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Revelan las claves del buen dormir tras Día Mundial del Sueño


Dormir ocho horas diarias no es garantía para comenzar un día reparador, aseguró Patricia Masalán, enfermera UC y miembro del Centro del Sueño luego de la conmemoración de esta jornada internacional. Estudiantes de la universidad fueron encuestados sobre sus hábitos al respecto.

Cada año, el tercer viernes de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño. La UC conmemoró esta jornada en una iniciativa liderada por la Escuela de Enfermería y Campus Saludable, ocasión en que se dio a conocer la importancia de la calidad del sueño. Actualmente, se estima que 45% de la población mundial tiene problemas para dormir bien.

Esta jornada fue creada por la Asociación Mundial para la Medicina del Sueño y busca concientizar sobre la importancia de este hábito que resulta tan vital como comer, explicó Patricia Masalán, académica de Enfermería UC y miembro del Centro del Sueño. El encuentro se desarrolló en el campus San Joaquín y contó con actividades como clases de automasaje al aire libre, realización de test a los estudiantes y una clase magistral dictada por Masalán, llamada “Dormir bien, vivir mejor”.  

La académica, terapeuta en hipnosis y experta en tratamiento cognitivo conductual del sueño, explicó que parte de los objetivos de esta conmemoración fue evaluar la calidad de sueño de los alumnos y dar indicaciones de buena higiene del sueño, añadió que próximamente se darán a conocer resultados al respecto.

 ¿Duermo bien?

 Masalán aseguró que pese a la masificada creencia respecto de que hace falta dormir ocho horas diarias para tener un sueño reparador, en realidad no es el único requisito y tampoco se puede extender a toda la población.

En general, aclaró, se considera que “dormir entre 7 y 8 horas diarias es un promedio, pero existen dormidores cortos y largos. Los primeros son aquellos que duermen menos de siete horas, pero con un mínimo de cuatro horas y el dormidor largo es aquel que requiere más de ocho horas para amanecer reparado, sin embargo no deberían dormir más 11 horas diarias”.

Por otro lado, señaló, existe una serie de indicadores que dan cuenta de la calidad del sueño además de la cantidad de horas dormidas. “Por ejemplo, hay que preguntarse si estás satisfecho con esas horas, cómo calificas tu sueño; cuánto tiempo te demoras en quedarte dormido, ya que si es más de 30 minutos es un problema; cuántos despertares nocturnos tienes y cuánto te demoras en volver a dormir; cómo amaneciste (cansado, descansado o más o menos) y también si padeces de somnolencia diurna, es decir, tener sueño en horarios no habituales”.

La académica manifestó que si bien, los últimos 60 años ha habido avances en estudios sobre el sueño, recién se está empezando a valorar en términos de cómo influye en rendimiento y salud. Agregó que incluso se puede relacionar con cáncer, obesidad y alteraciones metabólicas. “Si mejoramos la calidad del sueño habrá gente más sana”, concluyó Masalán.

 

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Violeta Bustos, periodista, vsbustos@uc.cl


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