Filantropía y la necesidad de donaciones

Como escribe Ignacio Sánchez en La Tercera, los recientes incendios forestales pusieron de relieve un tema de gran importancia para nuestro país: la colaboración y aporte filantrópico de particulares y fundaciones sin fines de lucro para avanzar en el crecimiento y desarrollo de Chile. El control de la catástrofe fue posible por el trabajo conjunto, en pos de un objetivo y un ideal, el que se cumplió, con mucho esfuerzo y dedicación. Esta situación también develó problemas a solucionar en la recepción de los aportes. A nivel global, Chile muestra un nivel muy menor en relación a las donaciones presentes en países desarrollados.

En Educación Superior, el Estado ha cumplido un rol clave en el financiamiento de las universidades para poder permitir el aporte de bienes públicos, en especial la investigación y creación de nuevo conocimiento, junto a facilitar el acceso de estudiantes con talento y necesidades económicas. Sin embargo, es evidente que estos recursos son insuficientes y que la filantropía permite entregar otros recursos económicos para lograr una mejor universidad. Esta labor se desarrolla por un sentido de gratitud, altruismo y para poder apoyar de manera real la misión institucional. En nuestro país existen destacados ejemplos de filantropía y los proyectos en educación han sido notables. La mayor parte de los fondos recibidos por donaciones se destinan a proyectos de infraestructura, de investigación y a la entrega de becas para alumnos vulnerables.

Sin embargo, para un financiamiento sustentable de la Educación Superior, se requiere un cambio cultural y comprender la importancia del compromiso y del aporte de la comunidad, en el desarrollo de las universidades. Sin este aporte desinteresado y libre de los ex alumnos y de las personas cercanas a cada una de las diversas universidades del país, no se podrá lograr el ansiado desarrollo de un sistema universitario de calidad internacional. También es vital flexibilizar y favorecer las normas de recepción de estas donaciones, con los adecuados incentivos tributarios, similares a los que existen en países desarrollados. La filantropía es de gran relevancia ya que permite fortalecer el desarrollo de la misión de las universidades con una mayor autonomía, independencia y libertad en su quehacer. Significa también poder mirar al futuro con confianza en un desarrollo institucional sustentable. De esta manera, se ha planteado el desarrollo y la formación de fondos de reserva, -o endowment-, similar al que poseen las mejores universidades del mundo.

En la medida en que la educación de los jóvenes del país y la investigación se considere una tarea de todos, -y que estos nuevos fondos complementen el aporte del Estado-, nos vamos a sentir responsables del futuro de nuestras universidades, el que debemos ayudar a fortalecer en beneficio de las futuras generaciones y del desarrollo de nuestro país. En este caso, no hay que esperar una catástrofe o una situación de riesgo para reaccionar, tenemos que pensar y planificar a tiempo. Este es un desafío a la generosidad de los privados y un llamado al Estado a facilitar la entrega de este aporte altruista, a través de mecanismos modernos y flexibles.

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