Institucionalidad y aseguramiento de la calidad: dos prioridades de la reforma

El proyecto de ley de reforma de la educación superior fue aprobado esta semana en la Comisión de Educación del Senado y será analizado por la Sala en los próximos días. Con el objetivo de avanzar en el proyecto, es vital perfeccionar dos aspectos que son prioritarios: la institucionalidad y el aseguramiento de la calidad,  apunta el rector Ignacio Sánchez en una carta que publicó este lunes 11 de diciembre El Mercurio.   Estas columnas son claves en perfeccionar el sistema “y es en ellas que hay poner el foco de la labor legislativa”, señala

Para la autoridad UC, la autonomía de las instituciones es crucial y depende de la nueva institucionalidad propuesta que incluye una Subsecretaría, una Superintendencia y el Consejo de Calidad. Estas estructuras deberían facilitar el crecimiento de las instituciones, y no plantear condiciones que hacen más rígido el sistema y entregan al Estado un rol controlador. En la actual propuesta -sostiene-, hay una sobrerregulación estatal, con una hiperfunción de la subsecretaría, que queda a cargo el sistema de admisión, con definición de cupos y matrícula. Esta nueva dependencia debiera orientarse a elaborar y coordinar las políticas.  

Respecto de la Superintendencia, Sánchez aduce que debería tener un papel de supervisión en el área financiera institucional, información a los estudiantes y adecuadas atribuciones. “La propuesta en discusión tiene rigideces que impiden la labor de innovación y emprendimiento”, agrega.  Por su parte, es preciso que el Consejo de Calidad conserve su autonomía, avance en el sistema de acreditación, con seguimiento institucional.  Se debe apoyar a las universidades regionales, instituciones fundamentales para el desarrollo de sus comunidades. También, “es vital fomentar la educación técnica y profesional, con gran impacto en el desarrollo sostenible del país”, sostiene.

Así, agrega que con el objetivo de avanzar en el desarrollo de la educación superior, se debiera focalizar en una nueva institucionalidad y en fortalecer el aseguramiento de la calidad. “De acuerdo a las diferentes opiniones de los senadores que hemos conocido esta semana, las definiciones de un nuevo financiamiento estudiantil e institucional se deben postergar para una segunda etapa, ya que no será posible abordar en dos meses la complejidad del actual proyecto en su totalidad”, subraya.    Agrega que el parlamento tiene la responsabilidad de avanzar en esta materia con reflexión y análisis en profundidad, teniendo como prioridad la calidad, lo que debiera orientar el norte del desarrollo en la educación superior del país.

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