¿Por qué los abuelos son fundamentales en la construcción de infancias felices?

De los más de cuatro millones de hogares chilenos, en cerca de la mitad, los abuelos están involucrados en la educación de los nietos. Es más, alrededor de medio millón de abuelos son criadores únicos en la sociedad chilena actual. Esta, fue una de las conclusiones que se pudo extraer del seminario organizado por CEDETi UC sobre "Cómo ser Abuelo en el S.XXI", jornada que contó con la participación de dos reconocidos especialistas en el área del aprendizaje y el desarrollo socioafectivo, Neva Milicic y Jorge Eslava.

Las razones de este retorno atienden a distintos factores y por lo general tienen que ver con la estrechez económica de padres o abuelos, la viudedad y, sobre todo, con la necesidad de los padres de buscar cuidadores a raíz de la cada vez mayor participación de la mujer en el mercado laboral. Eslava, neurólogo infantil y director del Instituto Colombiano de Neurociencias, rescató además dos conceptos clave: la seguridad y el hecho de que los abuelos suelen participar de la misma situación socioeconómica y cultural de la familia.

Sin embargo, el matrimonio padres-abuelos no ha resultado sencillo en las tres últimas décadas. Los abuelos han visto cómo su rol se ha transformado: de pasar de ser el norte de la familia en los años 50, a ser menos valorados en los 80. Lo que en opinión de Eslava está teniendo un claro costo en el traspaso de valores entre generaciones y en términos de arraigo familiar. “Los abuelos son los guardianes de la historia familiar y por lo tanto vehículo transmisor, no podemos permitirnos dejarlos al margen en la crianza”, sostuvo.

Ahora están de regreso y aunque su rol no sea el de antaño los expositores son optimistas y esperan que se redefina un nuevo panorama que elimine las tensiones más recientes. Para lograrlo, apuestan porque los abuelos jueguen un papel secundario pero con responsabilidad en la crianza. “Tienen que aprender a no usurpar el rol de los papás, pero está claro que son un elemento decisivo en la construcción de infancias felices y bien estructuradas”, señaló.

Eslava indicó que deben ser coherentes con los padres, no desautorizarles ni arreglar asuntos pendientes delante de los pequeños. Ambas figuras deben ser complementarias, enriqueciendo la educación de los niños cada una desde su rol.

La clave, en opinión del experto, radica en establecer límites a los niños con el fin de que aprendan a autorregularse. De lo contrario, indica, “estaremos creando emperadores convencidos genuinamente de que todo, absolutamente todo, les corresponde por derecho”.  En este sentido, Eslava dejó una frase lapidaria: “En Chile, el 62% de los jóvenes delincuentes reincide. ¿Cuál es su culpa? Haber aprendido”, advirtió.

Beneficios emocionales y cognitivos

El nacimiento del primer hijo establece una cadena de tres generaciones que puede ser enriquecedora para todas las partes. Los abuelos pueden contribuir con una imagen positiva, moderna e independiente y al mismo tiempo, pueden favorecer la transmisión de modelos de envejecimiento positivo y así, facilitar que se pierda el miedo a envejecer.

Por otra parte, los más mayores nacieron ajenos a la tecnología y suelen ser personas empáticas, emparentadas con la atención centralizada. La empatía es una cualidad que contribuye a reforzar la autoestima positiva de los más jóvenes, al sentirse escuchados. Al respecto, un estudio de la Universidad de Michigan puso de manifiesto que la revolución tecnológica y la cultura multitarea merman esta capacidad.

Los abuelos son también fuentes de apego secundarias. ”La relación con ellos queda inscrita en la memoria autobiográfica de los niños, por lo general como recuerdos entrañables”, afirmó en su intervención la especialista en piscoterapia infantil y trastornos del aprendizaje de la escuela de Psicología UC, Neva Milicic. La psicóloga recomendó “no excederse malcriando a los nietos y ser conscientes de la responsabilidad que se tiene entre manos, ya que estamos construyendo las bases del mañana”.

La profesora titular y emérita de la Universidad Católica finalizó su participación haciendo referencia a los beneficios cognitivos que para los abuelos tiene el contacto regular con los nietos, al afirmar que el trato continuo mantiene activas las funciones cerebrales de los abuelos, impidiendo que éstas entren en desuso. “Un niño es una fuente inagotable de preguntas, exigencias, bromas, etc”. Todo esto se traduce en índices más bajos de demencia, menor cantidad de cuadros depresivos y relaciones más nutritivas en las que los abuelos conservan despierta su creatividad.

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

César Estevez, CEDETI, cestevezp@uc.cl