Orquesta Interfacultades UC en gira al sur: co-creando desde los territorios
¿Qué pasa cuando 62 instrumentistas que estudian distintas carreras en la Universidad Católica forman una orquesta y cinco años después salen de gira por cuatro ciudades del sur del país, tocando incansablemente junto a solistas y coros locales? En esta nota hablan algunos de los protagonistas y gestores del proyecto.
Cinco días, cuatro ciudades, cuatro conciertos gratuitos con butacas completas de un público diverso, local y muchas veces no especializado. Estos son algunos de los números que dejó a su paso la gira de la Orquesta Interfacultades UC por el sur de Chile. Entre el 7 y el 12 de diciembre pasados, en lo que fue su primera itinerancia, esta agrupación musical de 62 instrumentistas aterrizó en Villarrica, Temuco, Valdivia y Puerto Montt, con un repertorio con aires navideños: El Mesías, un oratorio en inglés compuesto por Georg Friedrich Händel en 1741.
Los escenarios tomaron forma de gimnasio, aula magna o catedral, espacios en que la orquesta fue acompañada por cuatro solistas vocales, casi 70 cantantes de dos coros locales y un equipo de producción en terreno. En Villarrica, Temuco y Valdivia, destacó el registro de voces del Coro Sinfónico de la Universidad Católica de Temuco, interpretando su versión del “Aleluya”, punto alto del repertorio. Y en Puerto Montt, el coro Voces Lacustres de Puerto Varas hizo lo propio con una participación que incluyó a los cantantes líricos Maxiel Marchant y Ricardo Uribe.
La gira “El Mesías” fue parte de las actividades de ‘Artifica’, iniciativa de la Dirección de Artes y Cultura, de la Vicerrectoría de Investigación UC. Un proyecto que implicó gran despliegue y desafíos de producción, impulsado por la directora de Artes y Cultura, Miryam Singer, junto a Eduardo Jahnke, director de la orquesta; Gonzalo Valdivieso, director del Campus Villarrica; y Teresa Toyos, directora de Comunicación y Extensión, también de ese campus.
La génesis de este proyecto remite al plan de desarrollo 2020-2025 de la universidad, dice Miryam Singer, Premio Nacional de Artes Musicales 2020. “Hay un eje muy importante que es el vínculo con la comunidad y eso se puede concretar, diría de la manera más excelsa, a través de la música. ‘Artifica’ necesitaba producir ese puente entre la Universidad Católica y las universidades de regiones”.
Para Eduardo Jahnke, el director de la orquesta, es “muy positivo” vincularse con otras instituciones y en ese sentido, destaca el rol clave que tuvo la Universidad Católica de Temuco durante la gira. “Hay un impacto importante respecto a hacer universidad, internamente, pero también hacer ‘universidades’. El poder juntarse con otros y planificar cosas con sentido y profundidad”. El también académico de la Escuela de Ingeniería y el Instituto de Música, explica que le gusta hacer proyectos más masivos, como la gira con “El Mesías”, que inviten a otras instituciones a colaborar. “Y darnos cuenta de que somos parecidos, porque somos parte de la comunidad universitaria”, reflexiona.
Junto con la vinculación, la idea fue visibilizar el trabajo de los músicos en un escenario más grande y extendido, a lo largo de los territorios. “Queremos demostrar que las personas que llevan en su corazón la semilla del arte pueden dejarla florecer independientemente de si son médicos, ingenieros, antropólogos o lo que sea. Estos chicos y chicas lo han demostrado, y regando esa semilla a lo largo y ancho de la universidad, podemos concretar un proyecto educativo integral”, explica Miryam Singer.
De hecho, en diciembre y tras el retorno a Santiago, Eduardo Jahnke firmó un convenio que transforma a esta orquesta en una actividad co-curricular de la universidad, “con el reconocimiento explícito para sus miembros de ser un aporte al perfil del egresado”, cuenta el académico.
Primera escala: Villarrica
Revisa la galería de imágenes del concierto El Mesías en Viillarrica.
(Fotografías: Cristóbal Saavedra, Campus Villarriica UC)
“Esta gira es un ejemplo concreto de la apuesta de la Dirección de Artes y Cultura, y de esta Vicerrectoría, por estar presentes en los territorios”, afirma Pedro Bouchon, vicerrector de Investigación, haciendo hincapié en la importancia que tiene para la UC la vinculación con distintas comunidades.
Y advierte que no se trata de "ir de visita con un espectáculo”, sino que el objetivo es co-crear y empaparse del talento y experiencia de artistas locales, ofreciendo una propuesta en conjunto. “En este caso, la alianza de trabajo fue con destacados coros locales y contamos con el apoyo clave de nuestro campus en Villarrica. Trabajaremos por escalar esta idea y así seguir itinerando con la orquesta y las creaciones que se desarrollan en la Dirección de Artes y Cultura”, adelanta el vicerrector de Investigación.
