03 abril 2022
Marcada por el retorno a la presencialidad, esta Semana Santa se presenta ante la comunidad universitaria como una ocasión para volver a rezar reunidos. La Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana UC ha puesto especial acento en el reencuentro en cada una de las misas y actividades que se van a realizar en los diferentes campus.
photo_camera Después del tiempo de pandemia, en esta ocasión tenemos la alegría especial de reencontrarnos. Es importante porque la Iglesia es y se vive en comunidad” sostiene el sacerdote Jorge Merino, capellán general UC. (Crédito fotografía: Karina Fuenzalida)
Luego de dos años desde que comenzó la pandemia, este 2022 la Semana Santa podrá celebrarse presencialmente. Y, considerando las medidas de cuidado y prevención, los cinco campus de la UC tendrán retiros, liturgias, Vía Crucis y/o misas que permitirán que la comunidad universitaria se vuelva a reunir en torno a este tiempo litúrgico.
Si bien las actividades son las tradicionales, en esta ocasión la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana UC, Pastoral UC, ha querido darle un especial acento al valor del reencuentro y la misericordia.
“La Semana Santa siempre es una oportunidad única que tenemos los cristianos para meditar en los misterios centrales de nuestra fe, después de este tiempo de preparación de cuaresma. Y, luego del tiempo de pandemia, en esta ocasión tenemos la alegría especial de reencontrarnos. Es importante porque la Iglesia es y se vive en comunidad”, sostiene el presbítero Jorge Merino, capellán general UC.
“En ese sentido, existe el riesgo de que, en nuestra vida tan ajetreada, la Semana Santa se nos pueda pasar como una semana más en el año, por eso es positivo auto proponernos dedicar un momento diario para recordar que es una semana distinta”, explica el sacerdote.
Considerando la guerra en Ucrania, la intranquilidad del tiempo de pandemia y los cambios de nuestro país, estamos en un momento que requiere armonía y paz. “Es valioso abordar esta Semana Santa pensando en cómo cada uno de nosotros puede aportar a una mejor convivencia, reflexionando cómo podemos ser un agente de paz en nuestro propio entorno”, recalca el capellán general.
“Es valioso abordar esta Semana Santa pensando en cómo cada uno de nosotros puede aportar a una mejor convivencia, reflexionando cómo podemos ser un agente de paz en nuestro propio entorno”, recalca el capellán general.
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Haddy Bello, académica de la Facultad de Teología, explica que este año se debe poner especial énfasis en el reencuentro y la búsqueda de la paz. “Esta Semana Santa aprovechemos de tener un reencuentro con nuestras familias, amigos y amigas, con quienes nos hemos distanciado por el covid u otros motivos. Sin reencuentro y unión, la paz se verá cada vez más lejana", afirma.
"Ciertamente la situación en Ucrania nos exige pensar en el retorno a la familia, a los afectos, la valoración de la tolerancia, el respeto y el amor por los demás. Pero no es necesario mirar tan lejos, podemos comenzar mirando desde nuestro núcleo principal y luego ampliar la mirada a nuestros ambientes más cercanos, a nuestro país”, recalca la profesora.
Por su parte, Heriberto Cabrera, sacerdote salesiano y académico de la Facultad de Teología, recuerda que se ha sufrido en la intimidad de los hogares. “Nos reuniremos para celebrar la luz, que es Cristo, que vence las tinieblas o la vida que vence la muerte. Este acontecimiento es particularmente significativo este año, porque nos encuentra marcados por la “muerte”. En sentido estricto por aquellos a quienes hemos perdido durante la pandemia y en un sentido más extenso, por todos los enfermos, aquellos que lo están pasando mal, quienes han perdido el empleo, etc. Chile está atravesando un momento difícil, hay mucha desconfianza y un sentimiento de inseguridad, la gente se ve triste y agresiva. Por eso, la Pascua se presenta como una esperanza”.
“Pascua es una promesa para nosotros. Una promesa de que la vida es más fuerte que la muerte, que después del temporal viene no solo la calma, sino una vida nueva, diferente, que nos hace criaturas nuevas. Por eso el creyente “pascual” aspira a ir más allá de ser solo sobreviviente, él desea que la promesa de una vida en plenitud se realice también en su vida, para que la vida no se le pase sin haber bebido hasta la última gota”, expresa el profesor.
“Pascua es una promesa para nosotros. Una promesa de que la vida es más fuerte que la muerte, que después del temporal viene no solo la calma, sino una vida nueva diferente que nos hace criaturas nuevas" - sacerdote Heriberto Cabrera
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