Manuela Infante obtiene el premio José Nuez Martín 2016

¿Cómo contamos la historia de la fundadora de Chile si ha sido dramáticamente borrada como tal? ¿Por qué el pintor Pedro Lira decidió esconder a Inés de Suárez en su cuadro La fundación de Santiago? Estas son algunas de las preguntas que la dramaturga y directora Manuela Infante intentó responder junto a su compañía de Teatro de Chile en el montaje Xuárez (2015), el que acaba de obtener el Premio José Nuez Martín 2016 que entrega la fundación homónima y la Facultad de Letras de nuestra universidad.

“La idea de montar una obra sobre Inés de Suárez surge precisamente de la intención de (la actiz) Patricia Rivadeneira de mirar de frente el asunto de género en el contexto de la historia de Chile. La tarea era titánica, pero innegablemente necesaria”, sostuvo la galardonada en el discurso de agradecimiento dado en la Facultad de Letras en campus San Joaquín el pasado martes. 

Xuárez recrea el momento antes de que Inés de Suárez decapitara a los caciques, cuando debe decidir si hará algo para defender Santiago en ausencia de su pareja, Pedro de Valdivia. Su puesta en escena se sitúa dentro del cuadro La fundación de Santiago, lo que junto al lenguaje que cruza la poesía, el español antiguo y el habla actual, y la reinterpretación histórica del personaje de esta española, la transforma en una trama intensa, dejando de lado los estereotipos construidos desde la historia oficial.

En este sentido, el premio fue al montaje de esa obra que, según el fallo, destaca por su creativo lenguaje escénico "dado a una nueva interpretación de un momento fundacional de nuestra historia: el de las relaciones entre Inés de Suárez y Pedro de Valdivia". Además, según el profesor y miembro del jurado, Agustín Letelier, "son los valores plásticos y la puesta en escena los que le dan su relevancia, es el empleo de la luz, la forma en que las proyecciones del cuadro de Pedro Lira se funden con el personaje que interpreta Patricia Rivadeneira".

¿Cuestión de género?

El imaginario colectivo sostiene que esta española fue la amante de Pedro de Valdivia y que decapitó a siete caciques debido a un "arranque de locura". Desde entonces, explicó Infante, "los relatos historiográficos de Inés de Suárez rotularon su valentía como extraña masculinidad, asociándola a su supuesta infertilidad". Incluso más. Benjamín Vicuña Mackenna "desmiente completamente el hecho de la decapitación", y Barros Arana admite el hecho, "pero demonizando a la protagonista".

"En la historia de las mujeres --o la de cualquier otro obliterado--, no se pueden seguir las huellas sin inventarlas. Comprendimos entonces que Xuárez, la obra, debía ser la fabricación en retrospectiva de un mito fundacional hasta ahora ausente. Una ficción surgida como respuesta  a un vacío histórico, como reacción a un borrón colosal que estaba desplegado a plena vista en medio de nuestra historia", afirmó la artista.

"Creo ciertamente que la creación está a nuestra disposición como fuerza capaz de reformar esos signos antiguos, cada vez que estimemos necesario reinventar el futuro", finalizó.