La plataforma de participación ciudadana que sugirió los resultados electorales

Durante ocho meses la plataforma de conversación y participación Tenemos que Hablar de Chile, iniciativa impulsada por la UC y la Universidad de Chile, se dedicó a tomar el pulso a la ciudadanía. Se trató de un diálogo abierto, que invitó a los y las habitantes del país a pensar el presente y futuro de Chile, a conversar sobre sus anhelos e inquietudes, a construir una nueva hoja de ruta en la que todos y todas podían ser parte. 

Dichas conversaciones se hicieron por videollamada, con personas desconocidas entre sí y de realidades muy diversas. En total participaron más de 8 mil personas, de todas las comunas del país. Qué cambiar, mejorar y mantener del país, y cómo puedo yo como ciudadano contribuir a ello fueron las preguntas que dieron pie a los diálogos. De este ejercicio surgieron diez grandes hallazgos, cuyo contenido se ve alineado con los resultados de las pasadas elecciones de constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales y en las que se observó un amplio apoyo a los proyectos políticos independientes. 

"Chile es un país muy diverso, nuestra sociedad es diversa, y esta diversidad no es un problema, sino que todo lo contrario, es una gran oportunidad de tener una ciudadanía que se complementa, que tiene distintas razas, distintas ideas políticas, distintas condiciones sociales, económicas culturales. Es una verdadera sinfonía, una orquesta amplia, en donde cada uno toca su instrumento y lo bonito es que ese instrumento le va a dar al todo una cierta armonía y un cierto sonido mucho mejor a que si no existiera", expresó el rector Ignacio Sánchez en una entrevista en Emol TV respecto de la necesidad de diálogo.

Para Ignacio Irarrázaval, director del Centro de Políticas Públicas UC, es muy interesante cómo en estos diálogos es posible palpar el ánimo de la conversación entre las personas que, a su juicio, quedó demostrado en los resultados de las elecciones. "De ellos se desprendió una gran crítica al sistema político: se ve como un sistema que se protege a sí mismo, que no da respuestas a las urgencias y necesidades, y que requiere de un reseteo y nuevos liderazgos. Por otro lado, hay que destacar que la ciudadanía quiere escuchar a personas comunes y corrientes, para lo cual hay que crear un clima de diálogo", manifestó.

"(De los diálogos) se desprendió una gran crítica al sistema político: se ve como un sistema que se protege a sí mismo, que no da respuestas a las urgencias y necesidades, y que requiere de un reseteo y nuevos liderazgos"- Ignacio Irarrázaval, director Centro de Políticas Públicas UC

Hernán Hochschild, director ejecutivo de Tenemos que Hablar de Chile, señaló que “los resultados electorales no se pueden seguir leyendo sólo como quién ganó y quién perdió porque, a la luz de la participación de los independientes, el gran mensaje al mundo político es que probablemente están errando su camino de disputa constante, y que el diagnóstico que han generado en torno a lo que pasa en Chile es todavía muy reducido y necesita complementarse, no anularse mutuamente”.

Agregó que “el gran llamado, es que hay que ampliar la mirada y entender cuál es la naturaleza del malestar de la ciudadanía y cuál es el rol que tiene la política en poder dar una respuesta a ello. Porque, como muestra Tenemos que Hablar de Chile, la política sí importa para las personas. Las instituciones sí importan para las personas. El desafío es lograr que ellas integren más y se conecten con la inestabilidad de los proyectos de vida, junto con transformar el trato y la relación que tienen con las personas. Hay un gran ánimo de cambio, un cambio para una vida más estable. Este informe puede ayudar a entender más sobre ello”. 

"La política sí importa para las personas. Las instituciones sí importan para las personas. El desafío es lograr que ellas integren más y se conecten con la inestabilidad de los proyectos de vida, junto con transformar el trato y la relación que tienen con las personas”- Hernán Hochschild, director ejecutivo de Tenemos que Hablar de Chile

Otro de los hallazgos que surgieron de las conversaciones es un deseo de resetear la política. Existe un llamado generalizado a construir nuevas prácticas políticas, así como a mejorar el funcionamiento del Estado y de las instituciones, dado que dichos sistemas son percibidos como entidades indiferentes ante las preocupaciones de la ciudadanía.

En complemento, los y las participantes buscan generar más espacios de participación ciudadana, entendiéndose como un deber y un derecho. En este punto, surge una mirada de vínculo, encuentro y vigilancia, que, en la práctica, se traduce en seguir de cerca el trabajo y el accionar de los representantes electos popularmente y de quienes tienen cargos públicos. Esto implica una participación más allá de las organizaciones sociales. Es en especial la ciudadanía desorganizada, la que necesita espacios de integración para la participación. A ello se suma el anhelo de una ética pública comprendida como un elemento unificador. La ciudadanía desea verla expresada tanto en las normas de la convivencia en sociedad como en el trato del Estado, así como en las virtudes y comportamiento esperable de las autoridades y representantes.

Valentina Rosas, subdirectora de Tenemos que Hablar de Chile, sostuvo que  “por años hemos escuchado sobre el malestar con la política y la necesidad de una mayor conexión entre la realidad de quienes toman decisiones y la ciudadanía. Así lo refuerzan los resultados del Tenemos que Hablar de Chile luego de miles de diálogos. Aun así, de alguna manera pareciera que esto nos vuelve a sorprender cuando se hace realidad. Esa misma perplejidad es el reflejo de la falta de escucha y la evidencia de la necesidad de canales para hacerlo.”

Puedes revisar el informe completo en este link.