Internas del Centro Penitenciario Femenino presentan iniciativa culinaria que favorece reinserción
Pal’ Alma es un proyecto con el que mujeres privadas de libertad podrán vender dulces chilenos en los campus de la UC, a través de las cadenas Quick Deli y Sodexo. El lanzamiento, realizado esta semana, contó con la participación de autoridades del mundo público y privado que destacaron efectividad de la medida.
A ratos se olvida que están dentro de una cárcel. Tres mujeres amasan en una cocina totalmente equipada para la repostería en un silencio que solo es interrumpido por el fuerte sonido de una revolvedora de masa industrial. Parecieran trabajar en aparente libertad a pesar de tratarse de tres internas del Centro Penitenciario Femenino (CPF), ubicado en la comuna de San Joaquín.
“Cometí un error, como cualquier persona. Me involucré con las personas que no debía, pero ahora de esto me quiero levantar”, relató Camila Navarro (29), que junto a sus compañeras trabaja en el proyecto Pal’ Alma, que venderá productos culinarios en el comercio formal.
Cocadas, delicias, trufas, galletas y alfajores serán comercializados en las cadenas de Sodexo y Quick Deli ubicados dentro de la UC. “Si bien las universidades tenemos como primera misión el formar personas y generar nuevo conocimiento, no es menor la responsabilidad que tenemos de dar respuesta a las necesidades y requerimientos de la sociedad”, dijo el rector Ignacio Sánchez durante la ceremonia donde se inauguró el emprendimiento. “La repostería se presentó como un vehículo para conocernos y comprendernos. Por medio del trabajo de las internas provocamos una vinculación bidireccional”, agregó.
La iniciativa busca promover trabajos con miras a la reinserción de mujeres privadas de libertad. Es que en Chile existen cerca de 49 mil personas en la cárcel, y de ellas solo 15 mil participan de alguna actividad laboral, lo que representa solo un 30% de la población presidiaria del país. Esto dificulta, entre otras cosas, sus posibilidades de reinserción. Fueron estas cifras las que motivaron a la Universidad Católica, Gendarmería y la Corporación Abriendo Puertas a trabajar en Pal’ Alma.
“El campus San Joaquín de la UC está situado frente a la cárcel y me parece socialmente muy relevante que los estudiantes tengan contacto con una realidad que está frente a sus lugares de estudio”, explicó Ana María Stuven, historiadora UC y una de las impulsoras del proyecto. “A pocos metros de distancia hay personas paralizadas por su pasado y estudiantes trabajando por su futuro”, manifestó.
Juan José Ossa, subsecretario de Justicia, también estuvo presente en el lanzamiento. Consultado al respecto, destacó el que la sociedad civil ayude a los gobiernos con iniciativas como ésta. “Nosotros somos quienes estamos llamados por ley a contribuir a la reinserción social, pero son las universidades y la sociedad civil los que nos están dando una mano, y una mano tan importante como esta”, sostuvo.
En Pal’ Alma han participado diferentes personas, incluida la chef Paula Larenas, quien ayudó a optimizar las recetas; miembros de la carrera de Nutrición y Dietética UC, que desarrollaron la información nutricional y la Dirección de Diseño UC que colaboró con la creación de un cuidado packaging, entre otros. Además, se trabajó en la infraestructura del lugar, dotándolas con equipos de cocina y creando estándares de limpieza que permitieron crear una rutina de trabajo.
Gracias a este emprendimiento, es que tres mujeres premiadas por el CPF por su buena conducta, pueden optar a un trabajo y mirar más allá de las rejas. Con las labores que realizan pueden costear gastos operacionales, enviar dinero a sus familias y ahorrar otra parte para la vida después de la cárcel. “No me avergüenzo en contar mi historia, porque esto podría servir de ejemplo para muchas personas que se han equivocado, para que no se queden atrapadas”, concluyó Camila Navarro.