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Los cuatro campus de la UC celebraron Corpus Christi en comunidad


Con coloridas alfombras decoradas por alumnos, funcionarios y académicos, la comunidad universitaria tuvo la posibilidad de ser parte de la procesión con el Santísimo Sacramento en los campus San Joaquín, Casa Central, Lo Contador y Oriente.

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photo_camera Archivo UC

“Celebramos que Cristo se queda con nosotros en su cuerpo y en su sangre. La particularidad de Corpus es que se queda para ser adorado, de ahí el sentido de la procesión, es la manifestación simbólica de que el Señor se queda con nosotros” señaló el padre Cristián Roncagliolo, vice Gran Canciller UC, durante la homilía en la misa en la que se celebró Corpus Christi en el campus San Joaquín.

Con motivo de esta fiesta religiosa, en la que se ofrece públicamente adoración, amor y gratitud a Jesús presente en la eucaristía, por quedarse con nosotros para siempre, alumnos, académicos y funcionarios UC realizaron en los cuatro campus San Joaquín, Casa Central, Lo Contador y Oriente, coloridas alfombras de arena y flores, para adorar públicamente al Santísimo Sacramento.

Durante la homilía en el Templo de San Joaquín, el padre Cristián Roncagliolo también señaló que “¿Qué significa que se quede con nosotros para ser adorado? Significa que el Señor se queda para esperarnos, para que podamos rezar, adorarlo, conversar con Él, para que podamos dejarnos tocar por Su amor. Es la fiesta donde le decimos a nuestro Señor que es nuestro Señor y lo vemos para adorarlo”.

Todos los años esta fiesta se celebra el jueves posterior a la Solemnidad de la Santísima Trinidad. En nuestro país esta fiesta se ha trasladado al domingo siguiente para adaptarse al calendario laboral. El vice Gran Canciller, durante su homilía expresó:  “¿Cómo podemos nosotros crecer en esta adoración este amor entrañable al Señor? Lo primero, es que uno tiene que estar con el corazón encendido para adorar a Cristo, el Señor está en el corazón de aquel que lo quiere adorar, por eso es un acto de fe. Lo segundo, es que la presencia reclama presencia, el Señor nos reclama, uno no puede estar con su hijo Jesucristo si no le da tiempo al Señor y ese tiempo tiene que ser concreto y vivo. Y lo tercero, es que la fiesta de Corpus también nos recuerda que el Señor quiere entrar en nuestro corazón”.

Un poco de historia

Desde el siglo XIII, se celebra además de la misa, una procesión solemne en la que se lleva expuesto al Santísimo Sacramento de la eucaristía por las principales calles de la ciudad, acompañado con flores, cirios, oraciones y cantos, símbolo de adoración y gratitud a Dios que se hace presente y nos acompaña en nuestras vidas y caminos.


 INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Marta Winter mwinter@uc.cl


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