El gimnasio del Campus Villarrica UC fue la locación del primer concierto de esta gira. Gonzalo Valdivieso, director de ese campus, cuenta que fue un gran desafío implementar toda la técnica necesaria para realizar el concierto en ese espacio. “La respuesta de la gente fue increíble. Se llenó, creo que había más de 400 personas, muchas familias, niños… y habiendo muchos niños, un silencio absoluto durante toda la obra”, dijo el director del Campus Villarrica al finalizar la función.
Junto a Gonzalo Valdivieso trabajó Teresa Toyos, directora de Comunicación y Extensión de ese campus. Ambos estuvieron involucrados en la producción de la gira desde su génesis, como aliados estratégicos. “El apoyo de Artifica a las actividades culturales que se realizan en el Campus Villarrica ha sido crucial. La calidad artística con la que los artistas llegan a Villarrica, a la zona lacustre, a nutrir a nuestros habitantes con piezas artísticas a las que habitualmente no se tiene acceso, es súper enriquecedora (…). Hace mucho tiempo que no veíamos a tanta gente participando y eso habla de que la ciudadanía agradece y valora cuando presentaciones de esta calidad, además gratuitas, llegan al alcance de los vecinos y vecinas de Villarrica”, reflexiona la profesional.
La propuesta artística integró al Coro Sinfónico de la Universidad Católica de Temuco, compuesto por 36 cantantes. Virna Santos, coordinadora del coro, cuenta que esta gira fue la primera colaboración que realizan con una orquesta de otra ciudad. “Siempre lo hacemos en nuestra casa, en Temuco. Con la Orquesta (Interfacultades) tuvimos un ensayo antes de la primera presentación, que fue en Villarrica. Si bien estábamos con un poco de susto, todo fluyó muy bien porque Eduardo (Jahnke) es un gran director”, comenta Virna.
El coro itineró junto a la orquesta y fue el debut de la agrupación musical en la ciudad del Calle-Calle. “Conocemos el público de Valdivia, que sabe mucho de música, y al ver el Aula Magna de la Universidad Austral, repleta, una se siente bien, sabiendo que hay espectadores que aprecian lo que nosotros hacemos”, explica.
Concierto en la catedral
Maxiel Marchant, cantante lírica y directora del Coro Voces Lacustres de Puerto Varas, fue una de las solistas que acompañó a la orquesta durante la presentación en la Catedral de Puerto Montt. “Fue bastante intenso y el director, Eduardo Jahnke, hizo un gran trabajo al amalgamar a los dos elencos”, afirmó la cantante lírica al cierre del concierto.
Si bien la Catedral de Puerto Montt es la “casa” del coro Voces Lacustres, la presentación del 11 de diciembre fue la primera que hicieron ahí junto a una orquesta. “Después de la pandemia, que se haya abierto esta oportunidad, fue maravilloso”, dice la directora, a la vez que agrega que el repertorio de “El Mesías” fue un desafío para el coro. “La idea es acercar este tipo de música más formal a toda la región, donde no hay acceso. El desafío de nosotros ha sido realizar giras -estuvimos en La Unión, Puerto Varas y ahora en Puerto Montt- y es una satisfacción muy grande poder entregar este tipo de música a toda la comunidad”.
Entre las asistentes en la catedral de Puerto Montt estaba Erika Osmer, de Puerto Varas, quien se enteró del panorama gracias a sus vecinos. Ella cuenta que el concierto, de algún modo, le permitió transitar mejor por un momento personal complejo, ya que días antes había perdido a su hermana mayor de 94 años. “Viajé a Santiago a su funeral y volví exclusivamente para estar hoy en la catedral. El 'Aleluya' y en general el concierto me llenó de alegría el corazón (...). Había escuchado 'El Mesías’ sólo en orquesta, entonces me pareció original, por decir lo menos, y muy lindo. Voy a cumplir 80 años y he escuchado este concierto muchas veces en mi vida, pero no así, con coro y solistas (...). Quiero agradecer y contarles que el 'Aleluya' se lo mandé directo a mi hermana, hacia el cielo".
Ser parte de algo más grande
El rector UC Ignacio Sánchez destaca la historia de los estudiantes que cursan carreras diferentes a Música, y que dan vida a la orquesta. “Detrás de ellos y ellas hay un esfuerzo de ejercitación, de ensayo… pensemos que durante la pandemia tocaron sus instrumentos de forma solitaria, en sus casas, y luego eran coordinados en presentaciones por Zoom. Mantener el sentido de cuerpo y equipo, integrarse con el coro, el hecho que hayan podido decir que necesitaban más horas de ensayos -como contó el director que lo hicieron- demuestra la pasión y el amor por lo que están haciendo, y la rigurosidad”.
