Movilidad, trabajo y salud: los principales desafíos para lograr ciudades amigables para adultos mayores
En 2018 las municipalidades de Renca, Maipú, Calera de Tango, La Pintana, San Miguel, La Reina, Santiago y Ñuñoa postularon para convertirse en “ciudades amigables” ante la Organización Mundial de la Salud, asumiendo requerimientos y modelos propios para brindar mejores servicios y calidad de vida a sus habitantes mayores de 60 años.
En Renca existen 150 mil habitantes. De este número, 21 mil son adultos mayores, lo que corresponde al 15% del total. Para su alcalde, Claudio Castro, “en su comuna se reflejan muchas de las desigualdades de la Región Metropolitana, lo que la transforman en una zona no solo poco amigable para adultos mayores, sino para todos”, con limitantes en servicios como salud, movilidad y transporte, entre otros.
En 2018, esta municipalidad junto a Maipú, Calera de Tango, La Pintana, San Miguel, La Reina, Santiago y Ñuñoa, comenzaron un arduo trabajo para ser reconocidas por la Organización Mundial de la Salud como una ciudad amigable para las personas mayores. “Es un diagnóstico para identificar cuáles son las principales dificultades que tenemos y a partir de esto proponer soluciones”, explicó Castro en el seminario “Ciudades amigables para personas mayores: desafíos y oportunidades”, organizado por SeniorLab (Laboratorio de Innovación Social en Vejez y Envejecimiento UC) y el Centro de Innovación UC.
Según el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), la iniciativa de ciudades amigables con las personas mayores en Chile surge como una respuesta a la necesidad de generar condiciones para un envejecer activo, que promueva la participación ciudadana y la integración social.
“Lo atractivo de esto es que no establece un modelo tipo de ciudad amigable, en la que ésta tiene que ser uno, dos, tres o cuatro, sino que permite un requerimiento por cada comuna y ciudad, según la necesidad que tengan sus adultos mayores. Es así, que una persona mayor de Renca tiene necesidades muy distintas a una de Antofagasta o de París”, añadió Consuelo Moreno, directora de Incidencia de Fundación Oportunidad Mayor.
Para Rosita Kornfeld, experta independiente sobre el disfrute de todos los derechos humanos por las personas de edad, cargo que depende del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, la iniciativa permite motivar a los municipios para que vayan participando y se junten entre ellos para generar iniciativas en pro de las personas mayores, pero también “hay que trabajar transversalmente con muchos ministerios y organismos centrales que deben apoyar iniciativas de este tipo”.
Bienestar laboral
La iniciativa de ciudades amigables busca fortalecer las siguientes áreas: transporte, vivienda, participación social, respeto e inclusión social, participación cívica y empleo, comunicación e información, servicios comunitarios y de salud, espacios al aire libre y edificios.
Específicamente en el tema de empleo, el académico de Sociología y Medicina UC e Investigador del Centro de Estudios de Vejez y Envejecimiento (CEVE UC), Ignacio Madero-Cabib, realizó un estudio con adultos mayores de 12 países, entre ellos Chile, Estados Unidos, y varias naciones de Europa, titulado “Envejeciendo en diferentes contextos sociales, una perspectiva comparada entre la actividad laboral en etapas tardías y salud”, el cual fue publicado en la revista científica The Journal of Gerontology: Social Sciences.
“El objetivo de este estudio era el de comprender de qué modo la actividad laboral en torno a la edad legal de jubilación representa ventajas o desventajas para la salud psicológica y física de las personas. Y entender si el tipo de estado de bienestar del país en que vive cada persona, modera o influye en la relación entre actividad laboral y salud en la vejez”, explicó Madero-Cabib, quien también es subdirector del Núcleo Milenio para el Estudio del Curso de Vida y la Vulnerabilidad.
Entre los diferentes resultados destaca el hecho de que una trayectoria laboral caracterizada por una jubilación anticipada posee un efecto negativo sobre diferentes indicadores de salud. “Esto es particularmente cierto en naciones con estados de bienestar liberal y liberal-corporativista, en los que la universalidad y generosidad de beneficios públicos asociados a la vejez (por ejemplo, coberturas pensiones y salud) es bastante escasa", dijo el investigador UC.
Movilidad
El alcalde de Renca comentó que “normalmente se tiende a pensar que el tema de los adultos mayores es la salud, entonces las políticas para ellos tienen que ver con los médicos, acceso a los consultorios o el traslado a los hospitales. Sin negar la importancia de esto, nosotros nos hemos dado cuenta que esto va más allá”.
En esta comuna se realizó una encuesta donde se preguntó a los adultos mayores qué actividades realizan dentro y fuera de su comuna y el tema de la salud no superó el 5%. “Vimos que la mayoría de ellos hacen trámites, van de compras, visitan familiares y amigos. Un 34% de los renquinos sobre 60 años (siete mil personas), no salen de la comuna por problemas de movilidad pública y transporte. El 60% hace sus viajes caminando y uno de los problema que tenemos es que seis de cada siete kilómetros de vereda en Renca están en una situación deficiente”, dijo la autoridad.
Un ejemplo de solución en temas de movilidad asumida por la municipalidad de Puente Alto es la distribución de la pulsera RedActiva a sus adultos mayores. Una banda que tiene la misma tecnología que la tarjeta BIP, con un lector que transmite a una central del municipio y que indica cuánto camina una persona, su recorrido y los semáforos que va pasando en su trayecto. “Dentro de sus funciones centrales entrega diez segundos extra para que el adulto mayor cruce la calle”, concluyó Isabel Retamal, gerente de Desarrollo de AFP de Chile, sobre esta iniciativa desarrollada en conjunto por el Centro de Políticas Públicas UC, Diseño UC y la Asociación de AFP; y apoyado por Fundación Oportunidad Mayor.