Premios Nacionales cerraron el ciclo de seminarios UC con una mirada histórica a 50 años del Golpe
Elizabeth Lira, Rafael Sagredo, Ascanio Cavallo y Sol Serrano, reflexionaron en el último seminario del ciclo organizado por el Centro UC para el Diálogo y la Paz, enfatizando en las razones históricas y condenando las violaciones a los derechos humanos.
Un panel conformado por cuatro Premios Nacionales dio por finalizado el ciclo de seminarios “1973: A 50 años del Golpe de Estado. Lecciones desde el pasado, para hoy y el futuro”, organizados por el Centro UC para el Diálogo y la Paz.
El quinto seminario contó con la participación de Elizabeth Lira, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales; Rafael Sagredo, Premio Nacional de Historia; Ascanio Cavallo, Premio Nacional de Periodismo; y Sol Serrano, Premio Nacional de Historia. Esta instancia se sumó a los otros cuatro seminarios protagonizados por académicos, alumnos UC, rectores de distintas casas de estudios y líderes de opinión.
“Hablar con el otro no es igual a claudicar en los ideales o derechos. El diálogo no se trata de aceptar lo inaceptable, de justificar crímenes, de olvidar, sino que se trata de atreverse a escuchar lo incómodo y abrirse a la posibilidad de que uno tiene visiones y versiones diferentes a lo que uno piensa en el otro”, indicó el rector Ignacio Sánchez y agregó, “La universidad así ha querido abrir sus puertas para quienes deseen ser un aporte a la transformación de la sociedad, a ser una en que el diálogo y la paz tengan una gran calidad”.
“El diálogo no se trata de aceptar lo inaceptable, de justificar crímenes, de olvidar, sino que se trata de atreverse a escuchar lo incómodo y abrirse a la posibilidad de que uno tiene visiones y versiones diferentes a lo que uno piensa en el otro" - rector Ignacio Sánchez.
En total 22 personas de diferentes áreas como el periodismo, la sociología, el derecho, la literatura, la economía, la psicología, la física, entre otras, dialogaron y reflexionaron sobre los 50 años del Golpe de Estado.
“Estos encuentros nos han permitido conversar, escuchar e intentar entender lo que pasó hace 50 años, los factores de largo y corto plazo que incidieron en el quiebre de la democracia en nuestro país, la coyuntura del golpe, los casi 17 años de dictadura y las violaciones a los derechos humanos. El llamado ha sido a buscar lecciones que puedan servirnos hoy, cuando los niveles de polarización se tornan cada vez más agudos y preocupantes, para no caer precisamente en los mismos errores que generaron la profunda crisis política vivida en nuestro país”, dijo Patricio Bernedo, académico del Instituto de Historia UC y director del Centro UC para el Diálogo y la Paz.
Una mirada histórica
La primera intervención la realizó Elizabeth Lira, psicó
loga y Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2017, quien reflexionó desde su trabajo como psicóloga con víctimas de violaciones a los derechos humanos.“Creo que las violaciones a los derechos humanos son expresión de la violencia del Estado. Y aunque su origen es político y social, sus consecuencias son siempre personales y familiares”, enfatizó. Y agregó: “¿Qué y cómo hacer un proceso de reparación social y política? Las respuestas requieren ser construidas escuchando todas las voces, con la humildad necesaria para contribuir a superar el dolor del pasado, proyectar un futuro común que encauce las deudas pendientes y encuentre cómo expresar el compromiso de reparar lo irreparable de manera concreta, como parte de las condiciones de paz social”.
“¿Qué y cómo hacer un proceso de reparación social y política? Las respuestas requieren ser construidas escuchando todas las voces, con la humildad necesaria para contribuir a superar el dolor del pasado, proyectar un futuro común que encauce las deudas pendientes y encuentre cómo expresar el compromiso de reparar lo irreparable de manera concreta, como parte de las condiciones de paz social” - Elizabeth Lira, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales.
