Pérdidas de bosque nativo, merma de la biodiversidad y riesgos de aluviones: nuevos balances tras lo
Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Geografía UC da cuenta en detalle de la magnitud de los incendios forestales ocurridos a comienzos de este año. Una cuantificación basada en imágenes satelitales y un software provisto por la NASA, revela la cantidad de hectáreas afectadas, las especies vegetales mermadas y los riesgos asociados a la tragedia.
La seguidilla de incendios ocurridos a comienzos de este año afectó principalmente a las regiones de O’Higgins y del Maule en cuanto a ecosistemas nativos; y en total, la superficie alcanzada por el fuego se estima en cerca de 530 mil hectáreas hasta febrero. Estos datos son parte del balance realizado por el académico del Instituto de Geografía UC, Francisco de la Barrera y Vannia Ruiz (geógrafa UC) en el contexto de un estudio coordinado desde IALE-Chile, la sociedad científica chilena de ecología del paisaje.
El análisis buscó “cuantificar el área total incendiada especificando el grado de severidad” junto con una estimación de lo perdido a nivel de ecosistemas. Para estos propósitos se utilizaron imágenes satelitales multiespectrales de antes y después de los incendios, mientras que como instrumento de validación se usó un software provisto por NASA Worldview. De esta manera, se buscó contribuir a la evaluación de la tragedia a través de métodos estandarizados.
Resultados
En total, se identificaron 91 áreas incendiadas, 529.794 hectáreas, que corresponden a zonas habitadas por el 57% de la población nacional. Sobre el impacto sufrido por el paisaje se estimó que los ecosistemas más afectados fueron las plantaciones forestales (225 mil ha); matorrales (144 mil ha) y bosques (61 mil ha). Las pérdidas en cuanto a plantaciones estuvieron concentradas en las regiones del Maule y Bio-Bío.
Otro tema advertido por De la Barrera tras el estudio se vincula a los riesgos existentes en cuanto a los aluviones que podrían ocurrir este invierno (ver artículo publicado en La Tercera). Este riesgo alcanza a una población de 483 mil personas y se concentra más gravemente en la región del Maule, en zonas como Constitución, Empedrado y Cauquenes.
Adicionalmente, otras zonas pobladas en riesgo “por estar localizadas en áreas receptoras de flujos de agua y eventualmente de todo el material que puede desprenderse de terrenos desprovistos de vegetación ante episodios intensos”, son: El Canelo y Las Vertientes en la zona suroriente de la Región Metropolitana; Litueche, Copequén, Coinco, Pichidegua y San Vicente de Tagua-Tagua en el norte de la región de O’Higgins; Alcones, Rinconada de Alcones, Marchigüe, Población, Peralillo y Pumanque en la zona norte de O’Higgins; Hualañé, Licantén, Curepto, Santa Olga en la Región del Maule.
En el documento, IALE-Chile (representante en Chile de International Association for Landscape Ecology) advierte que se debe considerar una serie de factores a la hora de planificar integradamente tras el daño a nivel de ecosistemas:
• Heterogeneidad del paisaje y disturbios
• Vulnerabilidad, resiliencia y sustentabilidad
• La era de la restauración ecológica
• Manejo forestal a multi-escala
• Crecimiento urbano
• Planificación estratégica y bienestar humano
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Violeta Bustos, Dirección de Comunicaciones, vsbustos@uc.cl