Rector explica la definición de la Universidad sobre la propuesta de gratuidad 2016
En una columna al matutino El Mercurio, Ignacio Sánchez relevó, entre otras cosas, la decisión del Honorable Consejo Superior de la Universidad Católica de adherir a la gratuidad en la Educación Superior para el próximo año que propone la Reforma Educacional.
photo_camera Archivo UC
Falta poco para que venza el plazo para que las instituciones de Educación Superior (ES) respondan respecto de su adhesión al proyecto de gratuidad 2016. "Esta es una decisión compleja si consideramos tanto el rol fundamental que desempeña la educación en el desarrollo de las personas y en el crecimiento sustentable del país, como la necesidad de las instituciones de establecer compromisos con mayor información y un horizonte superior a un año", escribió el rector Ignacio Sánchez en una columna de opinión publicada por El Mercurio el pasado sábado.
Desde el anuncio de la gratuidad ha existido un amplio y sostenido debate sobre las condiciones y los efectos de su implementación. En pocos meses se han presentado propuestas diversas, que han generado altas expectativas en los jóvenes y sus familias. Así, "debido a la envergadura del proyecto y su trascendencia, lamentamos que su inicio haya sido definido a través de la discusión de una glosa presupuestaria y no a través de un proyecto de ley que aborde de manera integral los temas de calidad, regulación y financiamiento de la ES", continuó la máxima autoridad de la Universidad Católica.
El fallo del TC y sus efectos
El reciente fallo del Tribunal Constitucional implica que el gobierno deberá realizar las modificaciones requeridas para permitir la implementación de esta política de gratuidad. Es por ello que en este escenario de cambios, la opinión permanente de la UC ha sido que la propuesta discrimina a los estudiantes elegibles para este beneficio y que la prioridad debía estar en la calidad, con equidad de los proyectos educativos.
Por ende, "respecto del primer diseño, sostuvimos que sus condiciones atentaban contra la autonomía de las instituciones -al obligar a un tipo de gobierno universitario- que limitaba su crecimiento -al determinar cuotas al respecto-, y que estas medidas debilitaban la calidad de los proyectos. Del mismo modo, nos mostramos preocupados por el desfinanciamiento que aún afecta a un número significativo de entidades, producto del incumplimiento del compromiso de conservar el presupuesto de cada universidad".
"Reconocemos de parte del Ministerio (de Educación) la acogida que ha efectuado a parte importante de las críticas expresadas al proyecto original. Entre los cambios destacamos aquellos referidos a la autonomía, al dar la opción a formas variadas de gobierno universitario que aseguren la diversidad del sistema de ES y la validación del crecimiento de las universidades conforme a sus planes de desarrollo. En cuanto a las demandas en la brecha presupuestaria se ha avanzado sólo de manera parcial, pues se requieren mayores pasos orientados a corregir este factor con miras a resguardar la calidad de cada institución. Lamentamos, eso sí, que aún sigan postergados los estudiantes de la educación técnico-profesional en relación a sus reales necesidades", aseveró Ignacio Sánchez.
En el caso de la UC, son cerca de cuatro mil los estudiantes elegibles para recibir la gratuidad. Dar respuesta a sus preocupaciones y las de sus familias es una gran responsabilidad. Por eso, la Universidad ha participado activamente desde sus comienzos en el debate, a fin de perfeccionar las propuestas.
En este sentido, la autoridad universitaria reiteró "que la diversidad de los proyectos educativos que se ha desarrollado en nuestro país ha sido vital en la generación de la calidad del actual sistema universitario. Insistimos en que lo fundamental es respetar la autonomía y la libertad académica para el desarrollo del sistema de ES. Asegurado ello, los recursos públicos deben orientarse a permitir que la gratuidad facilite el acceso a la formación de los jóvenes más vulnerables en un ambiente que garantice calidad".
De acuerdo a lo informado previamente, la decisión final de ingreso de la UC al sistema de gratuidad 2016 correspondió al Consejo Superior (CS). En su sesión ordinaria del viernes 18 de diciembre, este determinó por amplia mayoría sumar a la Universidad a la iniciativa, considerando las adaptaciones y los cambios que ha tenido y requerirá el proyecto y en especial la responsabilidad que la UC tiene como universidad de rol público con sus estudiantes, sus familias y el país. En esta sesión también el CS acordó otorgar un voto de confianza unánime al rector respecto de futuras decisiones relativas a la glosa presupuestaria 2016.
Por último, Ignacio Sánchez profundizó que: "nuestro objetivo es ampliar las oportunidades y fortalecer la inclusión de los alumnos talentosos que existan a lo largo de Chile. Es por esto que la UC participará del sistema de gratuidad propuesto, de su continuo perfeccionamiento y de la amplia discusión de la futura ley de Educación Superior. Es un desafío que nos compromete a generar propuestas que contribuyan a asegurar una educación de calidad que responda al papel fundamental de la educación a nivel del desarrollo de las personas y de Chile"
