Más de 1300 voluntarios recorren Chile poniendo a Cristo en el centro
Desde Alto Hospicio hasta Chiloé, estudiantes de la UC junto a jóvenes de otras universidades y escolares participaron en las misiones y trabajos de verano organizados por la Pastoral, trabajando en la construcción y colaboración de templos en cerca de 50 localidades del país, y creando vínculos con las comunidades. Como cuenta Isabel Corvalán de Algarrobo: “Nos han llenado el alma”.
Hasta 48 localidades desde el norte hasta el sur de Chile, llegaron los 1300 voluntarios que participaron en las misiones y trabajos de verano organizados por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana, entre el 3 y 12 de enero. A los estudiantes de la UC, se sumaron jóvenes de otras casas de estudio, así como escolares de tercero y cuarto medio de distintos establecimientos educacionales.
Organizados en comunidades, los voluntarios se desplegaron a lo largo de Chile, entre Alto Hospicio en la Región de Tarapacá hasta la isla grande de Chiloé, en la Región de Los Lagos. En total se ejecutaron cinco proyectos coordinados y organizados por la Pastoral: Misión País, Capilla País, Siembra UC, Viviendas y Coro Misión País. Cada uno de ellos pone el énfasis en un aspecto diferente de la evangelización, pero todos ellos tienen como foco poner a Cristo en el centro.
En relación con el rol educativo de las misiones y trabajos voluntarios, el rector Ignacio Sánchez recalca lo fundamental que es para los jóvenes conocer la realidad del país y de todas aquellas personas que lo habitan. “Como decían los mismos estudiantes, esta es una experiencia inolvidable, donde crean vínculos y nuevas amistades. Muchos de ellos siguen acercándose a esta comunidad durante el año y siguen conectados con sus necesidades, lo que es muy bonito de ver y palpar. Esto los une con las comunidades, conocen la vida real, el Chile real; ese que no está tan lejos de nuestras casas y de nuestros barrios, de nuestros propios campus, pero que muchas veces viven situaciones diferentes”, dice el rector.
Por su parte, la directora de la Pastoral UC, Ángela Parra, indica que la alegría y la esperanza son dos características que sobresalen en los jóvenes que participaron en estas misiones y trabajos de verano. “En un mundo en que hay tanta desesperanza y pocas ganas de hacer cosas o de involucrarse, podemos ver que estos voluntarios son muy únicos, auténticos, intentan tener sencillez día a día y eso, creo, cala en las comunidades en las cuales van conociendo uno a uno; en todas las mujeres, hombres y niños que pasan por ellos, se dan cuenta que les transmiten la esperanza y son capaces también de transformar el país”.
"Esto los une con las comunidades, conocen la vida real, el Chile real; ese que no está tan lejos de nuestras casas y de nuestros barrios, de nuestros propios campus, pero que muchas veces viven situaciones diferentes" - Iggnacio Sánchez, rector de la UC.
El proyecto Capilla País contribuyó a construir y reconstruir templos en 10 zonas de Chile. En Melipilla (Región Metropolitana) se instalaron en el sector de Carmen Bajo y construyeron la capilla San Alberto Hurtado. “Esta zona ha usado un galpón de capilla por los últimos 20 o 30 años. Y en verdad era su sueño tener esta oportunidad que le dio Capilla País para construir esta capilla que está atrás mío. Ellos se pusieron con el radier de la construcción, haciendo una campaña del sobre, que iban de casa a casa juntando plata, para así poder cumplir el sueño de tener una capilla después de tantos años”, cuenta Salvador Correa, voluntario y jefe de zona.
“La comunidad nos ha acogido súper bien desde el minuto uno. Nos trae jugos para acá, helados, de todo. Y también hemos tenido muchas instancias de compartir con ellos. Ayer, por ejemplo, tuvimos una ‘pichanga’ (o partido de fútbol) con los niños de la comunidad. Después jugamos un bingo. Estamos súper agradecidos de cómo nos recibieron”, explica Salvador.
“Me parece muy genial que haya salido este proyecto de la nueva capilla, ya que la antigua no estaba en buenas condiciones como para usarse, ya que el techo agujeros y es muy antigua la estructura. Antiguamente los domingos se hacían misas, para confirmación, primera comunión. Yo recuerdo que hice todo aquí”, dice María José Bustos, vecina de la localidad de Carmen Bajo.
A la región de Valparaíso llegaron los integrantes de Siembra UC para misionar en El Yeco. Carolina Castro, directora de la Escuela Básica Rural El Yeco, destaca que “estas instancias son muy lindas, son muy gratificantes para el corazón, para el alma, para hacer ver a la población, y a nosotros mismos, que Dios, Jesús y la Virgen María, están siempre presentes con nosotros”.
Misma opinión comparte Isabel Corvalán, secretaria del consejo parroquial de Algarrobo, iglesia de la cual depende la capilla de El Yeco. Ella agrega que los voluntarios de Siembra UC que llegaron a la zona “nos han llenado el alma, por lo que les abrimos las puertas y nuestros corazones, porque es recíproco, y eso ha sido tremendo, engrandece el alma. Ver a estos jóvenes con esa religiosidad, con esa entrega, con esa empatía, ese 'punch'... ¡es maravilloso! Estamos muy contentos como comunidad y esperamos que vuelvan, porque su visita ha sido un regalo”.
Alto Hospicio, en la Región de Tarapacá, recibió dos grupos de voluntarios. La voluntaria Arantxa Ayarza estuvo allí, formando parte del grupo de Misión País. En esta zona se puso especial esfuerzo por el encuentro personal con los integrantes de la localidad. La estudiante de la Universidad de Concepción, cuenta que el vínculo con las personas, las familias y las comunidades es algo esencial para cada una de las iniciativas impulsadas por la Pastoral UC, ya que “queremos abarcar cada sector del país, pero más allá de eso, nos enfocamos en las personas, en su ser, porque no son un número, son alguien con nombre y apellido”.
“Misión País, Capilla País, o cualquier voluntariado, nos dan oportunidades como estudiantes de poder ayudar con lo que sabemos, para que, en el día de mañana, cuando seamos profesionales, no nos olvidemos de lo que somos. La invitación es a animarse e involucrarse, ya que, si queremos un Chile mejor, también tenemos que ponernos a disposición de ese Chile. Las misiones y trabajos son oportunidades para crecer, para caminar, para aprender juntos... yo los invitaría a vivir la experiencia, sea cual sea el voluntariado”, invita Arantxa.
En esta versión de misiones y trabajos participaron tres estudiantes de Perú, que estuvieron en Alto Hospicio, acompañando a los voluntarios de Misión País y Capilla País. La directora de la Pastoral UC, Ángela Parra, explica: “Estamos moviendo a estos jóvenes para que puedan también misionar y, con ello, hacer un trabajo internacional con voluntarios de Chile y de Perú, en este caso, abordando temas como la migración desde el punto de vista pastoral”.
“La idea es que este intercambio misionero se siga dando. Yo creo que siempre es importante para nosotros que nos vengan a ver, que nos vengan a visitar, pero también es muy importante salir, conocer otras realidades. Creo que es bien importante hacer que esta alianza fomente el diálogo y la interculturalidad, pero por sobre todo la tolerancia y el respeto”, expresa Ángela.