Lucas Nervi: El lanzador de discos que conquistó Sudamérica
El estudiante rompió el récord sub-20 que le permitió ganar el oro en el reciente Sudamericano en Guayaquil.
El tirador de discos, Lucas Nervi (19), dice que quiere disfrutar su momento. Ir paso a paso. Desde su casa en Ñuñoa, el alumno de Ingeniería Civil se muestra feliz por sus logros. Al igual que muchos deportistas, tuvo que reinventarse en pandemia y adaptar sus entrenamientos, no sin éxito.
En diciembre de 2020, por ejemplo, consiguió romper la marca sudamericana de lanzamiento de disco, registrando una distancia de 66.35 metros, que fue la segunda mejor marca del mundo a nivel sub 20 ese año. Además, no fue solo alzarse con una nueva marca, sino que la anterior, de 65,39, era también suya.
No fue lo único. El discóbolo quería hacerse con el Sudamericano de Guayaquil, que significaba, también, su primera experiencia en la selección adulta. Con una marca de 63,18 metros consiguió el oro y la clasificación al mundial de Oregón (EE.UU) del próximo año. «La competencia fue increíble. Fue la semana en la que mejor me he sentido, por lejos. Compartí con atletas que llevan una vida de experiencia», expresa sobre lo vivido en Ecuador.
Con una marca de 63,18 metros consiguió el oro y la clasificación al mundial de Oregón (EE.UU) del próximo año.
Si quebrar una marca es todo un logro, hacerlo en pandemia tiene más méritos aún. En este contexto, el atleta debió ser flexible y planificar con calma su entrenamiento. Así, no fueron solo los espacios lo que cambió, sino que también la forma de entrenar. Y un elemento comenzó a tomar una relevancia inusitada en sus rutinas: la toalla. El atleta quería mejorar su técnica y encontró, en ese objeto, un fiel compañero. Como necesitaba centrarse en la forma de lanzar y no en la distancia, la textura suave y absorbente le permitía tener más control del brazo y la muñeca.
«En los entrenamientos técnicos hacíamos todos los giros del disco con una toalla. Eso nos servía para avanzar, porque buscábamos sensaciones distintas. Al final, uno ve que el disco vuela, y si uno lanza y no ve la distancia, se preocupa de lo que de verdad es importante: la técnica», cuenta.
Por ello, mientras no existía la posibilidad de poder entrenar presencialmente, Nervi explica que tenía la casa convertida en un gimnasio de alto rendimiento. «Cuando hacía frío y estaba lloviendo, poco menos que jugué tetris con los muebles del living. Mi familia me ha apoyado mucho», dice.
"Al final, uno ve que el disco vuela, y si uno lanza y no ve la distancia, se preocupa de lo que de verdad es importante: la técnica" - Lucas Nervi, tirador de discos.
Los estudios y el futuro
Al hablar de los estudios, Nervi se ríe. Dice que no se considera un genio y que eligió Ingeniería Civil porque se le daban mejor los números, a pesar de que la mayoría de su familia tiene profesiones que están ligadas a la medicina: su padre y abuelo, Bruno y Flavio Nervi, son académicos de Medicina.
Eso sí, expresa que nunca ha reprobado un ramo. De hecho, cuenta con el apoyo de la Beca Élite, que le sirve como ayuda económica y le permite compatibilizar los roles de estudiante y deportista. «(El apoyo de la UC) ha sido increíble. Desde el día uno, me han dado a conocer los beneficios y los he aprovechado. Hasta por entrenamientos importantes me han aplazado controles y evaluaciones. Esto me ha permitido llevar las dos cosas con un buen ritmo».
Con la reciente presea dorada en el cuello, el futuro ingeniero espera llegar al Mundial de EEUU en 2022 y a los Juegos Panamericanos de Santiago en 2023. Sobre los Juegos Olímpicos, no se apura: ya asentado entre lo mejores 50 del mundo, sabe que la máxima cita del deporte lo espera el 2024 UC.