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Las claves de la comunicación y el aprendizaje en niños con discapacidades múltiples


El profesor holandés Jan Van Dijk fue invitado por el Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión (Cedeti) para dictar una charla y realizar diagnósticos en casos de menores de edad con discapacidades como la sordoceguera. Crear un vínculo con los niños y detectar los sentidos con mayor potencial son parte de sus métodos. 

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photo_camera Archivo UC

El doctor Jan Van Dijk ha trabajado durante 50 años en la búsqueda de métodos que permitan la comunicación y la enseñanza a niños con retos múltiples, por ejemplo con sordoceguera, que concitó el interés mundial en los años 60 tras la pandemia de rubéola que generó que madres contagiadas dieran a luz a niños con estas características. 

Esta no es la única especialidad de Van Dijk, quien sostiene que una relación interpersonal entre el niño y su cuidador es fundamental para el desarrollo social y cognitivo de los menores de edad. Una de las actividades el especialista consistió en realizar intervenciones en sala espejo, donde el público estuvo conformado por profesionales de carreras como psicología, neuropsicología o educación diferencial. La actividad fue organizada por CedetiUC con el apoyo de la escuela nacional que lleva el mismo nombre del investigador.

 

Repetición de sonidos tras el espejo

Uno de los casos analizados por el especialista fue el de un niño de unos dos años llamado Francisco, quien asiste a la escuela Jan Van Dijk y quien padece ceguera cortical, que consiste en el daño de la región cerebral que procesa las imágenes. “Hay personas que no creen en la ceguera cortical, pero las investigaciones y la evidencia demuestran su existencia”, señaló Van Dijk tras el encuentro entre el menor y su hermana, quien era su principal figura de apego. 

Durante la sesión, el doctor pidió que apagaran la luz. Más tarde explicaría que era necesario para que el niño no se distrajera con estímulos visuales, pues la ceguera cortical no impide que se visualicen luces o colores brillantes, incluso en algunos casos se generan relaciones obsesivas con este tipo de proyecciones, según explicó Van Dijk.

En los casos de ceguera cortical, señaló, existe un “problema grande en el procesamiento de información visual, incluso a veces la visión bloquea la posibilidad de usar otros sentidos”. Además. Agregó que el sentido de apagar las luces en la sesión de Francisco fue buscar que su sistema auditivo se volviera más activo. “Él necesitaba escuchar su propia voz”, aseguró.   

Van Dijk determinó que el oído era el sentido dominante en el niño, quien comenzó a repetir los sonidos que él y su hermana emitían, algunos con entonación musical.

Tras la sesión, recomendó que el niño aprendiera a través del canto y la repetición de sonidos, por ejemplo, explicó, “si se le quiere enseñar lo que es una botella, entonces hay que pasársela en sus manos y cantarle ‘estás tocando una botella’ de forma reiterativa”.

Al culminar el análisis del caso, Van Dijk aseguró que “este niño demuestra qué tan importante es la teoría y la investigación. Es necesario conocerla para poder ayudar a estos niños. Los oftalmólogos dicen que no existe la ceguera cortical, pero el niño se comporta de acuerdo a los libros”. Añadió que en estos casos “lo más importante es que exista una figura de apego desde el nacimiento, con esa seguridad podemos hacer cualquier cosa”. 

Sobre la visita del especialista, la directora ejecutiva de CEDETiUC, Ximena Salas,  explicó que fue la segunda vez que el académico holandés se hizo presente en el país. “La ocasión anterior hicimos la misma dinámica. Debido a su experiencia en el tema, las pautas que da para ayudar a los niños son muy valoradas”, expresó.

Por su parte, la directora de la escuela Jan Van Dijk, Teresa Barrientos, aclaró que los casos elegidos para presentar frente al especialista fueron aquellos donde existían “dudas diagnósticas, dificultades en la comunicación y que tuvieran una familia detrás a quienes pudiéramos apoyar”. Barrientos manifestó que la escuela también recibe a niños de hogares con retos múltiples, donde su red de apoyo es sólo la escuela. La visita de Van Dijk en este contexto puede ser crucial en algunos casos, pues “hay familias que están muchos años en busca de un diagnóstico”. La escuela Jan Van Dijk apoya a 35 personas entre un año y 20 años, quienes presentan retos múltiples, déficit intelectual, autismo o representan casos complejos. 

 

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Violeta Bustos, periodista, vsbustos@uc.cl


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