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Rector sobre reforma a la educación superior: “Dejará un sistema sobrecontrolado, con poca autonomía y con problemas serios de financiamiento”


Así lo señaló la autoridad en una entrevista que reproduce el medio digital El Líbero.  

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photo_camera Archivo UC

La reforma del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet a la educación superior, la despenalización del aborto en tres causales, creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología y la promoción de un fondo de donaciones o “endowment”, son cuatro de los temas que copan la agenda del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, y que fueron parte de su cuenta de rectoría entregada el viernes.

En conversación con “El Líbero”, Sánchez aborda en profundidad estos asuntos y fija la postura de su casa de estudios frente a ellos.

¿Cuál es su opinión del proyecto de educación superior que se discute en el Congreso?

– Me parece poco responsable lo que ha pasado en el Parlamento, en el sentido de que no se entiende que un proyecto de reforma que ha estado congelado casi un año por distintos motivos, y porque no se llevaban las modificaciones sustitutivas, de repente viene una fiebre de apuro y los parlamentarios dan este espectáculo lamentable de trabajar 23 horas seguidas en que casi piensan que es una gracia que la población tiene que aplaudir, y creo que se debe rechazar fuertemente una irresponsabilidad de este tipo. Lo digo porque obviamente que en cualquier análisis científico se demuestra que después de tantas horas de trabajo la posibilidad de error de cometer faltas aumenta mucho. He hecho un cálculo que 260 indicaciones se sacaron en 23 horas, significa que cada indicación la pudieron analizar por cinco minutos. Y como son más de 10 los miembros de la comisión, pudieron opinar algunos segundos. Obviamente muchas de las cosas se aprobaron sin la reflexión necesaria. Ahora, ¿cuándo vamos a tener el impacto de eso? Cuando nos demos cuenta de los errores que han cometido. Ya en la reforma tributaria se han visto varios errores en que unos se reconocen y otros no. Entonces, eso es muy irresponsable. ¿Cuál es la razón para este apuro? Probablemente por razones políticas, por la mayoría transitoria.

¿Qué falencias le ve a este proyecto?

– Creo que tiene cinco falencias muy claras. Parte diciendo que valora la provisión mixta de la educación y al poco andar nos quedamos con una mirada estatal prácticamente pura. El gobierno ha mandado una ley  de fortalecimiento solo para las universidades estatales. Segundo aspecto negativo, la sobrerregulación. Hay tres instituciones, la superintendencia, subsecretaría y agencia de calidad, que están absolutamente sobredimensionadas. Una subsecretaría se hará cargo del proceso de admisión, y que tiene la posibilidad de subir o bajar los cupos, cambiar los indicadores. Eso es completamente inapropiado. El sistema de admisión que hoy maneja el Consejo de Rectores, y que estamos tratando de mejorar, lo toma una subsecretaría, que es un organismo relacionado al Estado y que está sometido a los apuros y presiones del Estado. Eso es muy negativo. Cuarto impacto, lo ha dicho la misma CNA, se propone poner representantes externos que tienen que ver con decisiones políticas, y la CNA debe tener personas que manejen el tema calidad, no importa de qué partido político sean. Dentro de la sobrerregulación, la superintendencia, que todos sabemos que se necesita, se requiere que no colisione con otros niveles, y esta tiene muchas cosas extra que van afectando el tema de la calidad. Una superintendencia que se dedique a controlar la parte económica, los traspasos, la transparencia, la transferencia, los análisis financieros y la información está perfecto, pero no se debe meter en elementos académicos. La falta de valoración de lo público, más allá de lo estatal, la sobrerregulación con estos tres ejemplos son dos aspectos muy fundamentales.  El tercer aspecto fundamental es la falta de valoración de las universidades regionales y del sistema de educación técnico-profesional. Esperábamos que esta ley viniera con un incremento muy importante en el aporte de las universidades regionales, y las mismas  universidades regionales del estado o no del estado, se han quejado de que esta ley no viene con ningún apoyo específico. El cuarto punto es la falta de estímulo a la ciencia y el desarrollo. No hay mención de eso, y por último el tema del financiamiento. El financiamiento institucional y estudiantil no está claro. Hay una política de gratuidad que no necesariamente mejora la calidad sino que la subfinancia, y hay un número importante de instituciones que están poniendo déficit de recursos para estar en gratuidad. Hay una política de gratuidad que se dice que aumentará de acuerdo al crecimiento del país, pero esta comisión ha aprobado ciertos techos y limites superiores para los estudiantes que no están en gratuidad. Cómo los parlamentarios pueden saber si esa restricción de valores influirá o no respecto de la calidad del proyecto educativo que entregan las instituciones. Eso es extraordinariamente grave. La ministra preguntaba por qué bajará la calidad. Bueno, debo decir que en nuestra universidad  reinvertimos absolutamente todo excedente que exista para tener un proyecto de mayor calidad. Si usted pone menos recursos, lo primero que se dañará es el número de profesores, la infraestructura, las salas de clase, etcétera.

