Primera infancia e inversión para el futuro

Señor director:

A propósito de tantos eventos negativos que hemos vivido en nuestro país como la delincuencia secundaria al micro y narcotráfico, los incendios masivos en la región de Valparaíso y en el sur del país, crisis de seguridad y violencia en las ciudades, un aparente aumento en la tasa de desocupación y una significativa menor matricula y asistencia en el sistema educativo, vuelve a surgir la pregunta de donde está la raíz de estos problemas que aquejan a nuestra sociedad.

Somos un país en que normalmente los costos sociales lo pagan los grupos más vulnerables con menores oportunidades. Incendios como los que vemos en la región de Valparaíso azotan poblados sin redes húmedas, alcantarillado y con zonas de acumulación de basura que alientan estos sucesos. Las zonas donde se aloja hoy el micro y narco tráfico afectan día a día a comunidades que ven como sus hijos son tentados por personas que les pagan por comenzar a ser parte a muy temprana edad de redes de trabajo ilegal. 

Los talentos están distribuidos en toda la población. Es en los primeros seis años de vida donde podemos generar una gran diferencia, con un retorno social que beneficia a toda la sociedad.

Por otro lado, la inasistencia en el sistema educativo promueve tiempo excesivo de ocio que muchas veces es ocupado en prácticas que pueden tender a la delincuencia y que también impiden que esos niños y jóvenes desarrollen sus talentos y capacidades que les permitirán ser hombres y mujeres plenos e íntegros que puedan cumplir sus sueños. Todos estos aspectos nos interpelan a preguntarnos por la manera en que caminamos juntos como sociedad a ser un país que vele por la dignidad en todos sus rincones.

En cuanto al retorno social, la ciencia es clara. Al nacer todos traemos muchas potencialidades por desarrollar, independiente de nuestra procedencia y nivel de ingresos. Los talentos están distribuidos en toda la población. Es en los primeros seis años de vida donde podemos generar una gran diferencia, con un retorno social que beneficia a toda la sociedad. Creemos que Chile debe caminar hacia un sistema donde la infancia y la educación temprana sea una sólida política de Estado, con proyecciones y acciones ininterrumpidas en cuanto a mejorar su calidad y fortalecer el financiamiento para lograr una mayor justicia educativa y social. 

Creemos que Chile debe caminar hacia un sistema donde la infancia y la educación temprana sea una sólida política de Estado, con proyecciones y acciones ininterrumpidas en cuanto a mejorar su calidad y fortalecer el financiamiento para lograr una mayor justicia educativa y social. 

Debiéramos llegar a un consenso en nuestra sociedad parea cautelar que, sin importar el ciclo político o económico que estemos viviendo, siempre la prioridad y políticas en infancia y educación inicial sea lo más importante y prioritario. Este mensaje sería además algo que marcaría una nueva cultura de nuestro país, que hable de una sociedad que realmente puso al centro el cuidado y desarrollo de sus niños. Cada día y semana cuenta cuando hablamos de los primeros años de vida. No nos podemos demorar más.

José Manuel Jaramillo V.  Fundación Choshuenco
Ernesto Treviño V.  Facultad de Educación UC
Ignacio Sánchez D.  Rector, Pontificia Universidad Católica de Chile
Educación Inicial 2030