Nicolás Sánchez, un incansable espíritu de servicio
Con 24 años este joven estudiante de Química y Farmacia ha dedicado todos sus años de estudio al servicio público. Asistió trece veces y fue coordinador nacional de los Trabajos de Salud Rural, tarea que ha compartido con su otra pasión que es enseñar. Ha sido tutor de un número incontable de alumnos y ha coordinado distintos programas que apoyan a los estudiantes en sus primeros años dentro de la universidad.
Fue en enero del año 2014 en Hualañe, una pequeña localidad rural de la zona central de Chile, donde el espíritu solidario de Nicolás quedaría marcado para siempre. “Hacía un calor terrible”, recuerda el joven estudiante de último año de Química y Farmacia, cuando él, junto a varios voluntarios, se encontraba en el interior de la ciudad de Curicó para realizar los llamados TSR o Trabajos de Salud Rural.
Los TSR nacieron el año 2002 al amparo de la Facultad de Medicina UC, se trata de un voluntariado que busca llevar educación y prestar servicios en salud a lugares alejados. Hoy en día agrupa a las carreras de Medicina, Enfermería, Química y Farmacia, Kinesiología, Odontología, Psicología, Nutrición y Dietética, Fonoaudiología y Obstetricia de la Universidad Católica, Universidad Central y Universidad de Chile.
Era solo un novato cuando Nicolás sintió el llamado y se inscribió como voluntario por primera vez, “Me tocó ir a Pichidegua en la sexta región, pero siento que en ese entonces no pude hacer mucho porque me faltaba experiencia y conocimiento y eso me impulsó a seguir estudiando para volver y poder hacer más por las personas”, cuenta con una sonrisa tímida. Pero luego de esa segunda vez sintió que debía ir una tercera, luego una cuarta y así siguió año tras año, sacrificando vacaciones de invierno y verano. Hoy ya suma unas trece visitas a lo largo de Chile.
Asegura que cada paciente que conoció lo marcó y cada experiencia que vivió fue forjando lo que hoy es como futuro profesional y como persona. Pero de todas estas experiencias, sin duda hay una que jamás olvidará.
Hualañe queda muy retirado y las personas están un poco abandonadas, comenta, ahí conoció a un señor de unos 60 años que estaba postrado hacía varios meses, luego de haber tenido una fuerte caída. “Con un compañero de kinesiología lo visitamos durante una semana completa y logramos que se levantara y caminara con la ayuda de un burrito, la alegría de esa familia y el rostro de ese señor será algo que nunca olvidaré”, cuenta el alumno de 24 años, quien luego pasó a ser parte del equipo organizador de los TSR y durante el año 2015 fue coordinador general de la UC y al año siguiente coordinador nacional del proyecto.
Luego de esta experiencia, Nicolás determinó que su meta sería trabajar -a futuro- en algo donde pudiera prestar servicio y ayudar en la salud de las personas. Es por eso que optó por realizar su práctica profesional en farmacia clínica, hoy ya lleva más de ocho meses prestando servicios en el hospital de tratamiento de enfermedades infecciosas, Lucio Córdova, ubicado en la comuna de San Miguel.
La segunda pasión de este joven, nacido y criado en Puente Alto, es la enseñanza. Cuando entró a la UC tuvo un tutor -del programa de Becas de Nivelación Académica- que lo ayudó a enfrentar de mejor forma su tiempo como novato. Al año siguiente, el futuro Químico, sintió que debía devolver la mano, y ser ahora él quien ayudara a los nuevos alumnos. “Creo que a veces con cosas simples uno puede contribuir mucho en la vida de una persona y hacer tutorías ha sido una tremenda y enriquecedora forma de sentir que puedo aportar –desde mi conocimiento y experiencia- para que otros se superen y sean mejores profesionales”.
Reconoce que enseñar es algo que le llena el alma, no es casualidad que su sueño de niño fuese ser profesor de historia. Con el tiempo, Nicolás participó activamente de diferentes programas de acompañamiento a los alumnos, fue tutor de la Beca de Nivelación, del programa de ayuda a la inserción Universitaria (PAI), luego pasó a ser coordinador de tutores; fue coordinador y ayudó en la creación y desarrollo del Programa de Apoyo a la Persistencia PAPER, que ayuda a la prevención de reprobación de cursos y deserción. Paralelo a esto, fue ayudante del taller de entrenamiento a la acción tutorial dictado por el CARA UC, y además ayudó en la coordinación del primer encuentro de tutores de la universidad en el año 2015.
Nicolás es carismático y alegre, siempre dispuesto a ayudar a los demás desinteresadamente, eso dicen sus profesores quienes lo postularon para ser el espíritu UC. “En verdad yo pensé que jamás ganaría este premio”, admite. Asegura sentirse profundamente agradecido con solo ser nominado, “pero como no soy una persona ligada a la pastoral ni creo en Dios, pensé que nunca podría ser escogido”.
Nicolás admite estar de acuerdo con muchos de los ideales de la universidad, es por eso que no ha sido un tema el no ser católico. “Nunca me han hecho sentir discriminado, ni nada por el estilo y me siento conmovido de haber obtenido un premio que más allá de las creencias, valora las acciones. Además, me siento infinitamente agradecido de todas las oportunidades que me ha brindado la UC, para convertirme en un mejor profesional y en una mejor persona”.