Funcionarios, académicos y estudiantes del Campus Villarrica UC se suman a Plan Nacional de Tutorías

Aportar a las necesidades del territorio, vincularse con la comunidad y apoyar el aprendizaje de niños y niñas mermado por la pandemia fueron algunas de las motivaciones de académicos, funcionarios y estudiantes de pedagogía del Campus Villarrica de la UC, para participar de la primera versión del Plan Nacional de Tutorías ejecutado en regiones.

“Este es un proyecto que nace porque queremos fortalecer las relaciones con el territorio a partir de sus necesidades, y también en el marco de la política de reactivación educativa del Ministerio de Educación. Desde esas dos aristas parte, y nosotros queremos aportar directamente a la educación, no solo a través de practicantes, investigación y formación continua, sino también con contacto directo con los niños”, explica Paz González, académica UC y coordinadora de las tutorías.

El establecimiento con el que se trabajó fue la Escuela Valentín Letelier de Villarrica, un recinto municipal que en 2022 detectó los serios problemas que estaban enfrentando los niños al momento de leer y escribir. 

“Este es un proyecto que nace porque queremos fortalecer las relaciones con el territorio a partir de sus necesidades, y también en el marco de la política de reactivación educativa del Ministerio de Educación" - Paz González, académica UC y coordinadora de las tutorías

“Nosotros levantamos un diagnóstico el año pasado y eso nos había dado las luces de dónde estábamos con dificultad, sobre todo con los niños que han llegado a tercero básico, que normalmente en segundo están teniendo la lectura necesaria para seguir avanzando, pero lamentablemente teníamos muchos niños ‘no lectores’ en tercero. Yo creo que el 80% de los estudiantes estaban muy descendidos, y con el trabajo que hemos hecho desde el año pasado hasta ahora nos van quedando menos ‘no lectores’, pero siempre con el rezago técnico”, comenta Elizabeth Maringer Durán, coordinadora del Plan de Fomento Lector de la Escuela Valentín Letelier.

Con un catastro de los niños y niñas con mayores dificultades inició el trabajo entre los(as) tutores(as) y los escolares. Mediante sesiones de 40 minutos de reforzamiento, los integrantes de la comunidad UC apoyaron a niños y niñas de tercero y quinto básico de la Escuela Valentín Letelier de Villarrica, con quienes se reunieron cada semana en la biblioteca del establecimiento para reforzar la lectura y encantarles con historias acordes a su edad y necesidades.

“Ellos vienen a encantar a los estudiantes con la lectura. Han sabido articular y motivar a los niños con actividades que les permitan trabajar la lectura, pero también la motivación. Es una estrategia distinta a la que tal vez hemos estado usando en el colegio y eso ha sido un reencanto para los niños”, plantea Carol Candia Bascur, jefa de UTP de la escuela.

"Yo creo que el 80% de los estudiantes estaban muy descendidos, y con el trabajo que hemos hecho desde el año pasado hasta ahora nos van quedando menos ‘no lectores’, pero siempre con el rezago técnico” - Elizabeth Maringer Durán, coordinadora del Plan de Fomento Lector de la Escuela Valentín Letelier.

Tutores

Raquel Correa es estudiante de cuarto año de Pedagogía en Educación General Básica de la UC, Campus Villarrica, y una de las tutoras que participa del programa. Su motivación fue apoyar a los profesores en su labor diaria y brindar una oportunidad a los niños y niñas que más lo necesitan.

“Mi experiencia en lo que va del programa ha sido desafiante, pero muy gratificante. A través de este viaje lector, mis tutoradas tienen muchas ganas de aprender y participar en la dinámica de viajar a leer a los países para lograr su objetivo de leer por sí mismas sus libros favoritos. Estoy agradecida del espacio brindado por el colegio y de su biblioteca para desarrollar cómodamente las tutorías”, señala la futura docente.

Por su parte, el académico UC y director de Investigación del Campus, Andrés Ried, relata que quiso participar del voluntariado por dos razones: el deseo de inculcar el amor por la literatura y apoyar a los niños y niñas que enfrentaron dificultades de aprendizaje a raíz de la pandemia. 

“Yo soy un fiel disfrutador de la literatura y creo que es algo que hay que transmitir a todos los niños y niñas, porque abre mundos a la imaginación, a la creación y a poder disfrutar de la vida y las obras de arte. Y, por otro lado, también en el reconocimiento que durante la pandemia hubo un gran rezago de muchas escuelas, en particular las escuelas vulnerables, y creo que esa es la medida en que uno puede aportar un poquito, ayudando a los niños a leer y a disfrutar de la lectura. Y debo decir que, posterior al inicio de las tutorías, me ha pasado que el contacto y el vínculo con las niñitas que estoy leyendo es muy bello, muy satisfactorio. Entonces, también me produce ese vínculo, ese acercamiento con niños que siempre es tan nutritivo”, concluye.