"El norte es tener una universidad que sea más abierta e inclusiva en temas de mujer"
Ignacio Sánchez aborda resultados del trabajo que despertó el movimiento feminista en el plantel, en una entrevista publicada este 16 de diciembre, en El Mercurio. Entre otros temas, afirma que en 2019 se espera avanzar hacia una Dirección de Equidad de Género en la UC, que se preocuparía de la promoción académica de la mujer, situaciones de acoso y abusos.
Al cierre del año en que el movimiento feminista marcó a la Universidad Católica su rector, Ignacio Sánchez, enfatiza convencido que “el diálogo habría existido con o sin la toma”. Alude a la ocupación de la Casa Central por unas 200 alumnas, en la madrugada del 25 de mayo, acción que se extendió por tres días, en medio de intensas gestiones por hallar una salida, sin recurrir al desalojo con la fuerza pública.
Ahora, cuando mira los resultados de seis de las siete mesas que se constituyeron para abordar las demandas, remarca que los acuerdos reflejan que había voluntad de dialogar tanto en las autoridades como en las alumnas del Movimiento Autónomo Feminista Interseccional (MAFI).
Algunas de esas mismas jóvenes, que antes le hablaron con una capucha, se sentaron a conversar con representantes de la rectoría para buscar acuerdos sobre: Protocolos en casos de violencia y acoso sexual (mesa 1); Estrategias de prevención (mesa 2); Educación feminista (mesa 3); Beneficios para padres y madres universitarios (mesa 4); Inclusión y diversidad (mesa 5); Situación de trabajadores de empresas externas (mesa 6); y Ley de aborto en tres causales (mesa 7). Esta última fue la única que no logró conformarse porque tocaba un intransable para la UC, que es la objeción de conciencia (ver recuadro).
Fueron seis meses y 80 personas participando hasta lograr consensos que hoy son públicos en el sitio de Transparencia UC (uctransparente.uc.cl)
¿Todos los acuerdos son vinculantes? “No, porque algunos tienen que pasar por el Consejo Superior”, explica el rector Sánchez. La mesa hace las propuestas y las recibe la autoridad, pero varias, como incorporar temas de equidad en bibliografía, evaluaciones y fondos concursables, tendrán que contar con la aprobación del Consejo Superior de la UC, que las verá durante el primer semestre de 2019. Otras, en cambio, que no requieren ese paso, ya están en marcha, como los protocolos de denuncias ante abusos y acosos sexuales o los de infraestructura, como baños inclusivos.
“Un grito de molestia”
El rector dice que, aunque un pequeño grupo disidente exigía el desalojo, su reacción ante la ocupación de la Casa Central consideró el contexto. “A mí me parece que esa toma reflejó varias cosas: primero, un movimiento dentro de la UC que reflejaba el movimiento nacional e internacional de un clamor, de un grito de molestia por situaciones de falta de equidad, de falta de oportunidades, de falta de respeto, de subvaloración de la mujer durante tantos años en nuestra sociedad”.
En el sistema universitario, agrega, “aparecieron con mucha fuerza todas las denuncias de abusos, acosos en contextos sexuales, mucho de lo que había estado escondido o medio sumergido, situaciones denunciadas en que no se había dado el adecuado manejo”.
Dar continuidad
El trabajo que despertó el movimiento feminista en el plantel, al que siguió una comisión de profesoras, necesita de un seguimiento y continuidad, observa el rector Sánchez. Por eso, plantea que en 2019 espera “avanzar hacia una Dirección de Equidad de Género en la UC”, una nueva unidad que dependería de la Vicerrectoría Académica. “Para solucionar estos temas no podemos saltar de comisión en comisión. No quiero que en tres años más haya otra comisión para solucionar temas de la mujer en la UC”, enfatiza Sánchez.
Según describe, la futura Dirección de Equidad de Género debiera, en un plazo de dos o tres años, abordar temas como: promoción académica de la mujer; incorporación de más mujeres en distintas facultades y en sus directivas; el desarrollo al interior de la universidad de profesionales y administrativas; y las situaciones de acoso y abusos, que espera vayan disminuyendo.
El rector de la UC plantea que las temáticas que se tratan hoy día tienen que formar parte de un proyecto con un norte: “Y el norte es tener mayor porcentaje de mujeres, de decanas, tener una universidad que sea más abierta e inclusiva en temas de mujer, tener un marco de respeto asegurado para que la mujer se desarrolle en la universidad”.
No se trata de “ideología de género”, recalca, sino de “equidad de género”, es decir, “que hombres y mujeres las mismas oportunidades para que sociedad, en este caso una universidad se desarrolle de manera más amplia y diversa”.
Estudiantes trans: “Es una situación que ocurre y tenemos que tener acogida”
Uno de los acuerdos, en la mesa 5, de Inclusión y Diversidad, determinó identificar por su "nombre social" a estudiantes trans, eliminando la identificación por género en formularios de salud y otros, además de crear baños neutros. “Tenemos en los registros 16 estudiantes trans en una población de más de veinte mil universitarios. Es una situación que ocurre y tenemos que tener apertura, acogida", dice el rector.
—¿ No es ir un poco más allá como institución?, porque la Iglesia Católica, en general, no ha tenido esa acogida con los “trans”...
—La Iglesia somos todos los católicos y la Iglesia tiene que ir renovándose en cada uno de sus ámbitos. Y a mí me parece que la universidad es un lugar donde estas temáticas, porque hay mayor conocimiento, porque hay mayor comprensión de distintas situaciones, tiene que dar un ejemplo y tiene que ser un faro de iluminación hacia otros sectores de la Iglesia. Nuestra red de Salud atiende una población de adolescentes y adultos trans muy importante; hay un enfoque interdisciplinario y sabemos los apoyos que necesitan ellos y sus familiares. Eso nos hace ser muy sensibles al tema.
—¿ Ha hablado con ellos en la UC? ¿ Se sienten acogidos o discriminados?
—Quienes tienen la condición se sienten acogidos. Las personas que lideran movimientos en pro de esas causas a veces levantan más banderas que quienes tienen esa condición. He conversado con estudiantes trans que están agradecidos por tener las facilidades que la universidad les da. Y les hemos dicho que si hay situaciones que afecten su mejor desarrollo lo hagan saber.
La única mesa de discusión que no se constituyó: aborto en tres causales
La mesa 7 debía abordar la demanda del movimiento feminista sobre la ley de aborto y sus tres causales, pero no logró constituirse. Las alumnas pretendían que se retirase la objeción de conciencia y se dieran las prestaciones en la Red de Salud UC.
“No vetamos ningún tema”, dice el rector Sánchez. Y añade que pensaron desarrollar esa mesa para explicar la mirada institucional y para escuchar los argumentos del movimiento feminista. "Hicimos los esfuerzos, pero no se integraron. No hubo representantes de ellas y no se pudo constituir la mesa. Ellas pensaron que si no dan la seguridad de que eso no va a cambiar, para qué vamos a conversar”, señala.
Cuenta que esa discusión interna se hizo hace dos o tres años y ahora eran alumnas nuevas. "Queríamos explicarles que una institución, a través de su ideario institucional, tiene todo el derecho a plantear una objeción institucional”, dice Sánchez.
Y enfatiza que en la UC "la única situación en que se practica (una intervención) es cuando está en riesgo la vida de la madre: es decir, si hoy llega una madre con anemia aguda, por un autointento de aborto, ella va a entrar a pabellón y se va a terminar ese proceso y se salvará su vida”.