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Decano Mario Ubilla reflexiona en torno a Bienal de Diseño recién concluida


El profesor de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos hizo una breve reflexión entorno a la 6° Bienal de Diseño, que tuvo como tema central el diseño en alerta. La actividad que tuvo lugar en la Estación Mapocho y fue organizada en conjunto por la UC y la Universidad del Desarrollo. 

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photo_camera Archivo UC

"Cada Bienal de Diseño es una invitación abierta, para que la comunidad observe un recuento de lo último de la producción nacional en las diversas áreas que la disciplina despliega, desde el diseño de la información, la pieza gráfica y bidimensional, hasta el diseño de un objeto o producto, que en su expresión tridimensional supone procesos de ideación y fabricación de alta complejidad, pero que entrega como resultado morfologías atractivas y amables en el uso. 

Nos interesa que se entienda y valore esa presencia evidente; y por ello a veces poco observada, que tiene el diseño en nuestras vidas, en nuestro acontecer cotidiano. Los anteojos que permiten realizar esta lectura, el objeto mueble que acoge al cuerpo mientras se descansa, son elementos pensados como diseños, tan relevantes en su ergonomía, calce y antropometría, como en su forma, materialidad o color. Lo conmovedor de un simple afiche representativo de una historia, lo fascinante de una máquina voladora, pensada desde los principios aerodinámicos, la expresión de deseo incluso, que nos producen ciertos objetos, muchas veces inexplicable si no se apela al gusto, nos advierten de esa presencia siempre próxima a nuestra realidad de todo lo diseñado.

No me refiero necesariamente al aporte de valor que entrega a la producción o a la economía, que también es muy relevante, sino a esa proximidad que desde la condición humana nos hace demandar diseño desde el mismo momento en que necesitamos un ropaje,  para enfrentar el día y protegernos de las condiciones propias de nuestro entorno habitable, o de los eventos extraordinarios que nos depara. Por ello, hemos querido esta vez, dar una temática a la sexta Bienal, bajo el llamado “Diseño en Alerta” y demostrar como nuestro quehacer aporta ante las diversas contingencias que suponen los estados de emergencia, más allá de los continuos terremotos, maremotos y aluviones. 

Un buen diseño puede solucionar con economía de recursos y calidad funcional, problemas como los asociados a la alerta u otros hechos súbitos y de alta complejidad social: la eficiencia e inmediatez en el armado de una estructura, la plegabilidad y el despliegue de módulos o habitáculos confortables y de diáfana espacialidad, lo adosable y adaptable de una superficie para cubrir grietas y continuar el camino, la resistencia de los materiales sumado a su necesaria levedad, el diseño claro y fácil de la información, la parte y el despiece para transportar componentes, o las experiencias que se tienen al seguir procedimientos de resguardo; que también se diseñan en su proceso, incluyendo incluso sonido, son todos conceptos que el diseñador incorpora como fundamentos en todas las dimensiones de su hacer y que en el caso de eventos de gravedad o asociados a la seguridad de la sociedad, se hacen esenciales y distintivos de buen diseño. Estas dimensiones son las que podemos ver incorporadas en los proyectos, prototipos o productos ya industrializados, expuestos en esta muestra.

Son problemáticas para esta reflexión creativa: los accidentes,  las crisis sociales, como las que sufren los refugiados, los problemas referidos a la salud; epidemias, la seguridad en el trabajo o en lo específico las minas antipersonales en las fronteras, y por supuesto los contextos asociados a las catástrofes y desastres naturales tan propios de nuestro Chile. Así, también se manifiesta el objetivo irrenunciable de nuestra disciplina, que es mejorar la calidad de vida de las personas desde la acción proyectual, que no es un mero planteamiento estético ni un fenómeno plástico, tampoco superficial, decorativo u ornamental, sino que trabaja con todas las dimensiones de la percepción y los sentidos humanos. Esta es una condición  ineludible de nuestra profesión, que exige un profundo compromiso con la calidad, definida ésta desde una dimensión ética, que elogia por medio del proyecto a la condición humana. Considerando también al diseño como una profesión de servicio".

 

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Rafael Zanetta B., Dirección de Comunicaciones, rzanetta@uc.cl


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