Fondos internacionales: un impulso a la investigación en la UC
El ICGEB, el Australian Research Council y el VREF-Walking as a Mode of Transport, de la empresa Volvo, son algunos de fondos provenientes del extranjero que hoy hacen posible importantes investigaciones de académicos de la Universidad Católica, como César Ramírez, Enrico Rezende y Giovanni Vecchio. Se trata de una forma de desarrollar sus trabajos con fuentes externas, lo que les otorga mayor independencia y chances de proyección de ese trabajo en el tiempo. En el proceso son apoyados por la Subdirección Internacional de la Dirección de Investigación de la UC.
El 11 de mayo pasado, César Ramírez, profesor asociado del Instituto de Ingeniería Biológica y Médica, recibió una noticia que lo sorprendió y a la vez le sacó una sonrisa: luego de intentarlo por cinco años consecutivos, finalmente se había adjudicado el fondo internacional del programa de investigación colaborativa de ICGEB. Este es entregado por el International Center for Genetic Engineering and Biotechnology -de ahí su nombre-, la principal organización intergubernamental a nivel mundial para la investigación, capacitación y transferencia de tecnología en el campo de las ciencias biológicas y la biotecnología.
El proyecto con el que postuló tiene un nombre complejo -“Ingeniería de hidrolasas de PET, mediante análisis de frustración e inteligencia artificial, para la degradación y el reciclaje de plásticos”-, pero el investigador lo cuenta en sencillo. En él, durante tres años, buscarán “diseñar enzimas que degradan el plástico PET en el computador, para así generar nuevas variantes que puedan degradar este plástico de manera más rápida y a distintas temperaturas, abriendo distintas opciones para el potencial establecimiento de procesos de reciclaje biológico de PET a nivel industrial”, cuenta el investigador desde Singapur, donde se encuentra participando en una conferencia de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO) presentando los primeros resultados de este trabajo.
El logro no es menor. César Ramírez postuló como investigador principal, siendo el único investigador de la UC, y con el apoyo a nivel internacional de los profesores Diego U. Ferreiro, de la Universidad de Buenos Aires, y Richard C. Garratt, de la Universidad de São Paulo. Además, participan estudiantes del doctorado en Ingeniería Biológica y Médica del Instituto de Ingeniería Biológica y Médica: Valeria Eltit, Javiera Avilés y Aransa Griñen.
En todo el proceso de postulación y adjudicación de este proyecto, recibieron el apoyo de la Dirección de Investigación, de la Vicerrectoría de Investigación, puntualmente de la subdirección Internacional, con la revisión y aprobación de documentos. Christian Blanco, subdirector internacional, explica que el ICGEB se creó como un proyecto especial de la ONU en 1983 y desde 1994, es un organismo intergubernamental autónomo, con laboratorios en todo el mundo y múltiples iniciativas en materia de enfermedades infecciosas y no infecciosas, biotecnología e ingeniería y aplicaciones médicas. “Actualmente ofrece varias oportunidades de becas y financiamiento de la investigación y son muy prestigiosos en el área”, comenta.
Un año antes, en 2023, César Ramírez postuló a los fondos “Garden Grants in Protein Engineering” de Homeworld Collective, una organización sin fines de lucro que se dedica a la biotecnología climática. Lo hizo con otro proyecto asociado al uso de inteligencia artificial para generar nuevas enzimas que degradan el plástico PET. “Estos proyectos apoyan investigación basada en ingeniería de proteínas como una herramienta para abordar desafíos ambientales. El monto total de financiamiento de los Garden Grants fue de US$ 1,35 millones, que fueron distribuidos entre 16 equipos de investigación en el mundo. Nuestro laboratorio, en el Instituto de Ingeniería Biológica y Médica, fue el único de Sudamérica en adjudicar estos fondos entre 65 equipos que postularon”, detalla el profesor. En ese equipo también participan Valeria Eltit, Javiera Avilés y Aransa Griñen, estudiantes del doctorado en Ingeniería Biológica y Médica.
“César se adjudicó el Standard Research Grants, pero también hay otra modalidad que se llama Early Career Return Grants, enfocada en investigadores jóvenes. Para ambas modalidades, las postulaciones primero son revisadas por la persona representante del ICGEB en cada país miembro, que en nuestro caso está en la Universidad de Concepción", detalla Christian Blanco. El subdirector detalló que en el sitio web de la Dirección de Investigación se publican esta y otras convocatorias internacionales relevantes, y que la UC cuenta, además, con una suscripción a Research Connect International, una plataforma de búsqueda de fondos internacionales para todos sus investigadores.
