Nace una nueva carrera en la UC: Arqueología abre su admisión en plan común con Antropología

Nace una nueva carrera en la UC. Se trata de Arqueología, que abrirá su matrícula a los alumnos a partir del próximo proceso de admisión. Los futuros novatos que accedan a formarse en esta nueva disciplina desde 2018, ingresarán vía plan común desde el Programa de Antropología. Así, los alumnos podrán optar a esta carrera una vez cursado el segundo año, es decir, podrán elegir entre Antropología social o Arqueología. Esta nueva carrera, buscará impactar a la sociedad y el ámbito de las ciencias sociales, a través de una malla actualizada e innovadora que se conectará con otras disciplinas. 

Diversos académicos de la Facultad de Ciencias Sociales UC  han estado involucrados en la creación de esta carrera, la que comenzó a gestarse de forma paralela a la apertura del Programa de Antropología, en 2013, con el apoyo del decano de la Facultad, Eduardo Valenzuela. Todo partió gracias a un proyecto del Fondo de Desarrollo Docente UC (Fondedoc) –iniciado por los académicos Felipe Martínez, Piergiorgio Di Giminiani y Francisco Gallardo-, dedicado a la investigación de la historia de la disciplina en Chile, con el fin de elaborar perfiles de postulante y egreso y construir una malla curricular. Recientemente, el Honorable Consejo Superior UC aprobó el nacimiento de Arqueología en la universidad. 

La directora del Programa de Antropología, Marjorie Murray, manifiesta que la apuesta de Arqueología UC será formar a los alumnos “de manera integrada a la antropología”. Murray agrega que se buscará dar énfasis a la enseñanza y práctica de la arqueología localizada en diversos parajes del territorio nacional, pero con plena consciencia “de la importancia de la investigación comparada fuera del círculo local”. Por esto, la contratación de la planta académica que comienza este año –y que se extenderá hasta el 2024-, incluirá a académicos locales e internacionales. 

La malla curricular de Arqueología contempla la mantención de algunas cátedras que ya existen en el Programa y la creación de nuevos cursos. Algunos de los ramos que formarán parte de la malla común dentro de los dos primeros años son: Introducción a la Arqueología; Prehistoria General; Teoría Arqueológica y Cultura Material Moderna; y Prehistoria de América. “Hemos tenido la oportunidad de crear un programa nuevo con una visión actual”, asegura uno de los docentes del proyecto académico, el arqueólogo Roberto Campbell.

Campo laboral

Una de las decisiones que se vincula al criterio de desarrollo de cursos será transmitir a los alumnos, desde un comienzo, las oportunidades laborales y los diversos ámbitos en los que se puede desempeñar un arqueólogo en Chile y el mundo. Campbell señala que existen tres áreas prioritarias: investigación, gestión patrimonial y estudios ambientales. La primera de ellas es la más conocida; sobre los dos últimos ámbitos, asegura que hay trabajo por hacer.  

En este sentido, una de las áreas de acción potenciales para los arqueólogos en el país, explica Campbell, es la discusión de la nueva ley de Patrimonio y la puesta en marcha del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. “Uno de los objetivos de este ministerio es descentralizar el patrimonio en Chile y crear direcciones regionales, donde por supuesto se necesitarán arqueólogos”. Agrega que los temas de memoria, cultura y patrimonio son cada vez más demandados en la medida que se comprende la importancia de su rescate y preservación.

Virginia McRostie, una de las académicas del programa, se refiere al potencial del área ambiental. Expresa que “en Chile no se le ha dado el lugar y relevancia que tiene la arqueología. Hoy, por ejemplo, existe mucha demanda respecto de evaluaciones ambientales donde los arqueólogos debieran ser agentes fundamentales en ese proceso”. Al mismo tiempo, advierte que “el patrimonio arqueológico no es renovable, entonces se necesita ética y cuidado al respecto”.

Otros ítems relevantes para los académicos son la interdisciplina y el trabajo en terreno. En esta línea, se impulsará el permanente diálogo con carreras afines, en temas relacionados con historia, conservación del patrimonio o diversidad geográfica. McRostie asegura que una de las ventajas de abrir esta carrera en la UC es el hecho de que la universidad cuenta con centros en diversos lugares del territorio nacional donde se puede desarrollar trabajo en terreno.

“En el Centro del Desierto de Atacama ubicado en Alto Patache, por ejemplo, hay varios sitios arqueológicos. En el futuro, también exploraremos la posibilidad de crear nuestros propios centros, pues se trata de crear sinergia con el territorio y dar insumos a los alumnos sobre identidad local”, expresa la arqueóloga.

Sobre la diversidad geográfica del territorio nacional, los académicos aseguran que existen zonas específicas donde se ha desarrollado un mayor trabajo por parte de los arqueólogos. Sin embargo, existen lugares donde hace falta investigar de manera sistemática. “Hay zonas que son prácticamente lagunas de conocimiento arqueológico, mientras hay otras, como la región de Aysén, donde recién se creó el primer museo regional”, ilustra Campbell, quien da cuenta de que hay muchos sectores donde la presencia del Estado ha sido deficiente. Mostrar estas realidades será uno de los desafíos de la carrera.

Por otro lado, uno de los desafíos relevantes de la disciplina es el rescate histórico, que tiene la posibilidad de traer al presente un cúmulo de conocimientos perdidos por la humanidad. “Como parte del fenómeno de la arqueología histórica es importante revelar procesos como la colonización chilena del norte o de la Patagonia, los fuertes de Pacificación, distintos grupos humanos, las salitreras, los estancieros o los arrieros”, ejemplifica Campbell. 

Así, profundiza McRostie, la disciplina enfatizará en el rescate de historias y procesos que han ido desapareciendo y donde en muchos casos, la única fuente de información al respecto, son los vestigios arqueológicos. “Son formas de vida que sirven para entender la diversidad cultural de Chile, su estudio permite entender temas como las economías en otra escala, relaciones sociales diferentes, manejo de recursos. Los arqueólogos recuperamos conocimientos que alguna vez existieron”.

Entre los profesores de la planta académica que -hasta ahora- forman parte de Arqueología UC están los académicos Roberto Campbell, Virginia McRostie, Francisco Gallardo, Felipe Martínez y Hugo Ikehara, arqueólogo peruano que se integrará en el mes de enero.

*Si quieres conocer más sobre la apertura de esta nueva disciplina en la UC, no te pierdas la Expo Futuro Novato entre el 3 y 5 de octubre (Campus San Joaquín).