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Reconocida chelista israelí cierra encuentro internacional de música, arte e historia


Este lunes la iglesia San Sebastián de Panguipulli vivirá la jornada final del V ciclo Música en las Misiones, ocasión en que iglesias de Los Ríos, que albergaron misiones desde el siglo XVII, reciben a músicos de todo el mundo, al tiempo que se despliega un mercado de artesanos y productores locales. El último concierto contará con una de las intérpretes de Bach en chelo, más reconocidas a nivel internacional, Inbal Segev, quien comenzó a tocar este instrumento a los cinco años. Además, se presentará Casiopea Quinteto.

Musica en las Misiones 2019 llega a su fin. Tras dos exitosas jornadas de conciertos en iglesias que albergaron misiones desde el siglo XVII, Purulón y Quinchilca, el 4 de febrero es el turno del templo San Sebastián de Panguipulli. Esta será la última de una serie de veladas que reúnen a la música, el arte y la historia. En esta ocasión, se presentará la reconocida chelista israelí, Inbal Segev, quien ha sido destacada por su interpretación de las suites de Bach en el mundo entero.

Segev comenzó a tocar este instrumento desde los cinco años y debutó a los 17 en las orquestas filarmónicas de Berlín e Israel. La chelista, quien estudio en las prestigiosas instituciones de Julliard School y Yale University, ha sido reconocida por darle vida a una obra de más de 300 años de antigüedad, que cuenta con muy pocas anotaciones sobre la interpretación de su ritmo.

Hoy, Segev toca un chelo que data de 1673 y protagoniza diversos conciertos en países de todo el mundo. Sobre la visita de la artista, la académica de la Universidad Católica y organizadora de este encuentro, María José Vial, señaló que marca un hito que representa el desarrollo que ha tenido el encuentro “Música en las Misiones”. “Estamos felices de que músicos de tanta calidad y talento sean parte de nuestro programa”.

Vial recalcó que esta visita también está enmarcada en un proyecto mayor de la Corporación de Adelanto Amigos de Panguipulli, el programa Vive la Música, que forma a niños y jóvenes de manera integral con énfasis en la música y que actualmente contempla a más de 1.500 estudiantes en Panguipulli, que van de los dos meses a 22 años. Segev también se presentará el 6 de febrero, a las 19.30 horas, en la playa de Choshuenco junto a la orquesta Entre Montañas, del mismo programa.

Desde la Corporación, Patricio Cerda, encargado de la Casona Cultural de Panguipulli, manifestó que el proyecto Música en las Misiones busca “poner en valor el patrimonio cultural de la región. Este año participaron músicos de todo el mundo. En la primera etapa, en Purulón, estuvieron presentes intérpretes del Global Leaders Program (YOA, EEUU) desde Perú, Bolivia, Turquía y México, entre otros países. Esto permitió enriquecer el proceso formativo de los niños del programa Vive la Música, quienes participan en campamentos de formación integral”. Actualmente, este programa cuenta con los siguientes conjuntos musicales: Entre Montañas (Neltume), Orquesta Sinfónica de Panguipulli y la Banda Sinfónica de la misma ciudad.

La comunidad de la región y zonas aledañas tiene la oportunidad de asistir de manera gratuita a todos los eventos de Música en Las Misiones junto a un mercado de artesanos. La actividad, inédita en el país, invita también a descubrir y conocer estos lugares que se transformaron en espacios de confluencia e interculturalidad entre indígenas, misioneros y colonos desde la llegada del español a estas tierras.

Programa Musical

Febrero 4

Iglesia San Sebastián – Panguipulli.

Chelista Inbal Segev – Israel USA.

Casiopea Quinteto – Valparaíso Panguipulli. Sofía Capraro, Camila Riadi, Raúl Provoste, Valeria Fredes, Francisca Latorre.

Historia

La red de misiones instaladas desde el siglo XVII en territorio mapuche buscaba la conversión de los indígenas a la fe católica. Tras arduas negociaciones acordadas con lonkos de cada zona, misioneros jesuitas, franciscanos y capuchinos lograron erigir a través del tiempo la Misión de La Araucanía.

Esta fue la estrategia evangelizadora impulsada por la Corona española y luego por la República de Chile para un territorio particular dentro de Chile, determinado fundamentalmente por la resistencia mapuche a la conquista. Una Misión bien establecida se componía de casa e iglesia misional, escuela e internado, huerta, establo y cementerio. Se situaban en espacios donde se concentraba mayormente la población originaria, cercana a las principales vías de comunicación como valles y ríos, en la lógica de cubrir y penetrar el territorio mapuche desde la costa hacia el interior precordillerano.

La llamada Misión de la Araucanía abarcaba el territorio que iba entre los poblados de Padre Las Casas por el norte y Rahue por el sur. Si bien su función original fue estrictamente religiosa, con el tiempo esta se convirtió asimismo en un espacio de encuentro intercultural único, entre el misionero y el mapuche, con sus propias dinámicas sociales, complejas por su riqueza, muchas veces controvertidas y en constante evolución.

Misión de San Sebastián de Panguipulli.

La Misión de San Sebastián fue fundada en 1903 por el capuchino bávaro Sigifredo S. de Fraunhäusel en territorio huilliche. Este construyó el templo y la escuela misional para estudiantes mapuche y chilenos. En 1907 se desarrolló en las inmediaciones de la misión el gran Parlamento de Coz-Coz, que reunió a miles de indígenas de la zona y al misionero para acordar una estrategia de defensa contra los abusos y atropellos cometidos por los colonos contra la propiedad indígena. La magnífica iglesia fue diseñada y levantada en 1947 por el misionero bávaro Bernabé de Lucerna tras el incendio de la original.


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