Paula de Solminihac: el arte de crear a fuego lento
La ceramista y jefa del departamento de Escultura en la Facultad de Artes ha tenido un año lleno de actividades con sus labores académicas, la fundación de educación artística que dirige, Nube Lab, y sus exposiciones en la Bienal de Sídney (Australia) y en Galería Patricia Ready (Chile). Aquí conversa sobre cómo mantiene ese ritmo de trabajo junto a una serie de investigaciones con arcilla, materiales reciclados y otros elementos, en los que decide perderse en la búsqueda de ciclos de la naturaleza que muchas veces son invisibles a nuestros ojos.
A una temprana edad, Paula de Solminihac (Santiago, 1974) aprendió de su abuela el arte de cocinar. Una de las cosas más importantes era el hacer las cosas a fuego lento. Conocimiento que, junto a las visitas a las obras de construcción a las que la llevaba su padre para ver la espectacularidad del hormigón fresco, le han servido como guía en su trabajo como creadora de grandes instalaciones y de objetos en cerámica.
"Muchas veces las cosas tienen que reposar, como cuando dejas el pino listo antes de armar las empanadas. Entonces la cocina es una buena metáfora de la práctica artística, ya que no estás en una fábrica de producción de objetos artísticos, sino que estás haciendo las obras que necesitan existir", dice la artista, quien ha expuesto en diversos espacios de arte contemporáneo, como el Museo del Barro (Paraguay); la feria de arte más importante del mundo, Art Basel (Suiza); y MAVI UC.
Si bien en sus inicios tuvo un ritmo de trabajo más intenso, con los años ha logrado tener el tiempo para investigar y perderse en diversos ciclos de la naturaleza que le interesan. Como la camanchaca del norte de Chile o la plantación de papas en la isla de Chiloé. Ahí anota en sus cuadernos, prueba materialidades y experimenta. Algunos de esos procesos terminan en obras y otros solo quedan en los papeles. Al menos por un tiempo, hasta que vuelve sobre ellos y salen nuevas obras.
"Creo que he intencionado un poco que mi vida en particular se desenvuelva en distintos territorios. Me gusta ver cómo se retroalimentan la docencia, la creación, la exhibición, encontrarme con personas con distintas trayectorias y experiencias, y de todo me nutro, aprendo y soy feliz", confidencia.
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