 ¿Cuánto déficit le ha generado la gratuidad?

– Llevamos dos años de participación en la gratuidad y el déficit anual es de cerca de $1.800 millones, y si aumenta el número de estudiantes porque se suba el umbral del 50% al 60%, el déficit de gratuidad puede subir a $2 mil – $2.200 millones anuales. Hemos estado insistiendo mucho para que eso se corrija. Hemos conocido propuestas del Mineduc que al parecer estarían siendo aprobados por Hacienda y la Contraloría para algo que pedimos hace tiempo, que las universidades que tienen más calidad en investigación con plantas académicas más complejas puedan tener un cierto bono extra en la gratuidad, que se les remunere más ampliamente. Eso al parecer podría ser recogido. No hemos conocido el detalle.

¿Cuáles son los beneficios y perjuicios de la gratuidad para la UC?

– El beneficio es que tenemos 4.200 estudiantes con gratuidad financiada por el estado, y 2 mil estudiantes más que tienen gratuidad por becas de la universidad. En resumen, nuestra universidad tiene el 24% de alumnos con gratuidad. El beneficio evidente es que nosotros le damos una oportunidad de acceso, inclusión, rompemos barreras de acceso para esos estudiantes.

 ¿Y eso mismo no se puede lograr con becas?

– Lo podemos lograr con becas 100%. Pero lo que logramos con la gratuidad es que esos estudiantes tengan la seguridad que no tendrán ningún cobro extra y que pueden estar inmersos en esta política. Al entrar en gratuidad logramos también tener acceso a una discusión pública del tema, porque si no tendríamos una interlocución mas compleja porque con justa razón nos podrían decir “bueno, ustedes no están en la gratuidad”. Queremos tener esta interlocución porque hay que mejorarla mucho. En los últimos años hemos sido muy críticos de la política de gratuidad. Cuando uno es muy crítico, es bastante frustrante si la ministra nos contesta “bueno, si la gratuidad es voluntaria”. No se trata de eso. Lo que queremos es tener un sentido país. Estamos en esto voluntariamente para que la política sea mejor y no peor. Si ingresamos es para que todo el sistema mejore, que a través de nuestro aporte se mejore.

 ¿La UC va a seguir en la gratuidad?

– Sí, claro. Vamos a seguir con la gratuidad. Lo más probable que este año también sea por glosa. Sería muy raro que la gratuidad vaya a ser por ley cuando estamos a principios de julio y el presupuesto se presenta a principios de septiembre.

 ¿Cómo le impacta el millonario déficit que le deja la gratuidad?

– Este año nos impactó fuertemente. Para no dañar políticas estudiantiles de beneficios, lo que hicimos fue retrasar ciertos proyectos de infraestructura, crecimiento y desarrollo. En una institución como la nuestra uno puede adaptar inversiones, disminuir proyecciones de crecimiento sin que cambie la calidad, pero lo que no puede hacer es que todos los años el déficit se mantenga, porque cuando se repite entonces empiezan a haber problemas de calidad.

 ¿Si sigue el déficit por gratuidad la UC deberá salir?