Rafael Sagredo, profesor del Instituto de Historia UC y premio Nacional de Historia 2022 fue el segundo panelista, quien hizo un recuento historiográfico respecto del 11 de septiembre de 1973 y la dictadura, enfatizando en la responsabilidad del estado, el autoritarismo, los abusos y la falta de libertad. "Es pertinente usar el 11 de septiembre y el régimen que después comenzó como un antecedente para reflexionar sobre el autoritarismo en Chile, una tarea propia de la historia en tanto esta busca explicar, contribuir al pensamiento crítico y dotar a los individuos de precedentes útiles para empeñarse libremente como ciudadanía, conscientes también de su responsabilidad en la vida nacional”, manifestó.
El autor y académico además destacó que es preciso recordar estos periodos “con su legado del horror y el conflicto participan de la historia nacional, no como excepciones que es preciso olvidar sino como etapas de cada uno de los ciclos que es posible advertir en la trayectoria histórica de Chile y que en el caso de la dictadura de Pinochet abren interrogantes inéditas sobres nosotros mismos algunas dolorosas como cuál es el origen, el precedente, del tipo de violencia del 11 de septiembre de 1973, del ensañamiento, las atrocidades cometidas”.
Otro de los panelistas del seminario que reconstruyó los hechos históricos previos al Golpe de Estado fue Ascanio Cavallo, periodista y premio Nacional de Periodismo 2021, quien además instauró una pregunta sobre los nexos del contexto nacional de 1973 y la actualidad política con proyecciones hacia el futuro.
Cavallo estableció que los sucesos del 11 de septiembre fueron la “culminación de un proceso de deterioro de la convivencia que llevaba por lo menos 10 años previos a la elección de Allende”. El comunicador culminó señalando qué conexiones se pueden hacer del pasado con el hoy: “¿Qué elementos de estos pueden parecerse a lo que nos está ocurriendo ahora mismo, una oposición un poco distinta, que cosa nos está faltando para un panorama menos crispado como el que tenemos por estos días? Habría que mirar un poco más, yo creo que hay algunas preguntas que debemos hacernos a propósito de estos 50 años porque el solo recuerdo me parece un poco penoso y triste más bien”.
"Habría que mirar un poco más, yo creo que hay algunas preguntas que debemos hacernos a propósito de estos 50 años porque el solo recuerdo me parece un poco penoso y triste más bien”- Ascanio Cavallo, premio Nacional de Periodismo 2021
La intervención que cerró este ciclo de seminarios fue la de Sol Serrano, profesora del Instituto de Historia UC y premio Nacional de Ciencias Sociales 2018. La investigadora hizo un recorrido de las fracturas de la historia nacional desde el Chile republicano, empezando su locución con la pregunta: “¿Cuándo empezó el 11 y cuándo terminó el 11?”.
“El 11 parece ser el día más largo de nuestra historia, hoy cerramos este ciclo de seminarios que ha organizado el Centro UC por los 50 años del Golpe, permítanme entonces la osadía de aventurarme porque creo que el 11 no termina de terminar. Hay momentos de la ruptura histórica que hacen las veces de un espejo de nuestro propio tiempo, espejo porque lo que tenemos al frente no es el pasado, lo que vislumbramos suelen ser nuestras propias fracturas aún vivas”, sostuvo Serrano.
“Creo que el 11 no termina de terminar. Hay momentos de la ruptura histórica que hacen las veces de un espejo de nuestro propio tiempo, espejo porque lo que tenemos al frente no es el pasado, lo que vislumbramos suelen ser nuestras propias fracturas aún vivas” - Sol Serrano, premio Nacional de Ciencias Sociales.
Señaló que el Golpe de Estado es la primera ruptura que, a nivel oficial, de la sociedad civil y popular se recuerda con su propia fecha “y es la primera ruptura interna que tiene fecha en nuestros 210 años de historia, vale la pena preguntarse ¿por qué? Ya lo han dicho mis antecesores, es un trauma brutal”.
Finalizando con la importancia del reconocimiento de la universalidad de los derechos humanos y el avance que esto ha tenido: “Creo que se ha generalizado en este aniversario que todo cambio debe hacerse en democracia y que nada justifica la violación a los DD.HH. (…) Se qué hay motivos para el escepticismo, pero aun así creo que la democracia chilena hoy es mucho más sólida que la del 73. El largo 73 seguirá vivo mientras no agotemos todas las vías posibles para saber información sobre el paradero de las víctimas y detenidos desaparecidos”.