Publicación aborda múltiples facetas de la historia y cultura coreana

“Estudios coreanos para hispanohablantes. Un acercamiento crítico, comparativo e interdisciplinario”, tal como señala este título de Ediciones UC, es una publicación que contribuye a un conocimiento en mayor profundidad sobre diversos aspectos de la cultura coreana. Su contenido resulta muy valioso tanto para los estudiosos del tema como para quienes se acercan por primera vez a las múltiples dimensiones de esta nación. 

A través de una serie de ensayos abocados mayormente a lo que ha sido el desarrollo de Corea del Sur luego de su independencia de Japón, el libro recorre la historia de este país desde su primera etapa asociada a un mito que derivó en el establecimiento de tres reinos: Goguryeo, Baekje y Silla. Profundiza sobre la instalación de diversas religiones, donde el budismo ha sido la más extendida y explora la influencia de China con el confucianismo y por otro lado, el chamanismo.

Se hace presente en el primer ensayo cómo el budismo se expandió en esta nación a través del espíritu de la civilización y las artes, mientras que el confucianismo ha nutrido más la ética y la política en el mundo oriental. También se consigna cómo en 1614 llegó el catolicismo, religión que tuvo buen recibimiento entre los pobres que buscaban consuelo espiritual. Más adelante, se relata, el protestantismo promovió fin a la poligamia, el alcoholismo y se instaló a nivel de la economía y el desarrollo industrial.

Exportación de la cultura coreana

A lo largo de la publicación, se enfatiza respecto de los cambios que implicó el periodo colonial japonés entre 1910 y 1945, tales como el fin de las libertades religiosas; lo que una vez terminado este periodo derivó en pluralismo. Por otro lado, el texto resulta provechoso para quien desee visitar Corea y busque comprender además de su idioma, su cultura, como dos dimensiones que se conectan.

Es así como en otro de los ensayos se tratan múltiples significados culturales que subyacen en este territorio, por ejemplo, se menciona que los coreanos pueden considerar el elogio como una burla, no son claros para emitir una negativa y hacen algunas preguntas que pueden parecer entrometidas para un extranjero, pero que sólo buscan transmitir un saludo. 

En este sentido “Estudios coreanos para hispanohablantes” promueve el respeto y apertura a la comprensión de Corea al explicar conceptos clave, como la importancia del arroz en su cultura o que no existe género en sus palabras. Sin dejar fuera el contexto, se profundiza a la vez sobre cómo Internet ha contribuido a procesos de transculturización que antes duraban siglos y que hoy se producen al instante. 

Sobre este punto, el texto se adentra en cómo se ha resignificado la literatura latinoamericana en el país coreano y se aborda con especial interés las narraciones cortas locales o los llamados “cuentos hoja”, haciendo alusión a un proceso que se sitúa en el posmodernismo.  

En la misma línea, otro de los ensayos, escrito por la profesora Wonjung Min, describe el fenómeno de ascensión de la cultura pop coreana desde 2001 y cómo se extendió ampliamente, primero a China y luego a múltiples lugares del mundo, como Latinoamérica y Chile en particular. Min analiza cómo el consumo de cine, música pop y dramas televisados fue la puerta de entrada para el auge de las bandas compuestas por hombres atractivos provenientes del país asiático. 

El análisis, tal como en los ensayos anteriores, es desarrollado a la luz del contexto histórico, donde la crisis asiática de 1997 en este caso, es mencionada como factor que derivó en la decisión e exportar cultura coreana como una medida estratégica. Min también constata un punto interesante y es que, es clave considerar que en general el gusto de los fanáticos por productos coreanos no se vincula con una determinada condición social (como afirma Pierre Bordieu en su teoría del habitus), sino que buscan diferenciarse más que identificarse. 

Liberación de Japón

La segunda y tercera parte de esta serie de ensayos marca el año 1945 como el comienzo de la historia contemporánea de Corea tras su liberación de Japón. Se describe a partir de esta distinción, cómo proliferaron los movimientos independentistas y posteriormente, cómo ocurrió la división de las dos coreas, donde las decisiones de las potencias mundiales (EE.UU y la URSS) dividieron a la izquierda y la derecha coreana en una administración fiduciaria donde estaba incluida Inglaterra y China.

Tras un repaso de lo que fue el ataque de Corea del Norte al sur y la guerra de tres años, se realiza un análisis abocado específicamente a la proliferación y desarrollo económico de Corea del Sur, donde se consignan explicaciones sobre la dicotomía entre el mercado y el Estado. 

Los ensayos finales dan cuenta de cómo el desarrollo industrial en este país asiático se convirtió en un ejemplo de liderazgo a nivel de compañías privadas, políticas fiscales conservadoras y tasas de cambio competitivas, sin dejar de mencionar la influencia de haber adherido a la democracia a partir de los 70.

Adicionalmente, se realiza una comparación entre los casos de Corea y la región de Latinoamérica, donde se describe una serie de medidas que pudo contribuir a la diferencia de desarrollo económico en ambos territorios. Se mencionan decisiones económicas estratégicas que derivaron en que, mientras Corea resurgió de las cenizas, Latinoamérica quedó rezagada.

Por otro lado, se analiza la situación de inminente riesgo que presenta el armamento nuclear de Corea del Norte, que quiere ser reconocido precisamente como un Estado nuclear, tal como Pakistán y plantea las implicancias de las múltiples conversaciones multilaterales a la fecha.

Finalmente “Estudios coreanos para hispanohablantes” aborda con profundidad la influencia del mundo literario latinoamericano en Corea, con especial énfasis en la obra de Gabriel García Márquez y César Vallejo. Se explica lo que era la literatura de Corea a fines del siglo XX, considerada del tercer mundo, marginal, debido a condiciones sociopolíticas de contexto, donde se prestaba más atención a las expresiones realistas aun cuando el boom latinoamericano había explotado. 

El libro culmina con un capítulo que plantea la pregunta ¿somos tan diferentes coreanos y latinoamericanos?, donde concluye que las buenas relaciones comerciales entre ambos, no ha generado tanto acercamiento cultural necesariamente. 

Se compara además, que mientras Corea tiene una identidad de pueblo con una estructura familiar fuertemente marcada, Latinoamérica es multicultural y cuenta con un núcleo familiar más bien estrecho. Por otra parte, ambas sociedades son calificadas de machistas y se destaca que pese a lo que los miembros de la cultura occidental podrían imaginar, en Índices de globalización, Corea está bajo algunos países latinoamericanos, sobre todo en el ítem de globalización social.

Es así como a lo largo de todo el contenido que se despliega en esta publicación, se derriban múltiples mitos y creencias que pueden subyacer respecto de la cultura asiática en general por parte de los hispanohablantes. Se llama a la vez, a acercar ambas culturas a través del interés por las significaciones del lenguaje, las costumbres y la historia de esta nación. De esta manera, resulta valioso que al final de cada ensayo, el libro plantee preguntas a modo de cuestionario para evaluar -de forma personal- el aprendizaje obtenido tras una lectura que aborda temas tan amplios y diversos.

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INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Violeta Bustos Vaccia, periodista, vsbustos@uc.cl