Australian Research Council y el fondo de Volvo
“Habitualmente se habla más de las fuentes nacionales de financiamiento de la investigación, como Fondecyt Regular, por ejemplo, pero poco se sabe a nivel general de los fondos internacionales, como el ICEGB, el Australian Research Council y el VREF de Volvo, que proporcionan una fuente de desarrollo alternativo para quienes estudian diversos temas desde nuestro país, y en particular desde la universidad. La subdirección ha colaborado con nuestros profesores y profesoras en sus postulaciones, orientándolos muchas veces, ya que este tema es clave y parte de la labor que realizamos en el día a día, desde la dirección de Investigación", explica María Elena Boisier, directora de Investigación, de la Vicerrectoría de Investigación de la universidad.
A la experiencia de César Ramírez se suman otras, como la de Enrico Rezende, profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas. En enero de este año se adjudicó el Australian Research Council (ARC), un fondo de investigación del gobierno australiano. “Son altamente competitivos, en un país con un nivel académico excelente, en particular en las áreas de ecología y evolución. Son otorgados a grupos de investigadores”, afirma el académico.
El trabajo empezará oficialmente a mediados de 2025 y actualmente ya están diseñando algunos experimentos pilotos. ¿La propuesta? “Investigar formas alternativas para cuantificar el efecto acumulativo del estrés térmico en las plantas, y con esto intentar predecir, bajo qué condiciones, las poblaciones de plantas de distintas especies, podrían verse afectadas por olas de calor y a más largo plazo, por el calentamiento global”, relata el profesor Rezende.
Si todo sale bien, ese trabajo podría tener impacto más global. “Los análisis preliminares sugieren que nuestra aproximación podría utilizarse en distintas comunidades de plantas del planeta, aunque ahora nos enfocaremos en plantas de Australia e intentaremos replicar algunas mediciones con especies en Chile”, añade el académico, cuya investigación, en general, se encuentra en la interfaz entre la fisiología, la ecología y la evolución.
El fondo ARC fue obtenido por Enrico Rezende y un grupo de científicos de universidades como la Australian National University, la University of Technology Sydney y la University of New South Wales. “Tenemos botánicos experimentales y biólogos de poblaciones, mientras que yo trabajo como ecólogo teórico (…). Fui invitado a participar de esta colaboración porque desarrollé una aproximación similar para animales y ahora vemos que podemos usarla también para plantas, por lo que estuve en un workshop con estos investigadores en Canberra (Australia) y de ahí salió la idea para el proyecto”, cuenta el profesor, quien asegura que hay mucho interés de investigadores de ese país de colaborar con Chile, en parte por las similitudes entre ambientes y por su historia geográfica compartida.
Sobre el rol de la subdirección internacional, destaca el apoyo logístico, que fue importante para obtener la documentación necesaria para postular.
A fines de 2023, Giovanni Vecchio, subdirector de Postgrado del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, se adjudicó el llamado “VREF – Walking as a Mode of Transport”, de la Volvo Research Education Fundation, una fundación de esta empresa automotriz para financiar el trabajo de investigación, sobre todo en el ámbito de la movilidad.
“La convocatoria del año pasado tenía un foco en temas de equidad y estudios comparativos entre diferentes países. Este fondo es bien importante a nivel internacional, porque financia muchos trabajos pero dentro de un paraguas bien específico y que, en muchos casos, termina generando proyectos más grandes”, cuenta el académico, cuyos temas son las implicancias sociales de la planificación urbana y de la movilidad, con un enfoque en accesibilidad y justicia, vulnerabilidad territorial y problemas de planificación.
“Criminalidad, inseguridad percibida y las caminatas de las personas mayores” es el nombre en español del proyecto que está desarrollando Giovanni Vecchio hasta fines de este año, gracias al financiamiento del fondo VREF. “Es un estudio comparativo entre Chile y México, específicamente entre Santiago y Guadalajara, analizando cómo se distribuye la población mayor en la ciudad, la posibilidad de acceder caminando a servicios y equipamiento, y cómo eso se cruza con la incidencia de los delitos. Queremos ver en distintos barrios si la percepción de inseguridad termina afectando la movilidad de las personas mayores”, cuenta el profesor. La idea es identificar elementos relevantes para Santiago, Guadalajara y otros ámbitos urbanos de América Latina, para así garantizar la movilidad segura de este grupo de la población, cada vez más relevante.
Es la primera vez que Giovanni Vecchio gana un fondo de esta magnitud, y en ese proyecto lo acompañan sus colegas Alejandra Lunecke, de la Universidad Alberto Hurtado; y Alejandro Pérez-Duarte y Gabriela Ochoa, de ITESO, en Guadalajara, México.
“Las adjudicaciones de estos profesores son muy relevantes porque hablamos de fondos que son altamente competitivos a nivel internacional, y el hecho de ganarlos los pone en la mira de colegas y pares en otros países del mundo. También es una forma de financiar sus investigaciones con fuentes externas, lo que les otorga mayor independencia y chances de proyección de ese trabajo en el tiempo”, concluye Christian Blanco.