– No, creo vamos a evaluar cada año. La idea sería pensar en nuestros estudiantes. Si  sigue el déficit vamos a seguir levantando la voz para que el gobierno o el próximo gobierno entienda que la política de gratuidad no puede traer acompañado una disminución en calidad. Gratuidad tiene que ser con equidad y gratuidad. La misma Presidenta ha dicho de qué nos sirve una política de gratuidad que nos deje un sistema de educación superior más malo.

 ¿Qué daño a la autonomía genera la gratuidad, como ha denunciado Ud. y el rector Vivaldi de la U. de Chile?

-El daño a la autonomía claramente existe cuando una Subsecretaría toma el sistema de admisión a las universidades. Eso daña a la autonomía porque la admisión debe depender de las propias instituciones, y si se lo quita y se lo pasa a otra organización hay una injerencia externa en la que no tienes control. Eso es un daño muy importante a la autonomía. Otro daño puede ser cuando en una institución se nombran personas externas con criterios políticos. Estoy de acuerdo con que toda institución universitaria tenga miembros externos. Ahora, lo que no estoy de acuerdo es que el nombramiento de esos miembros sean con carácter político. Creo que las instituciones universitarias deben tener miradas externas, los ex alumnos,  los directivos externos, es importante que den muestra de probidad y transparencia. En el extranjero se hace así, pero los criterios de nombramientos están lejos de ser políticos y eso es lo que hay que asegurar en esta ley.

 ¿Qué sistema universitario dejará este proyecto de ley como quiere el gobierno?

– Creo que esta legislación así como va dejará un sistema universitario sobrecontrolado, con poca autonomía de las instituciones y con problemas serios de financiamiento. Quiero ser optimista y responderle que no pienso que esto vaya  a ser lo que se apruebe porque sería muy perjudicial. Pienso que con todas las deficiencias que ha demostrado el Parlamento la sensatez fuera de esta comisión de educación o dentro del Senado tendrá que venir, porque no me parece que lo que está pasando es lo que va a ocurrir. Tiene que haber un cambio de giro y que temas de calidad y mayor seriedad en la toma de decisiones se impongan.


Uno de los aspectos más complejos de la ley es que la objeción de conciencia sea sólo para los médicos y no para el resto del equipo.

– Creo que eso es discriminatorio porque me parece que no solamente el médico que hace el procedimiento, sino el anestesiólogo, que es médico, el arsenalero, tienen que tener la posibilidad de objetar por conciencia. No podríamos pensar en una cosa tan discriminatoria. Me parece que eso tiene que cambiar y que no hay razón válida para que se deje solo al médico tratante.

¿Cuál es su opinión sobre el proyecto de despenalización del aborto?

– Siempre he estado en desacuerdo con este proyecto. Tenemos una postura de defensa de la vida y no de eliminar seres inocentes. Obviamente, hay un acompañamiento a una madre que está sufriendo por una enfermad grave o inviabilidad del niño al nacer, porque sufrió un ataque brutal como una violación, y nuestra primera mirada es hacia la madre, pero uno no puede tener una respuesta que afecte un ser inocente. Eso me parece que es completamente injusto. Junto con la objeción de conciencia de todas las personas tenemos que respetar el ideario de las instituciones. Soy enfático que en nuestras instituciones no vamos a hacer abortos, no vamos a contratar médicos que estén disponibles para el aborto.  Aquí los médicos han reiterado que serán objetores de conciencia.


¿Le han hecho llegar esta preocupación del aborto al Papa Francisco?

– No directamente en una carta al Papa. Lo hemos hecho públicamente. Estamos en sintonía con la iglesia, obviamente que la Santa Sede tiene información a través de la Nunciatura, donde se sabe muy claramente cuál es la postura de la universidad. No le cabe duda a nadie. Si el Papa Francisco viene en enero tenemos que ver en qué situación está el proyecto de ley.

¿Le gustaría que hubiera un pronunciamiento del Papa en su visita a Chile?

– No. Creo que cuando venga lo mencionará, pero el Papa se ha referido en múltiples oportunidades contra el aborto. En su encíclica “laudatio si”, uno de los elementos que destaca es evitar la postura  del descarte, y dice claramente que esa postura incluye los seres indefensos sometidos a aborto.


 INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Entrevista El Líbero, periodista Uziel Gómez.


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