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Superando retos: La historia de la novata de Odontología UC Hillary Gallardo


Con una discapacidad auditiva, la estudiante ha logrado ir adaptándose a la vida universitaria gracias al apoyo del PIANE UC, la encargada de asuntos estudiantiles de su carrera, sus compañeros y compañeras. Su trayecto a la educación superior ha estado marcado por el esfuerzo, la resiliencia y la adaptación.

Hillary Gallardo en los patios del Campus San Joaquín.

photo_camera Hillary Gallardo no se cansa de soñar. Su desafío más grande es tener su propia clínica odontológica. Y desde este año, ya puso el primer grano de arena para hacerlo realidad. Para la novata, a pesar de su complejo recorrido, no hay nada a lo que no pueda hacerle frente.

En marzo de este año, una de las metas de Hillary Gallardo comenzó a concretarse. Tomó la decisión mientras realizaba su práctica de una carrera técnica: quería ingresar a estudiar Odontología en la UC. Pero el camino de Hillary para lograr llegar al campus San Joaquín UC fue distinto al de muchos y muchas jóvenes.

Entre valles situados frente a las altas cumbres de la cordillera de Los Andes, en región de Coquimbo, Gallardo vivió sus primeros años, específicamente en Chillepín, un pueblo perteneciente a la comuna de Salamanca.

A medida que crecía, sus padres comenzaron a preocuparse, ya que su hija no lograba identificar sonidos. Así, las sospechas de sus progenitores confirmaron un diagnóstico que ya se presagiaba: sordera bilateral profunda. Con dos años, Gallardo no podía oír nada y necesitaba las herramientas para enfrentar la vida en una sociedad en que la inclusión todavía es escasa. 

“Fue un cambio de vida muy dura para mi familia, y sobre todo para mi hermano mayor que tenía 13 años. Aun así, él lo vio como una oportunidad para su vida y agradezco que no me culpara de tener que dejar al resto de la familia y su vida en el campo”, cuenta la novata de Odontología, agregando que “acá en Santiago hasta hoy estamos solos sin ningún familiar cerca”, cuenta. 
 

Actualmente, la novata está en nivelación de ramos y, gracias a las tutorías, intérpretes y profesores, considera que ha podido avanzar. A eso, Hillary Gallardo agradece la buena recepción en la facultad, junto a la de sus compañeros y compañeras, destacando la actitud de la Comunidad UC.


El periplo por colegios

Uno de los primeros desafíos que enfrentó la que hoy es estudiante de primer año de Odontología UC fue encontrar un colegio que la pudiese ayudar a desarrollarse en el contexto de su sordera. Así, llegó al colegio para sordos Santiago Apóstol. Según dice Hillary, ahí le informaron a su madre que tendría que aprender una nueva forma de comunicarse utilizando las manos.

“Ahí le dijeron a mi mamá que debía aprender lengua de señas porque no lograría hablar, usaba audífonos que no sirvieron de nada para mi sordera”, recuerda. Ante esto, su madre decidió cambiarla. “Dejaremos a Hillary por lo tenaz y aperrada que es", fueron las palabras de la profesora Marcela Morales, quien comunicó que había sido aceptada en el establecimiento San Francisco de Asís. 

A pesar de que en 2005 Hillary fue operada a través de un plan gubernamental, no obtuvo avances significativos. “El implante fue tardío para mi edad, pero aun así, di la batalla para aprender a escuchar y hablar”, dice. Además de discapacidad auditiva, tiene un síndrome atáxico cerebeloso, es decir, un desequilibrio en su cuerpo que produce descoordinación al realizar movimientos. 

Después de un año de haber recibido el implante sus padres decidieron cambiarla al colegio Swedenborg. En ese establecimiento se le presentaron otras  dificultades por su sordera. “Yo era la única sorda del curso. Al principio iba todo bien, ya que tuve apoyo de una profesora del colegio anterior, pero después no pudo seguir. Ahí todo se complicó. Llegando a sexto básico fue peor porque mis compañeros me dejaron de lado, fue un año difícil, así que le pedí a mis padres un cambio de colegio”, cuenta.

Había que tomar una decisión. Así, sus padres tomaron la determiación de cambiarla de colegio. Por ello, postuló al liceo Guillermo González Heinrich, en el que, dice, había una muy buena integración. En este último establecimiento fue en el que Hillary se graduó de cuarto medio. Algo que valora, pues, con cariño, recuerda que pudo “tener amigos tanto sordos como oyentes”.

El desafío de la educación superior

Luego de este proceso escolar, tomó la decisión de estudiar Técnico Superior en Odontología. Explica que esto supuso un nuevo desafío, porque iba a tener que enfrentarse a otro proceso diferente y al que debía adaptarse.

En búsqueda de sus sueños eligió el Duoc UC como su casa de estudios. “Al principio fue difícil, porque tuve que adaptarme a todo de nuevo y con el doble de esfuerzo. Las materias eran más profundas, conocer nuevas personas y esforzarme para que me entendieran y yo a ellos. Quería que me vieran como una más y no como la niña sorda. Mi apoyo en Duoc UC fue muy bueno, ya que, tuve intérprete en todos mis ramos. Fue una excelente experiencia porque mis compañeros no me discriminaron”, sostiene.

Pero la joven oriunda de la cuarta región quería seguir creciendo. Consciente de que su camino ha sido largo y complejo, obtuvo su título y decidió que iba a continuar sus estudios en Odontología en la UC. 

Su ingreso durante marzo de 2022 ha estado marcado por distintas experiencias nuevas. Ha trabajado con el Programa PIANE UC, y destaca que la profesora a cargo, Rosario García-Huidobro, ha sido fundamental en su proceso. “Es excelente y siempre está dispuesta a ayudar en lo que yo le pido, me da mucha confianza por lo que me siento segura en todo ámbito”, cuenta. 

La novata junto a Pangui, la mascota de la universidad.


Según cuenta Hillary, esta nueva etapa le ha supuesto nuevos desafíos, a los que dice se quiere enfrentar y superarlos. 

“Aprender a comunicarse oralmente con las personas, que puedan entender lo que les hablo y yo comprender lo que escucho con mi implante. También aprender a escribir oraciones, ya que, por mi falta de vocabulario, se me dificulta mucho. En general el desafío es conmigo misma, me gusta lo difícil, aunque a veces me salgan lágrimas y por supuesto no fallar en ningún ramo, ir paso a paso es lo que estoy haciendo”, narra. 

Actualmente, la novata está en nivelación de ramos y, gracias a las tutorías, intérpretes y profesores, considera que ha podido avanzar. A eso, Hillary Gallardo agradece la buena recepción en la facultad, junto a la de sus compañeros y compañeras, destacando la actitud de la Comunidad UC. “En lo académico he hecho trabajos con ellos y estoy agradecida de la ayuda que me han dado en la parte de escritura, en arreglar y ordenar oraciones, en los talleres tengo compañeros con los cuales hemos compartido temas de materias”, agrega.

Lo que actualmente más le ha costado, según confiesa, es que la pandemia ha dificultado un poco la comunicación porque el uso de mascarillas no le permite leer los labios para comprender lo que hablan las personas. Sin embargo, dice estar segura de que podrá seguir adelante y que aquí encontrará muy buenas amistades. 

Hillary Gallardo no se cansa de soñar. Su desafío más grande es tener su propia clínica odontológica. Y desde este año, ya puso el primer grano de arena para hacerlo realidad. Para la novata, a pesar de su complejo recorrido, no hay nada a lo que no pueda hacerle frente.


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