Informe IPCC: Aún hay esperanza en materia de cambio climático
El informe de la reconocida organización intergubernamental IPCC, autoridad mundial en tema de cambio climático, destaca la necesidad urgente de reducir las emisiones globales para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. A pesar de presentar el estado y tendencias actuales, que no son muy alentadoras, también ofrece vías para, entre otros, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la resiliencia del planeta. El profesor UC Fabrice Lambert, miembro de la comisión gubernamental chilena, comenta algunos aspectos del reporte.
El próximo 22 de abril se celebra el día de la Tierra. E inevitablemente, nos lleva a preguntarnos qué podemos hacer para poder adaptarnos y ayudar a mitigar uno de los mayores desafíos que enfrentamos como planeta: el cambio climático.
“Las actividades humanas, principalmente a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, han causado inequívocamente el calentamiento global, con una temperatura superficial global que alcanzó 1,1 °C por encima del promedio del periodo 1850-1900, en 2011-2020. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero han seguido aumentando, con contribuciones históricas y actuales desiguales derivadas del uso de energía no sostenible, el uso de la tierra y el cambio de uso de la tierra, estilos de vida y patrones de consumo y producción en todas las regiones, entre países y dentro de ellos, y entre individuos”.
Esta fue la principal conclusión del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés), en su sesión número 58 realizada en marzo pasado. El sexto reporte es fruto de ocho años de trabajo de casi 800 científicos, quienes abordaron aspectos de ciencia física; los impactos, adaptación y vulnerabilidad; y mitigación del cambio climático.
Como explica el profesor del Instituto de Geografía Fabrice Lambert, parte de la delegación gubernamental de Chile en la instancia, “este informe sintetiza los hallazgos de los tres reportes anteriores, proporcionando una evaluación del estado actual del conocimiento sobre el cambio climático, sus causas, sus posibles impactos y las opciones de adaptación y mitigación. El informe destaca la necesidad urgente de reducir las emisiones globales para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, y los riesgos y oportunidades asociados con un clima cambiante”.
El reporte detalla las devastadoras consecuencias del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo (por ejemplo, la destrucción de viviendas, la pérdida de medios de subsistencia y la fragmentación de las comunidades), así como los riesgos cada vez más peligrosos e irreversibles que enfrentaremos si no cambiamos de rumbo.
Sin embargo, el informe también es esperanzador, al destacar vías para enfrentar la situación. Identifica acciones que pueden ser fácilmente implementadas y, en algunos casos, incluso rentables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar la remoción de dióxido de carbono y aumentar la resiliencia del planeta. Si bien cada vez tenemos menos tiempo, el IPCC afirma que aún podemos asegurar un futuro seguro y habitable.
Principales conclusiones del IPCC
Entre las principales conclusiones del reporte, se encuentran:
1. El calentamiento global de 1.1 °C, inducido por las personas, ha provocado cambios en el clima de la Tierra que no tienen precedentes en la historia humana reciente.
2. Los impactos climáticos en las personas y los ecosistemas son más generalizados y severos de lo esperado, y los riesgos futuros aumentarán rápidamente con cada fracción de grado de calentamiento.
3. Las medidas de adaptación pueden generar resiliencia de manera efectiva, pero se necesita más financiamiento para escalar las soluciones.
4. Algunos impactos climáticos ya son tan severos que las poblaciones ya no se pueden adaptar a ellos, lo que genera pérdidas y daños.
5. Las emisiones globales de GEI alcanzarán su punto máximo antes de 2025 en las trayectorias alineadas a 1.5 °C.
6. El mundo debe alejarse rápidamente de la quema de combustibles fósiles, la causa número uno de la crisis climática.
7. También necesitamos transformaciones urgentes en todo el sistema para asegurar un futuro resiliente al clima y con cero emisiones netas.
8. La remoción de dióxido de carbono ahora es esencial para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C.
9. El financiamiento climático, tanto para la mitigación como para la adaptación, debe aumentar drásticamente en esta década.
10. El cambio climático, así como nuestros esfuerzos colectivos para adaptarnos y mitigarlo, exacerbarán la inequidad si no logramos garantizar una transición justa.
Como dice Fabrice Lambert, el reporte “advierte sobre la necesidad de comprender mejor y prepararse para los riesgos de eventos climáticos extremos, los impactos del cambio climático en el sistema alimentario mundial y el potencial de cambios irreversibles en algunos de los sistemas de la Tierra. El informe proporciona una evaluación clara y convincente de la ciencia del cambio climático y la urgencia del desafío que enfrenta la humanidad”.
Como afirmó el director del IPCC, Hoesung Lee, el informe es "un documento de política fundamental para dar forma a la acción climática... un texto muy necesario" para los tomadores de decisión de hoy y de mañana. Por su parte, como expresó el secretario general de la ONU, António Guterres, “estamos al borde del punto de inflexión”, pero como asegura el informe del IPCC, no es demasiado tarde para limitar el calentamiento a 1,5 °C.
¿Qué es el IPCC?
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) fue creado en 1988 para facilitar evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta.
Con el reporte presentado este año, ya son seis los informes de evaluación de cambio climático que ha elaborado este organismo.
En 2007, el IPCC y el ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, recibieron el premio Nobel de la Paz por su labor en materia de cambio climático.