Odontomóvil: proyecto de Odontología contribuye a cerrar la brecha en el acceso a la salud bucal

"Gracias a Odontomóvil, volví a tener confianza en mi sonrisa y decidí preocuparme más de mi salud oral". Estas son las palabras de Marcela, vecina de una localidad rural que no tiene acceso regular a atención odontológica. Como muchos vecinos, Marcela acudió cuando el equipo de Odontomóvil llegó a su comunidad. Lo que no esperaba era recibir algo más que una solución a su problema dental: encontró acompañamiento, escucha y un compromiso genuino por mejorar su salud y bienestar.

Este testimonio es solo uno de los cientos que acumula Odontomóvil desde sus inicios, en 2015, cuando un pequeño grupo de estudiantes y docentes de la Escuela de Odontología decidió lanzar este proyecto pionero. La idea era simple, pero poderosa: llevar atención odontológica y educación bucodental gratuita y de calidad a personas que, por su ubicación o condiciones socioeconómicas, tienen dificultades para acceder a la atención odontológica.

"Comenzamos con un equipo de diez voluntarios, tres docentes y una semana de atención en la localidad de Alhué, un sector principalmente rural que es parte de la región Metropolitana. Fue una experiencia de aprendizaje desde todos los puntos de vista, tanto para nosotros como para los pacientes", recuerda el doctor Uriel Montenegro, docente a cargo del proyecto desde su creación.

Cerca de cumplir los diez años del primer operativo que atendió a 100 personas, la iniciativa ya lleva más de 1500 personas beneficiadas y más de 1700 atenciones gratuitas.

Los operativos

"Odontomóvil nos permite entender que la odontología no es solo técnica. Nos enseña a ver al paciente en su totalidad, a comprender su historia y su contexto, y a aplicar nuestros conocimientos en situaciones reales", explica Martín Chavarría, estudiante de sexto año de Odontología y coordinador de Odontomóvil.

En cada lugar visitado, los voluntarios realizan exámenes clínicos, profilaxis, destartraje -técnica de limpieza bucal- sellantes y restauraciones; además de la entrega de informes detallados con las necesidades dentales de cada paciente, la solicitud de radiografías y, eventualmente, derivaciones o interconsultas a especialistas. Todo de forma gratuita y bajo la supervisión de académicos de la Escuela de Odontología, quienes también participan como voluntarios.

“Ver a las personas felices y aportar por lo menos con un granito de arena es muy importante para nosotros, para lo que nos desempeñamos, porque creo que nuestra carrera se trata de eso, de estar cerca de los pacientes”, relata con alegría el estudiante de Odontología, Hassan Ahmed.

El proyecto se ha consolidado como un voluntariado estudiantil de larga data dentro de la UC. Durante sus jornadas en invierno y verano, el equipo atiende a cerca de 350 personas en cada edición, con un grupo de voluntarios que incluye a estudiantes, docentes y egresados comprometidos. Este crecimiento no ha sido fácil, pero ha sido impulsado por una necesidad muy concreta en las comunidades que visitan.

“Se agradece, porque a nosotros como adultos mayores a veces nos cuesta acceder a este tipo de cosas, y quedamos muy conformes”, dice Verónica, una de las personas beneficiadas tras la llegada del Odontomóvil a la comuna de Macul. “Y tener la posibilidad de que nos atiendan estudiantes de la Universidad Católica, que son bien evaluados, es excelente”, agrega su acompañante.

"Cada vez que llegamos a una localidad, la recepción es abrumadora. Las personas nos esperan con esperanza, no solo para solucionar un problema puntual, sino porque saben que nosotros también estamos ahí para escucharlas", relata Maida Yarur, alumna de Odontología y una de las coordinadoras del proyecto.