¿Cómo marcó la gira a ese cuerpo musical? El director, quien estuvo cerca del grupo en todo momento, relata que antes de arrancar la travesía al sur comenzó a aparecer la sensación de que eran parte de algo más grande. Y el nivel musical subió entre los conciertos que se realizaron antes en Santiago y el primer concierto en Villarrica. “Lo que pasó fue que, un día antes del estreno, ensayé con el coro de Temuco y les envié un video para que vieran cómo sonaban. Las y los músicos iban en el bus rumbo al sur y les dije: ‘Chiquillos, se tienen que mentalizar para esto’”, recuerda Eduardo Jahnke.
Luego del debut, los instrumentistas le confesarían que escuchar al coro los sorprendió y alentó a tocar mejor. “Hay algo muy interesante en cómo ellos suben el nivel gracias a tener la experiencia de tocar con gente mejor que ellos musicalmente hablando. Se produce una especie de interferencia positiva”, explica el director de la orquesta.
La gira por el sur también generó una huella a nivel más personal. Eduardo Jahnke cuenta que había muchos estudiantes que, hasta ese momento, no habían tenido la oportunidad de viajar, o de salir de Santiago en distancias tan extensas. “Eso fue impactante para ellos. Ha sido muy bonito para las y los instrumentistas poder conocer, desde la perspectiva social y también geográfica, una realidad distinta desde la orquesta. Eso les impactó muchísimo. Agradecen mucho la experiencia vivida, me lo dijeron por todos lados y casi todos ellos, de alguna manera”.
La Orquesta Interfacultades UC nació hace cinco años por iniciativa de los propios estudiantes, quienes se auto-convocaron. Poco tiempo después llamaron a Eduardo Jahnke, profesor de Ingeniería de la Universidad Católica y músico, para que los dirigiera. Esa elección incluyó una suerte de “proceso de selección”, ya que Eduardo Jahnke tuvo que escribir una carta de motivación. “La orquesta se constituyó como un ente colaborativo pero guiado, y por eso es tan distinto a otras”, explica el director.
Hoy la agrupación musical reúne a 62 instrumentistas de diversas carreras, nacionalidades e intereses. Hernán Robledo (24) -egresado de Estadísticas en la UC y estudiante de un magíster en ese tema, en la universidad- es el concertino o primer violín de la Orquesta Interfacultades UC. “Llevo cinco años en esta agrupación y soy el concertino, algo así como el presidente de curso del grupo y del elenco”, dice Hernán Roblero entre risas.
El concertino cuenta que la idea de la gira surgió luego de un concierto en Santiago, “donde estábamos felices y deseosos de más, y con ganas de llevar la música a otros lugares de Chile”. Entonces conversó con Miryam Singer, directora de Artes y Cultura de la Vicerrectoría de Investigación.
Meses después, la idea había tomado forma. “¡No lo esperábamos! Ha sido increíble conocer nuevos escenarios y como estudiantes no profesionales de la música, conocer a nuevas voces y personas (…). ¿Qué destacaría de esta experiencia? Que lo logramos (risas). Fue un desafío enorme armar El Mesías de Händel durante el primer semestre, a la par de nuestros ramos. Fue difícil, requirió mucho trabajo, pero lo logramos”.
Varias filas atrás de Hernán, en la orquesta, está Marcos Canedo (23), estudiante de doctorado de Matemáticas UC. Él es uno de los violonchelistas de la agrupación, a la que entró hace cuatro meses cuando llegó a Chile desde Bolivia, su país natal, por un intercambio. “El aprendizaje para mí ha sido compartir y estar más cerca de la cultura chilena. La orquesta es como un microcosmos chileno donde puedo comunicarme con muchas personas, de distintas facultades. Es un cápsula de Chile”, cuenta Marcos Canedo.
Mientras él recorría el sur junto a los músicos, el director y el equipo de producción, la madre de Marcos Canedo viajaba a Chile desde Bolivia, en una larga travesía, para verlo tocar en el que fue el último concierto de la orquesta en 2022, en el Centro de Extensión de la U. Católica, en Santiago. “Estoy muy emocionado porque ella viajó por cielo, mar y tierra para verme. Di lo mejor de mí en ese concierto”, relata el violonchelista.
En la última fila, la más distante al director, están los vientos. Marianela Espin (20), estudia Psicología en la UC y es de Puerto La Cruz, Venezuela. Ella toca la trompeta desde que tiene 8 años y antes de ingresar a la orquesta pasó muchos años sin poder practicar. “Ser parte de esta agrupación me permitió reconectarme con el instrumento. He podido aprender sobre la estructura que está detrás de una partitura y lo humano que está pasando detrás de la música. Hay una cuestión colaborativa muy grande. Es aprender en conjunto”, explica la trompetista. Las postales del sur fueron nuevas para ella, ya que antes de la gira no había salido de Santiago. “Es un cambio radical. Tocar aquí y conocer gente nueva ha sido maravilloso”.