Jóvenes científicos desentrañan en terreno la fauna silvestre
Estudiantes secundarios desarrollan proyectos en torno a especies chilenas como aves rapaces y zorros. Gracias a ello han participado en competencias y congresos regionales y nacionales a través del Centro de Investigación Científica Escolar (CICE) afiliado a CAPES UC.
El Centro de Investigación Científica Escolar (CICE) es el primero de su tipo en Chile. Está orientado a fomentar la investigación en jóvenes escolares de distintos establecimientos, y a desarrollar habilidades del pensamiento científico a través de proyectos en torno a fauna silvestre, dentro y fuera del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE).
Desde el 2019, el CICE forma parte del área de extensión y comunicación del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES-UC) y actualmente está integrado por 12 investigadores escolares.
Sobre sus inicios, el director del centro, profesor Carlos Zurita, cuenta que comenzó de manera muy tímida, el año 2014. En enero de ese año viajó a Punta Arenas y recorrió parte de Tierra del Fuego, visitando y conociendo el Parque Pingüino Rey, donde se asienta una pequeña población fluctuante de pingüinos que cría allí a sus polluelos.
Le llamaron la atención los comentarios de la dueña y administradora del parque, Cecilia Durán, respecto de que había muy pocas investigaciones en ese lugar. Con esa idea, ya en Santiago, decidió formar un grupo de investigación escolar, sin pensar que hasta hoy, esos viajes no pararían.
“El alma de CICE son sus proyectos de investigación, pero junto con ellos realizamos otras actividades como charlas en colegios, para motivar a otros estudiantes, y cursos de actualización curricular en Ecología para docentes” - Carlos Zurita, director Centro de Investigación Científica Escolar
Desde entonces, año a año, se integran al CICE jóvenes de enseñanza media dispuestos a desarrollar proyectos en torno a tres líneas investigativas: ecología de poblaciones, ecología de comunidades y cambio global, siempre con un enfoque en la conservación de la fauna nacional de nuestro país. “Una vez terminados, todos los proyectos de investigación pasan a una segunda etapa de difusión, donde el rol de la comunicación es vital”, señala Zurita.
A partir de ahí, los jóvenes han tenido la oportunidad de participar y ganar competencias nacionales, entre ellas, la Feria Científica Nacional del Museo Nacional de Historia Natural y la ExpoCiencias de la Fundación Club Ciencias Chile, entre otras. Esto, además de representar a Chile en el extranjero en cinco oportunidades, en Bélgica, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y dos veces en México, donde han obtenido medalla de oro en EEUU y medalla de bronce en México, en eventos en los que participan cerca de 70 países y más de 500 estudiantes.
“El alma de CICE son sus proyectos de investigación, pero junto con ellos realizamos otras actividades como charlas en colegios, para motivar a otros estudiantes, y cursos de actualización curricular en Ecología para docentes”, comenta el profesor Zurita.
“(La educación ambiental) tiene una relevancia importantísima, pues entre los desafíos que enfrentamos como especie frente a la crisis climática, están la reconexión con la naturaleza y la conservación de sus ecosistemas y servicios” - Valeria Oppliger, coordinadora de comunicaciones y extensión de CAPES
La incorporación del CICE a CAPES el año 2019 ha dado nuevas alas al proyecto. Con este apoyo, el programa se ha expandido a un número mayor de estudiantes y cuenta con la asesoría técnica, logística y metodológica de Centro.
En este sentido, Valeria Oppliger, coordinadora de comunicaciones y extensión de CAPES, señala que este vínculo entre CICE y CAPES es una oportunidad para redondear el programa de extensión de este centro UC a través de la educación ambiental. “Esto tiene una relevancia importantísima, pues entre los desafíos que enfrentamos como especie frente a la crisis climática, están la reconexión con la naturaleza y la conservación de sus ecosistemas y servicios”, precisa.
De escolares a estudiantes de la UC
En el grupo de jóvenes investigadores del CICE hay algunos que hoy son alumnos UC. Uno de ellos, Alonso Erazo, forma parte del centro de investigación desde diciembre de 2016. Gracias al trabajo desarrollado durante tres años, obtuvo un cupo en Medicina vía admisión especial como científico destacado, y ahora se apresta a cursar su tercer año de la carrera.
Fue uno de sus profesores quien lo invitó a incorporarse al grupo del centro. Entonces Alonso Erazo, de 15 años, era alumno de primero medio, ya sabía lo que quería: investigar algún aspecto de la ecología chilena de la que no se supiera mucho. Desde entonces sus estudios estuvieron centrados en la ecología de comunidades, en especial, en la dieta de las aves rapaces lechuza y tucúqueres (búho magallánico).
“CICE me abrió un mundo que yo veía muy lejano en el colegio: conocer lo que significa la investigación científica a muy temprana edad, me entregó las habilidades necesarias para llegar donde estoy hoy” - Alonso Erazo, estudiante de Medicina
Estas investigaciones lo llevaron a presentar su trabajo en la competencia internacional Genius Olympiad, en New York, donde el grupo obtuvo medalla de oro, el mejor trabajo entre 1.000 proyectos. Luego vinieron otros concursos en Chile, y en los Emiratos Arabes Unidos. Además, su estudio sobre aves rapaces y la detección de potenciales reservorios de roedores transmisores de hantavirus, se encuentra en proceso de revisión para ser publicado en la revista norteamericana International Journal of High School Reserve (IJHSR), de publicaciones escolares y pre universitarias.
“CICE me abrió un mundo que yo veía muy lejano en el colegio: conocer lo que significa la investigación científica a muy temprana edad, me entregó las habilidades necesarias para llegar donde estoy hoy”, dice el futuro médico.
Laura Carrasco (18) acaba de graduarse en su colegio. Estaba en 1° Medio cuando se incorporó al CICE. Sus primeros pasos fueron estudiar sarna y heces en zorros y el impacto humano en estos animales en el Parque Nacional Río Clarillo, en Pirque. Y lo mismo más tarde en el Parque Nacional Torres del Paine. Los resultados del proyecto fueron presentados al concurso ValdiCiencias, que los acreditó para viajar a los Emiratos Árabes. Allí participaron junto a jóvenes que también compartían su entusiasmo por la ciencia.
Con todas esas experiencias a cuestas, y con un promedio de notas de 6,95 en el colegio, quiere estudiar Medicina. “Porque cuando uno ya tiene el bichito de la curiosidad, hay que seguir investigando”, dice.
Para Laura, la experiencia de vivir en terreno lo que aprende en clases ha sido su mejor entrenamiento. “Aprender, a partir de un problema, plantear preguntas, trabajar en equipo, confiar en sus compañeros de trabajo, y descubrir la importancia de las comunicaciones científicas y compartirlas en ferias y competencias, y además viajar, es como un sueño”, comenta.