“Fue una atención espectacular. Me hicieron una maravilla en mi diente. Hacen algo muy lindo, así que se les agradece y esperamos volver a verlos”, dice Nolda Serrano, usuaria que quedó feliz luego de atenderse en el operativo realizado en Guacarhue, región de O'Higgins.

Ese enfoque en la atención humana y cercana es parte del sello del proyecto Odontomóvil, que no solo busca resolver problemas dentales, sino también educar y prevenir futuras complicaciones.

Aprendizaje integral

El impacto de Odontomóvil no se limita a los pacientes. Para los estudiantes de la Escuela de Odontología, esta experiencia se ha convertido en una parte fundamental de su formación. Desde las primeras etapas de su carrera, los voluntarios enfrentan los desafíos de trabajar en zonas alejadas, con recursos limitados, y deben aprender a ser creativos y resolutivos.

Además, la experiencia de liderar un proyecto de esta envergadura ha sido clave para el desarrollo de habilidades organizativas y de liderazgo. Los coordinadores destacan que: “Ha sido difícil convertir nuestras ideas en realidad, especialmente con recursos limitados y siendo un proyecto extracurricular, pero lo hemos logrado gracias al apoyo de la universidad y al compromiso de todos los involucrados”, cuenta Martín Chavarría.

"Nuestro sueño es que Odontomóvil no solo siga creciendo, sino que se transforme en una plataforma donde egresados, docentes y otros voluntarios puedan continuar trabajando juntos, llevando sonrisas a quienes más lo necesitan", concluye el doctor Montenegro. La visión a futuro es clara: seguir impactando la vida de las personas, manteniendo siempre el espíritu servicio y la calidad de atención que han hecho de este proyecto un referente dentro y fuera de la UC.

Odontomóvil, a través de cada uno de sus operativos, no solo entrega salud dental, sino que se ha convertido en una herramienta de transformación social. Un espacio donde se tejen historias de superación, de aprendizaje y, sobre todo, de compromiso público.

Reconocimiento internacional

En el Observatorio del UNESCO en Buenos Aires, Argentina, delegaciones de 11 países de América Latina se reunieron para culminar el programa “Impulso Joven”, organizado por la UNESCO y Nestlé, en junio pasado. Este proyecto tiene como objetivo proporcionar herramientas y recursos necesarios para impulsar iniciativas de impacto social lideradas por jóvenes agentes de cambio.

Entre casi 1.000 postulantes, el programa seleccionó a 20 jóvenes de entre 18 y 30 años para participar en capacitaciones, talleres y recibir mentorías que les ayudarán a desarrollar y escalar sus proyectos en tres categorías principales: acción climática y sostenibilidad, reducción de desigualdades e inclusión social y diversidad; y salud mental y bienestar.

El único proyecto de Chile fue Odontomóvil, representado por el estudiante de sexto año de la Escuela de Odontología José Ignacio Tagle, quien ganó el evento internacional. “Este es un reconocimiento al trabajo que hemos estado realizando en conjunto con el equipo para poder llevar la salud oral a zonas rurales y personas de nivel socioeconómico bajo. Además, permite que el proyecto crezca”, expresó el voluntario.

Para el académico y guía del proyecto, Uriel Montenegro, este “es un tremendo reconocimiento al trabajo y esfuerzo de un grupo de estudiantes, docentes y administrativos que han trabajado en estos años, construyendo un proyecto enfocado en las personas, donde cada uno de nosotros ha aportado para el bien individual y comunitario”.

Además, la iniciativa de la Escuela de Odontología recibió un capital semilla de 10.000 dólares. “Con la ayuda de Impulso Joven, la Unesco y Nestlé, pudimos aumentar a seis boxes dentales. Con esto, hemos incrementado nuestra atención en un 70% con respecto al año pasado. Proyectamos que este año vamos a poder crecer un 110% la llegada a la población”, cuenta el estudiante. Esta expansión permite que Odontomóvil ofrezca atención odontológica educativa, preventiva y rehabilitadora básica a más personas.

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