Jóvenes renovaron compromiso evangelizador en la JMJ con el Papa Francisco
115 representantes de la UC asistieron a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa. Participaron en las diferentes instancias de la jornada, desde las ceremonias de bienvenida y apertura, Vía Crucis y vigilias, hasta la misa de envío.
Jóvenes caminando, bailando y cantando por las calles de Lisboa, invadiendo los buses, los ferris, gritando consignas, en diferentes idiomas, vistiendo la camiseta oficial o la de sus propios grupos pastorales, intercambiando recuerdos, saludándose entre ellos como si se conocieran de tiempo atrás. Ese fue el ambiente que se respiró en la capital portuguesa en la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tuvo como lema “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39).
Unos dos mil peregrinos viajaron desde Chile a Portugal, desde diferentes parroquias, movimientos e instituciones educativas para participar en esta fiesta juvenil. La UC viajó con una delegación de 115 jóvenes, entre estudiantes, dos sacerdotes y miembros del equipo pastoral.
"Echar raíces de alegría y no tener miedo fue lo que nos transmitió el Papa Francisco, quien nos exhortó a llegar a nuestras comunidades y comunicar todo lo vivido”, indicó Ángela Parra, directora de Pastoral UC, quien agregó: “queremos volver y transmitir esa enorme felicidad de poder hablar cara a cara con Jesús, mostrarle lo pequeños que somos y lo mucho que tenemos por su amor”.
El Capellán Mayor UC, el presbítero Jorge Merino, quien acompañó la delegación, compartió que para él fue muy especial el proceso que tuvieron los estudiantes de preparación para la JMJ durante los meses previos. “Las distintas jornadas y retiros, y haberlas vivido todos juntos fue una experiencia muy fuerte”.
Asimismo, agregó que lo que más le llamó la atención de este evento fue ver “cómo por una semana la humanidad puede vivir en paz, armónicamente. Cómo Jesucristo es el punto de unión: distintos lenguajes, formas de vivir la fe, pero en Jesucristo nos unimos todos, en la Iglesia Católica encontramos nuestros puntos de encuentro. Esto no nos hace anular nuestra diversidad, sino que, al contrario, necesita nuestra diversidad porque esta es la que suma nuestra unidad”.
El sacerdote indicó también que ahora los peregrinos tienen el reto de llevar lo que escucharon del Santo Padre a sus hogares. “El desafío es cómo podemos compartirlo con los demás, cómo lo llevamos a Santiago, cómo lo transmitimos, que no solamente sea una semana preciosa, sino que podamos plasmar todo lo que el Papa nos enseñó”.
“Es una fiesta a donde sea que vayamos, nos encontramos con delegaciones de todas partes, chilenos, españoles, italianos, mexicanos... con todos hemos podido intercambiar experiencias. Ha sido un tremendo regalo poder estar acá y vivir esta fiesta de la juventud, donde se ven familias, matrimonios jóvenes y niños, compartiendo una experiencia de fe. Espero que esto nos sirva de impulso para renovar nuestra misión evangelizadora y construir juntos una sociedad basada en lo que Dios nos enseña”, destacó Leyla Darras, coordinadora de solidaridad de la Pastoral UC.
Has sido llamado por tu nombre
La directora de Pastoral UC, Ángela Parra, esribió una columna de opinión acerca de la JMJ que fue publicada en el diario La Tribuna. En ella contaba que el Papa Francisco recalcó ante la juventud: "Ninguno de nosotros es cristiano por casualidad, todos fuimos llamados por nuestro nombre".
"A esta cultura que "engrandece" al individuo y donde sentirnos dueños de nuestra voluntad, a pesar de que nuestra atención y pertenencia está esclavizada a aplicaciones de moda, le hace frente una juventud renovada en Cristo. Una juventud que se sepa amada por Dios y llamada por su nombre. Una juventud que forme comunidades que misionen la alegría del Evangelio y levanten a quien este ensimismado en la tristeza y en el vacío de la virtualidad. "Esta es la juventud del Papa" se escuchaba en cada calle de la ciudad portuguesa, mostrando la disposición de todos los jóvenes del mundo a reconocer el llamado de Jesús y transformar la cultura de nuestro mundo", escribió Ángela.
"Nosotros amamos porque Él nos amó primero" dice el evangelio de San Juan. Debido a que Él nos ha entregado su amor gratuito es que hoy somos llamados a extender el amor de Dios y seguir construyendo su Reino. Estamos llamados a ponernos al servicio de la Iglesia, de los más necesitados, de los más descartados de la sociedad, de las víctimas, pero por sobre todo de los pobres de corazón que no conocen aún al Señor. Esta es nuestra mayor y más importante misión, sabernos amados por Dios por "quienes somos y no por quienes queremos ser (...) porque estamos amortizados por Él" (Papa Francisco). Solo así se deja de tener miedo y ya no hay que esconder esta alegría que nos quema por dentro. Hoy es el momento para salir de nosotros mismos y contarle a nuestro prójimo que Dios lo ha llamado por su nombre", recalca la directora.