Preparan a los primeros perros biodetectores de covid-19 del continente
Clifford y Cailin son capaces de detectar un aroma especial en el sudor de las personas contagiadas con coronavirus, incluso si no presentan ningún síntoma. Se espera que estos animales puedan trabajar en espacios abiertos con grandes multitudes como terminales y aeropuertos.
Detectar pacientes con covid-19 podría convertirse en un proceso mucho más simple. Esto es lo que busca una iniciativa de la Escuela de Veterinaria de la UC por medio de los primeros perros biodetectores de esta enfermedad en el continente americano. Estos animales pueden detectar a una persona contagiada por medio del olfato, en menos de un minuto e incluso si no tienen ningún síntoma.
¿Cómo es posible? Si bien el covid-19 no tiene un olor particular, el sudor de los pacientes contagiados sí tiene un aroma especial que pueden detectar los perros. Estos animales poseen una capacidad olfativa 50 veces superior a la del ser humano gracias a sus más de 200 millones de receptores. Además, utilizan el 40% de su cerebro para procesar cada uno de los olores.
“La universidad ha establecido una serie de protocolos relacionados, por ejemplo, al cuidado animal para que no se vayan a contagiar o contaminar los animales. Hay cero riesgo para las personas, cero riesgo también para los perros”, explica Víctor Cubillos, director de la carrera de Medicina Veterinaria.
El proyecto, realizado en conjunto con el grupo de adiestramiento canino de la Escuela de Especialidades de Carabineros, se basa en el trabajo de cuatro animales con entrenamiento previo para encontrar personas.
“En el mes de abril nos reunimos con la universidad y nos dimos cuenta que era posible materializar este proyecto. Es así que comenzamos a trabajar juntos con nuestra unidad, la que tiene 64 años de experiencia”, dice el coronel Julio Santelices, director de la Escuela de Especialidades de Carabineros.
“En abril nos reunimos con la universidad y nos dimos cuenta que era posible materializar este proyecto. Es así que comenzamos a trabajar juntos con nuestra unidad, la que tiene 64 años de experiencia” - Julio Santelices, coronel y director de la Escuela de Especialidades de Carabineros
De estos cuatro perros, Clifford y Cailin ya han pasado más de 50 pruebas para encontrar personas contagiadas con coronavirus solo con su olfato. Cada uno de ellos tiene una precisión de diagnóstico que supera el 90%.
“Es un proyecto nuevo con covid-19, pero los perros han estado históricamente acompañando a la humanidad en la detección de explosivos, droga, personas perdidas. Los perros pueden detectar cuando una persona pasó por un camino una semana después, o saber si una persona está sumergida a 20 metros de profundidad. Han estado vinculados y relacionados ayudando a la humanidad y, en esta oportunidad, queremos ver si con agentes infecciosos los perros también tienen la misma respuesta”, dice Fernando Mardones, profesor de epidemiología de esta carrera.
¿Cómo se logró el entrenamiento?
Para lograr este entrenamiento, un grupo de profesionales de la Escuela de Veterinaria tomó previamente muestras reales de sudor de pacientes de Punta Arenas y Talca. Alcanzando un total de seis meses de trabajo intensivo, solamente uno de ellos en entrenamiento de los perros.
“Trabajamos con el Hospital Clínico de Magallanes, donde hay una mayor tasa de contagios, y ahí pudimos obtener las primeras muestras. Con estas comenzamos a trabajar el 14 de septiembre para el entrenamiento, y ahora nos encontramos en la última etapa con dos de los perros, que es el ensayo, en el que tenemos que determinar la sensibilidad y especificidad de la prueba final”, comenta Natalia Zimin, investigadora UC de la iniciativa de perros biodetectores de covid-19.
“Trabajamos con el Hospital Clínico de Magallanes, donde hay una mayor tasa de contagios, y ahí pudimos obtener las primeras muestras. Con estas comenzamos a trabajar el 14 de septiembre para el entrenamiento” - Natalia Zimin, investigadora UC
Actualmente, el proyecto es único en América. Solo existen experiencias similares en Francia -donde surgió la idea-, Reino Unido, Finlandia y Emiratos Árabes. Además, los participantes del proyecto chileno se encuentran asesorando a otros países, como es el caso de la policía de Australia y de la comunidad de Barcelona.
Se espera que estos perros puedan trabajar antes de que termine este año en espacios como terminales y aeropuertos, con alto movimiento de personas, para evitar el movimiento de pacientes contagiados entre diferentes puntos dentro y fuera del país.