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Nuevo libro analiza sistema escolar chileno


Escrito por los profesores Miguel Nussbaum y Pablo Chiuminatto, el libro “Diálogos para una nueva escuela en Chile, el auge de la educación”, de Ediciones UC,  observa el proceso de la reforma educacional y cuestiona el rol de los profesores y directores de escuela,  además de criticar la excesiva centralidad de las mediciones estandarizadas del aprendizaje.

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photo_camera Archivo UC

Con la presencia del rector Ignacio Sánchez y los decanos Lorena Medina de la Facultad de Educación y Juan Carlos de la Llera de la Facultad de Ingeniería, fue presentado el nuevo título de Ediciones UC: “Diálogos para una nueva escuela en Chile, el auge de la educación”, de los profesores Miguel Nussbaum (Ingeniería) y Pablo Chiuminatto (Letras).

El texto, escrito en formato de pregunta y respuesta, visita los principales aspectos de la reforma educacional en marcha, y discute sobre el significado de la calidad educacional, abordando los límites del currículum nacional, el dilema de las mediciones estandarizadas, el papel de las nuevas tecnologías y sugiriendo alternativas para construir la nueva escuela que el país anhela y requiere.

El libro, presentado por el académico de la Universidad Diego Portales, José Joaquín Brunner, consta de cinco grandes capítulos, el primero de los cuales centra su atención en el aprendizaje de los niños en etapa escolar.  Allí, los autores plantean que dos de cada tres niños pasan por la Educación Básica sin aprender las habilidades mínimas necesarias determinadas por el Ministerio. Bajo esta premisa, advierten la falta de un currículum esencial que pueda ser apropiado por las distintas realidades del país y la necesidad de un cambio de paradigma en lo que comprendemos por conocimiento.

“En el colegio lo único que enseñan es una forma de conocimiento experto, aquel destinado a la producción, al dinero. Pero no enseñan el conocimiento social, nuestra relación en el mundo, ni menos cómo relacionarnos y aceptar nuestro propio cuerpo”, argumentan.

En el capítulo II, dedicado a los sistemas de evaluación, los autores distinguen que se identifica al mal mayor con las evaluaciones estandarizadas cuando, desde su perspectiva, el problema radica en otras fases como por ejemplo el currículum, los contenidos, las didácticas y las brechas culturales y económicas.

El capítulo centra su atención en el rol de las pruebas estandarizadas y el error de creer que el problema de la educación radica en dichas pruebas y no en el sistema de contenidos que las sustentan. “Hoy, el objetivo de las pruebas escolares es sumativo y no formativo, es decir, las pruebas principalmente validan si se lograron los objetivos definidos en el currículum. En el camino hacia la evaluación formativa, es necesario tener en cuenta que la multi-modalidad y la visualización de la información tienen un carácter central en la nueva forma de enseñar y de aprender”, explican los autores.

El tercer capítulo analiza la educación en las redes, el desarrollo tecnológico y cambios culturales.  La conversación se centra en proponer que el currículum sea realmente relevante para el mundo de hoy. Cuestiones tan fundamentales para la vida actual como el internet no están siendo incorporadas como herramientas de aprendizaje, advierten.  “Por ende, si queremos que los profesores modelen a nuestros jóvenes y les formen habilidades que les sirvan para desempeñarse profesionalmente, es fundamental hacer que el mundo escolar los entienda y construya con ellos, así como también condicionar el aprendizaje a nuestros tiempos” proponen.

El cuarto capítulo centra su atención en el rol de los padres y profesores en el proceso educativo del niño, señalando que para que el niño adquiera capital cultural y construya su mundo, tiene que interactuar frecuentemente con sus mayores para que le muestren el mundo a través de las palabras.  La conversación plantea que es necesario repensar la formación docente. “Hay que llegar a tener un colegio empoderado, que sea más que un lugar donde se cuidan niños para que los padres puedan ir a trabajar. Es decir, que sea el espacio donde se formen ciudadanos con habilidades que les permitan construir su futuro”, declaran.

En el capítulo V y final, los autores discuten desde dónde pensar un nuevo currículum. Recuerdan que muchos expertos han ido a buscar la solución al problema educacional a otros países, y han tratado de basarse en modelos extranjeros. Pero en realidad, argumentan,  lo que hay que hacer es construir desde Chile y empezar a potenciar a nuestro país.  “Lo importante cuando se quiere pensar un nuevo currículum, es que hay que poner un componente que incluya y comprenda qué y quiénes somos. Y para llegar a construir un currículum hecho a nuestra medida, lo primero que hay que hacer es escuchar” señalan.

"Cada uno de quienes están o estuvieron en una escuela o enseñan o enseñaron en una escuela tienen mucho que decir y por eso hay que saber aprender a escucharlos. Todos estos cambios serían imposibles de lograr de un momento a otro, por eso hay que implementar medidas paulatinas, basándose en programas nacionales que han funcionado, como el Plan Auge en salud. Garantizar ciertas habilidades en nuestros niños como garantizamos ciertas prestaciones de salud. El desafío final es que el colegio asuma el rol de formador de ciudadanos conscientes, críticos y activos que potencien nuestra nación", finalizan Nussbaum y Chiuminatto.

 

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Francisco Zabaleta, Facultad de Educación, fzabaleta@uc.cl


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