó una mesa de discusión de políticas públicas.     

El psicólogo UC y director de CEDETi, Ricardo Rosas  realizó un positivo balance tras el encuentro, al que asistieron cerca de 170 personas, en su mayoría con algún nivel de discapacidad. Manifestó que los stands tenían en común la alta innovación y se refirió al foco central de la mesa de discusión: “la reforma educacional en curso, pues hay omisiones muy importantes” en la materia.

En los puestos demostrativos, se exhibieron los softwares del centro. Para Rosas, uno de los principales proyectos es “Sueñaletras”, aplicación que funciona como apoyo a profesores en contextos de enseñanza a niños sordos e hipoacúsicos de entre cuatro y 10 años de edad, que buscan aprender a leer y escribir. 

Al respecto, Rosas contó que el software poseerá una versión en conjunto con Pakistán en lengua de señas urdu, beneficiando a un millón de niños sordos. También se presentaron las versiones digitales de “Papelucho” y “Los tres chanchitos”, disponibles en lengua de señas y subtítulos; viene en camino la versión de “El Principito”.

Entre las creaciones que se dieron a conocer, Rosas también destacó el desarrollo del estudiante de ingeniería UC, Francisco Retamales, con su robot de telepresencia. Se trata de un dispositivo controlado por visión, que permite a una persona con discapacidad interactuar con el resto de las habitaciones. Además, posee micrófono y parlante. 

Bruno Wentt, representante del inventor del robot en la feria 3D, explicó que el sistema permite hacer panorámicas y en la práctica permite que, por ejemplo, “una persona inmovilizada pueda comunicarse con otras personas de una casa”.

En los stands también se dieron a conocer recorridos virtuales por los servicios accesibles de la Biblioteca de Santiago y reproductores de música multisensoriales para quienes están incapacitados de tocar un instrumento de manera convencional.

Javiera de la Fuente, alumna Diseño digital de la Universidad del Desarrollo fue otra de las expositoras de un ingenioso sistema que ayuda a los niños ciegos en la etapa de aprender a gatear y su posterior desplazamiento. La estudiante contó que la idea surgió a raíz de que los bastones no son entregados hasta los 12 años, de manera que “era necesario crear una tecnología que los ayudara de forma previa en su movilidad”. Los guantes se asimilan a muñequeras con sensores que distinguen distancia de un metro hacia abajo y entrega distintos niveles de vibración según la cercanía de cada obstáculo.

 

Discusión centrada en la reforma y nuevos desafíos

La subdirectora del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), Viviana Ávila, fue una de las invitadas a la mesa de discusión. Ahondó en el Plan Chile Accesible y destacó su carácter de gestión intersectorial, donde se han asumido compromisos y convenios con MOP y Minvu. Al mismo tiempo, destacó la importancia de la accesibilidad en los entornos del servicio público y sus sitios web. En esta línea aseguró que “Senadis ha capacitado a distintos organismos públicos en la materia” y valoró el llamado Sello Inclusivo con el que cuentan algunas de estas instancias.

Ávila hizo un llamado a ampliar la accesibilidad, pues explicó que si sólo se considera a personas en situación de discapacidad en medidas de inclusión, se estaría involucrando a un 13% de la población. Sin embargo, “si incorporamos a las personas con movilidad reducida, a las personas mayores, a las mujeres en gestación, estamos involucrando a un 60% de la población, ejemplificó”. Enfatizó además, en que la temática de la discapacidad, cruza también la educación y la inclusión laboral. 

Por su parte, la expositora Rosa Blanco, directora de la Organización de Estados Iberoamericanos en Chile (OEI), se refirió a la reforma educacional ligada a la inclusión. Blanco distinguió que a veces se denomina inclusión a prácticas o políticas que se consideran en el paradigma de la integración. Por lo mismo, aclaró: “la inclusión es un derecho”.

En estos términos analizó la educación como un bien común que debe garantizar múltiples oportunidades de acceso y de calidad. De esta manera, sintetizó “educación inclusiva es un proceso orientado a responder las necesidades de aprendizaje de las personas reduciendo la exclusión”, una definición acogida por la Unesco. 

Por lo tanto, continuó la expositora, “las políticas de inclusión son políticas educativas generales, de manera que son responsabilidad del ministerio de Educación”, esto en términos de que todos los estudiantes son diferentes a la hora de aprender. 

Entre los desafíos en el área, llamó a establecer normativas para revisar el acceso y permanencia en todos los niveles de la educaicón, con particular atención en los discapacitados. A la vez, dijo, “hay que formar a los docentes respecto de tecnologías disponibles para favorecer a personas en situación de discapacidad”.

Finalmente, tomó la palabra Cristián Infante, director de la Vicaría para la Educación de Santiago; organización integrante junto a CEDETi y otras 14 instituciones el movimiento YoincluYo que trabaja para incidir en el proceso legislativo, de manera que la reforma no olvide los criterios de inclusión.

Infante explicó que las reformas tienen tres niveles: el constitucional, el legal y el reglamentario u operacional. En este esquema, manifestó, inciden otros factores como el nombramiento de las leyes. Por ejemplo, señaló, “la ley de Inclusión no se llamaba así y se le puso así por razones políticas”. En definitiva, aseguró, es una ley para terminar el lucro, la selección y el copago, de manera que la inclusión va más allá de esos objetivos y no alcanza a ser abarcada. 

Los cambios que ha buscado impulsar Infante desde su vereda, van en la línea de la inclusión y la tecnología, ámbitos que “tienen un carácter de cambio paradigmático o cultural”, según Infante. Por esto, explicó, es necesario que mientras se construyen nuevas tecnologías se considere la aplicación de estas en contextos diversos propios de la diversidad de modelos culturales. 

“Un profesor debe preocuparse de un buen clima en el aula, cumplir cobertura curricular, que se cumplan ciertos elementos administrativos (…). Después de eso, preocuparse por cómo aprenden los alumnos en una sala de 45 alumnos, es decir, pedirle a ese profesor la inclusión de la tecnología, es un heroísmo”, ilustró Infante sobre la necesidad de ejecutar los procesos de inclusión desde la matriz de la reforma.


INFORMACIÓN PERIODISTICA

Violeta Bustos Vaccia, periodista, vsbustos@uc.cl


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