Hace 100 años el Padre Hurtado ingresó a estudiar Derecho en la UC
A través de diversas actividades junto a académicos, administrativos y alumnos, además de la organización de un coloquio titulado ¿Es Chile un país católico? la comunidad Derecho UC reflexionó sobre la vida y obra de uno de sus patronos.
Hace 100 años, un 24 de marzo de 1918, ingresó a estudiar Derecho a la UC Alberto Hurtado. Para conmemorar el centenario de su ingreso a la Facultad, se organizaron una serie de actividades en su memoria. Así, durante la jornada la comunidad Derecho UC reflexionó sobre la vida y obra de uno de sus dos patronos.
Las celebraciones comenzaron con la visita de la camioneta del Padre Hurtado, la cual estuvo dispuesta durante toda la jornada para que profesores, alumnos y funcionarios pudieran interactuar con ella.
Asimismo, se transmitieron pasajes de la vida del Padre Alberto Hurtado a través de fotografías y videos, mientras que los organizadores de los trabajos de invierno San Alberto pintaron y alzaron un lienzo conmemorativo en el patio recordando su paso por la facultad y la universidad.
Se realizó un acto simbólico de conmemoración en el patio, encabezado por el decano de la Facultad, Carlos Frontaura, la encargada de pastoral de profesores, Carolina Salinas, la presidenta del Centro de Alumnos, Magdalena Lira, y los jefes de los trabajos San Alberto, Ángeles Juillerat y Cristián Weihrauch, quienes llamaron a los presentes a vivir según los principios del Padre Hurtado y a utilizar su figura como un modelo tanto en el ámbito académico como personal.
La conmemoración finalizó con un coloquio desarrollado en el salón Aquiles Portaluppi de la Facultad, titulado "¿Es Chile un país Católico?", instancia que contó con la participación de los exalumnos Pablo Walker, excapellán del Hogar de Cristo, e Ignacio Arteaga, presidente de la Unión Social de Empresarios, Ejecutivos y Emprendedores Cristianos (USEC).
Los invitados reflexionaron en torno al libro del mismo nombre, publicada en 1941, y que aborda temas sociales como la miseria, la constitución de la familia, el problema de la vivienda, el alcoholismo, la capacitación obrera y la escasez sacerdotal, entre otros.
En su intervención, Walker aseguró que el problema actual es que el catolicismo no es ya un sello identitario del país, como sí lo era cuando Hurtado redactó su texto. Hoy, aseguró, nos domina el modernismo capitalista.
“El relato fundamental de mi vida es que pertenezco y me distingo por el consumo de ciertos bienes posicionales”. El desafío de la Iglesia hoy es salir a encontrar esos anhelos de pertenencia y reemplazado por estos bienes posicionales, comentó.
Por su parte, Arteaga se refirió a los orígenes de USEC y a la misión que guía su trabajo, recordando que el propio San Alberto Hurtado inspiró hace 70 años a un grupo de profesionales, ejecutivos y empresarios para difundir y aplicar la Doctrina Social de la Iglesia al interior de sus empresas. En esa línea, planteó asumir la vocación empresarial como una “noble vocación”, asegurando que la rentabilidad es necesaria, pero no suficiente. “Los empresarios no solo deben crear riqueza material, sino también espiritual y moral”.
Las conmemoraciones finalizaron con la misa de inicio del semestre académico, la cual estuvo dedicada al Padre Alberto Hurtado.